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domingo, 31 de marzo de 2013


Domingo de Resurrección
Darío Sevillano Álvarez


Si autem Christus non suscitatus est, inanis est ergo praedicatio nostra,
inanis est et fides vestra.

(I Cor 15,14) 
Si Cristo no resucitó, vana es nuestra predicación, vana es vuestra fe.

La procesión de Resