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miércoles, 25 de enero de 2012


El rincón de los animales 2
Darío Sevillano Álvarez



Hoy vamos a hablar de algunas formas de digestión en el reino animal.

La digestión en las cinco grandes clases de animales, peces, anfibios o batracios, reptiles, aves y mamíferos, es muy parecida a la nuestra y a esa forma de digestión, se le conoce en el reino animal con el nombre de: Digestión monoestomacal.

En esta digestión se presentan tres grandes fases: la digestión de la boca, la que llamamos bolo alimenticio; la digestión del estómago, la que llamamos quimo, que es una pasta de color grisáceo, y la digestión intestinal, la que llamamos quilo que es una especie de jugo lechoso, que transporta la vena porta hacia el hígado.

Veamos a grandes rasgos como se realiza la función digestiva de nuestro organismo:

Las comidas de los distintos grupos de alimentos llegan a la boca y la saliva las convierte en bolo alimenticio, en la admirable mezcladora que tiene como pala: la lengua y como elementos de trituración las piezas molares, porque los incisivos y los caninos ya hicieron su trabajo, de cortar y destrozar los alimentos que debíamos mezclar; la lengua se eleva y una lengüeta especial, tapa la tráquea, para que el bolo baje por el esófago, hasta el estómago; los alimentos llegan al estómago y los jugos gástricos los convierten en quimo, mediante la acción y contracción de las paredes del estomago; cuando el quimo está procesado se abre el píloro y el quimo pasa al duodeno, en donde se mezcla con los jugos pancreáticos, que llegan por el canal colédoco, luego se convierten en quilo, en el intestino delgado y la vena porta los transporta al hígado para que procese la sangre y los venenos.

Así funciona nuestra máquina
automáticamente

Pero si miramos la digestión de los animales rumiantes, el proceso es totalmente diferente a nuestro modelo, porque ellos tienen unos preestómagos, que realizan algunas funciones, antes de que los alimentos puedan llegar a nutrir al animal.

Los cuatro estómagos de los rumiantes se llaman:
Rumen, panza o herbario.
Retículo, redecilla o bonete.
Omaso, libro o librillo.
Cuajar, abomaso o estómago verdadero.

1 Retículo; 2 Rumen (saco craneal); 3 Rumen (saco dorsal); 4Rumen (saco ciego dorsal); 5 Rumen (saco ventral); 6 Rumen (saco ciego ventral); 7 Omaso; 8Abomaso; 9 Orificio retículo-omasal; 10 Cardias; 11Pliegue retículo-omasal 12 Pilar craneal; 13 Pilar longitudinal; 14Pilar caudal; 15 Pilar coronario dorsal; 16 Pilar coronario ventral

Recuerden que una vaca se la pasa toda la mañana cortando la hierba y tragándola entera y en las horas de la tarde, casi siempre está echada en tierra y su boca está, como decimos en antioqueño, remascando, que en términos más científicos se diría: remasticando o rumiando.

¿En qué consiste este fenómeno?

Rumiante es un animal que tiene que procesar los alimentos en dos etapas: los consume y después de un proceso a base de bacterias, protozoarios y hongos, (de naturaleza anaeróbica, es decir que no viven en presencia del oxígeno), que ejecutan la función de descomposición de esos alimentos, en algunas de las cavidades estomacales y los devuelven a la boca para terminar el proceso digestivo.

Veamos ahora cuales son los animales que hacen rumia:

las familias especializadas en este arte, son: Los bovinos, los ovinos,  los caprinos y los cérvidos.

Los bovinos son los ganados que tienen que ver
con las vacas y los bueyes
Todos afortunadamente conocemos este tipo de ganados, porque los hemos manejado desde pequeños y hemos convivido con ellos.

Pero no se crea que solo son de esta familia los animales domésticos, pues todos los ganados de África, damaliscos, gacelas, alcelafos, y ñuez, entre otros, son miembros de este distinguido número de animales.

Desde el ganado blanco orejinegro hasta la vaca holstein más sofisticada pertenecen a esta familia.

Estos son los ovinos, pero son poco conocidos
por los moradores de Sopetrán, dada la razón
de nuestro clima ardiente, porque estos ganados
son propios de tierras muy frías
Estas especies, son muy conocidas en Europa y en algunas regiones frías del planeta y fuera de su leche, nos proporcionan lana y pieles para la manufacturación de accesorios de nuestros vestidos y zapatos

Estas son las famosas chivas o cabras
que tampoco conocemos mucho en nuestro medio
Los cérvidos, como su nombre lo anuncia,
son todos los ciervos
Hay una familia muy parecida a estas cuatro, pero no hacen rumia y su digestión se llama pseudorrumia o falsa rumia, porque su cuerpo, solo cuenta con tres preestómagos., son los camélidos, a la que pertenecen los camellos, los dromedarios, las vicuñas y las llamas, animales propios de tierras desérticas, tanto frías como cálidas.

El camello es propio de los desiertos del Asia.
Se diferencia del dromedario o camellos africano
en que poseen do giba, y el dromedario, sólo una
Los camellos Africanos son muy conocidos, porque aparecen en todos los tures que se hacen  a las pirámides y por el desierto del Sahara.

Es bueno decir que en las gibas estos animales tienen un depósito de líquido que les permite viajar por lugares inhóspitos en donde no se consigue agua con mucha facilidad y están dotados de una cantidad de bondades, en el diseño bio-físico, para poder desplazarse en los desiertos.

Camello africano o dromedario
Entre esas cualidades están:

Los parpados son protegidos por una membrana, que no los deja ensuciar con la arena de las tormentas; sus labios son especialmente concebidos, para poder manejar las plantas tunosas o cactáceas y su lengua, tiene un protector, para que las tunas no lo puncen; los cascos de las patas, están protegidos por unos cojinetes, que no los dejan expiar, en las arenas cálidas, por donde se desplazan; y se pueden quedar sin beber, por espacio de algunos días.

Estas son las llamas, propias de los desiertos fríos
de Perú y de Bolivia


Las alpacas, son llamas de pequeño tamaño.
Estos tipos de ganados, se cultivan en la Patagonia,
en Uruguay, en Paraguay, em Perú y en Bolivia,
también las hay en Europa

Si recordamos que cuando éramos niños y nos daba sarampión, nuestras madres nos daban una pócima de boñiga (heces de ganado vacuno), fresca con leche, para curarnos de esa fastidiosa enfermedad, es bueno que miremos el porqué de esa práctica:

Los rumiantes, son animales que básicamente se nutren de hierba y vegetales, ricas en carbohidratos fibrosos y como sus aparatos digestivos, no contienen las enzimas apropiadas para digerirlos, apelan a un novedoso sistema de microorganismos, como bacterias, protozoarios y hongos, que les ayuden a procesarlos.

En este proceso los rumiantes alcanzan a digerir polisacáridos muy complejos, como la celulosa; aprovechar las proteínas y sintetizar vitaminas.

Los microorganismos prestan la función de descomponer los vegetales, para que al ser remasticados, puedan alimentar al animal.

Aunque voy a hablar de ese tema, no voy a dar los nombres de los microorganismos, porque son nombres latinos, que nada le dicen a un lector común y corriente.

Este sería un buen gráfico de los factores que intervienen en la microbiota rumial.

Científicamente se ha demostrado que en esta microbiota intervienen unos cincuenta microorganismos de los siguientes grupos: celulolíticos,  hemicelulíticos, utilizadores de azucares, utilizadores de ácidos, pectinolíticos, utilizadores de lípidos, amilolíticos, proteolíticos, productores de amoníaco, productores de metano y ureolíticos.

La razón que nuestras madres tenían para darnos boñiga con leche, era válida, porque una de las bacterias que posee el aparato digestivo de los rumiantes, se come la que produce el sarampión.

Pero esta práctica, era muy peligrosa, porque nuestras madres, no podían aislar la bacteria que se come el sarampión de las otras que poseen las heces del ganado y fácilmente nos podían contagiar de cualquier otro microbio y producir nuestra muerte.

Nótese bien: no se debe exponer ninguna herida del cuerpo humano, a la boñiga fresca, porque por ella se puede introducir la batería tetánica o la diftérica y pueden producir la muerte.

Ahora hablemos de otro tipo de digestión, que casi nadie ha estudiado y que la manejan bastantes miembros de la comunidad animal, la coprofagia. Esta palabra, viene de dos palabras griegas copros y phagein, que traduce alimentarse de materias fecales.

Mosca alimentándose de heces
La coprofagia, es practicada por moscas y cucarrones (recordemos que a los cucarrones les decimos en términos científicos: coleópteros y a las moscas les decimos: dípteros).

Pero nuestra historia, no para aquí, porque los conejos, las liebres y todos los que pertenecen a las familias de: proboscidios, trompas largas o elefantes; los primates o monos y roedores, la tienen que practicar por obligación, porque sus organismos, no poseen las enzimas, para desdoblar los vegetales que consumen y tiene que pasar los alimentos dos veces por sus tubo digestivo, así consumen la hierba y cuando está debidamente procesada, es defecada en forma de pequeñas bolas de color gris, las cuales deben llevar nuevamente al estómago, para que los puedan alimentar.


Cobayo o curí
Esto a nosotros nos causa admiración, pero es un proceso diseñado por la naturaleza, para poder nutrir a estos animales.

En el caso de los elefantes, como los bebés, no tienen sus tubos digestivos debidamente desarrollados, deben consumir las fecales de los adultos, para poderse nutrir en forma.

Conejo de páramo
En los roedores, la coprofagia es algo normal, porque sus tubos digestivos, tienen que procesar las comidas en dos etapas digestivas.

Hay unos insectos que viven directamente en las materias fecales y son el diseño de la naturaleza, para que esos excrementos sean procesados y regresen al ciclo de la vida en los ecosistemas terrestres.

En este caso les decimos los descomponedores.

Pero hay una gran cantidad de animales mamíferos carnívoros, que emplean la coprofagia, como las fieras del África y del Asia, que después de una buena casería, terminan extenuados y con mucha sed y por esa razón lo primero que consumen son los intestinos de sus víctimas, con todo el contenido de fecales

Los pequeños elefantes consumen las fecales de
los adultos para poder nutrirse balanceadamente
Cuando la coprofagia, es practicada por los humanos, caso que ocurre cuando algunos infantes o ancianos están malnutridos, se le da el nombre de coprofilia, que traduce adición a comer materias fecales.

Este caso es muy frecuente en niños de familias pobres, que no pueden comprar los alimentos necesarios para hijos y se puede dar en las personas que sufren de hambrunas muy prolongadas.

Boñiga con agujeros de los escarabajos
que viven en ella
Los hámster, consumen sus excrementos, porque son fuentes de
vitaminas B y K.

En una teoría que aún no tiene mucho asidero científico, los perros practican la coprofagia, por estos motivos:

Para ganarse el cariño de sus propietarios; por ansiedad; por aburrimiento; por su genética de carroñeros; por carencia de hierro en su dieta alimenticia.

Pero esta teoría aún no es muy seria y nos tocaría estudiar más de cerca a los cánidos, para ver a ciencia cierta, que les produce la coprofagia.

Lechuza
Como punto final, analicemos la forma de digestión de los estrigiformes o parecidos a currucutúes:

Estos animales tienen una rara forma de digestión, que consiste en que se tragan enteras a sus víctimas, que pueden ser ratones, pájaros, pequeños cuadrúpedos e insectos, pero cuando han llenado su estómago, deben montarse en sus perchas a descansar, hasta cuando el estómago ha hecho la digestión, para regurgitar, todos los desechos no aprovechables de sus cacerías nocturnas.

Casi siempre en las horas de la mañana siguiente aparecen en el piso de sus dormitorios, unas bolas, con formas ovaladas, en donde se encuentran: los huesos, las pieles, las plumas y todo aquello que su organismo, no necesitó, para alimentarse.

Lo más simpático, es que si el animal no regurgita esas bolas, a las que llamamos egagrópilas, no puede volver a comer.

Hay muchas otras particularidades de digestiones en el reino animal, pero estas son las más llamativas.

Esperamos que este artículo sea del agrado de nuestros visitantes, que es la más grande riqueza con que contamos.


Sopetrán, 16 de enero 16 del 2012.

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sábado, 21 de enero de 2012


Las veredas de mi pueblo
Darío Sevillano Álvarez
Como lo prometido es deuda, vamos a hacer un recorrido por las veredas de Sopetrán, para que las conozcamos, en toda su extensión y podamos disfrutar de las bellezas naturales que nuestro clima tropical les ha regalado.

El Chagualal

Empezaremos nuestro viaje, por el suburbio El Chagualal, que como su nombre lo anuncia, es un derivado del árbol conocido con el nombre de chagualo o chagualón.

Su clasificación científica es:

Reino: Vegetal.
Clase: Dicotiledóneas.
Orden: Gutiferales.
Familia: Gutíferas.
Género: Clusia.
Especie: Alata.

Es bueno no confundirse con otros tipos de chagualos, que existen en los bosques tropicales y que se diferencian por su hojas y por otros nombres que se les da, según la región, como la Clusia multiflora, la Calophyllum calaba y la Calophyllum Marie, especies totalmente diferentes de esta.

Contradictoriamente en  la vereda no hay un solo árbol de chagualo, porque nuestros campesinos acabaron con esa especie en el piso térmico cálido, toda vez que es una madera que al ser consumida, genera alto grado de calorías y era más fácil cocinar los alimentos.

También es bueno decir que en este árbol las avecillas del cielo anidan con mucha frecuencia y de los pequeños frutos que produce se alimentan muchas especies animales.

Bosque de chagualos a orillas de una quebrada.

Árbol de chagualo en un patio de una vivienda.

Cuando salimos del pueblo para el suburbio de El Chagualal, el paisaje científico, nos muestra las dos antenas que la empresa Comcel tiene en nuestro territorio.

Este es el cruce de la carrera Córdoba con la subida de El Calvario, nombre con que conocemos al camino viejo de herradura, para llegar al suburbio.

Es bueno contarles que le decimos «Calvario», porque en dos cuadras de longitud que tiene, registra una diferencia de altura de ciento cincuenta metros.

Desde El Calvario, logramos esta preciosa panorámica del sector de Tarroliso, como le decimos a la carrera Córdoba, cuando llega a la quebradita o cañada El Limonar.

Al llegar al plan, lo primero que encontramos es el edificio en donde funciona la Iglesia Adventista del Séptimo Día, en el momento que llegué estaban realizando una función del culto, acompañada de muchos cantos.

Esta es la placa polideportiva de la vereda, si está sola, es porque la hora de la mañana es muy baja y las juventudes, que están en vacaciones, se encuentran descansando.

También es bueno decir que la cantidad de basuras acumuladas, no son desorden de la comunidad, sino que las colocaron ahí, porque el recolector va a pasar y no puede entrar a los callejones, por los trabajos de alcantarillado y acueducto, que realiza la empresa Aguas de Antioquia.

Este es el callejón que conduce a La Brunera y a la planta de tratamiento de aguas, antiguamente, era el camino real de herradura, por donde viajábamos a la ciudad de Medellín.

Para esa época, nos tomaba dos días, ir a la ciudad capital y solo existían tres formas: a pie, a caballo o en silleta (Los silleteros eran hombres muy fornidos que llevaban a las personas en una silleta, colocada sobre sus espaldas).

La imagen de Nuestra Señora la Milagrosa, se mantiene muy bien organizada por la comunidad Católica, este monumento está situado al frente de la comunidad Adventista.

En este recinto se reúne la comunidad del suburbio, por las noches y en sus ratos de ocio, para disfrutar las riñas de gallos, las parrandas campesinas y todo tipo de celebraciones sociales.

Otro aspecto del mismo lugar.

Así son las fincas que abundan en los callejones del suburbio.

Las casas de descanso y las grades villas son el distintivo propio de nuestra vereda.

Las calles están un poco descompuestas, porque la empresa Aguas de Antioquia está construyendo el acueducto y el alcantarillado.

Así son las viviendas humildes del caserío.

Muchas de las viviendas son verdaderas casas de descanso.

En ella se ve la decoración navideña, porque el material fue recogido en esa época del año.

Esta es una de las panorámicas bonitas que se logran desde el balcón de
El Chagualal.

Admiren la calidad de las casas fincas que se consiguen en el suburbio. Son parecidas a las viviendas de la vieja ciudad de Pompeya.

Estas viviendas, se dan unos parecidos a las casas que los romanos construían para tomarse un descanso.

Este es el jardín de la vivienda que acabamos de ver.

Así están quedando los manjoles (de man-hole, 'hueco para hombre') del alcantarillado.

Así se aprecian las serranías de Montegrande y Guayabal
desde el balcón de El Chagualal.

Como las viejas villas de la época medieval, casas rodeadas de verjas, estas villas modernas, invitan a vivir en ellas.

En esta otra panorámica, estamos viendo la ciudad, las torres del templo de Nuestra Señora y a la derecha, se ven las serranías de Montegrande, Santa Rita y Palogrande.

Las casas más humildes también tienen sus bondades.

Esta es una de las antenas que la empresa Comcel
tiene para cubrir los teléfonos móviles de sus usuarios.

Esta es la fábrica de textiles, que funciona en el suburbio y
que alberga a muchas personas cabezas de familia.

Así luce la otra antena de los teléfonos celulares.

Este es el callejón del lado de La Brunera.
 

Estos jóvenes, conversan alegremente, mientras los trabajadores de Aguas de Antioquia, organizan las redes del acueducto y del alcantarillado.

El contraste entre los muros de las grades villas y las casa humildes
es muy grande.

Los hombres de Aguas de Antioquia, parecen topos abriendo troneras.

Estas son las grades villas de este callejón.

Esta portada dice mucho, la mansión por dentro es muy bonita.

Así luce otra parte de esta mansión.

La vereda de El Chagualal cifra su economía en los frutales y en el cacao, que cultivan en las huertas y en el trabajo en la fábrica de confecciones.



Sopetrán, 12 de enero del 2012.

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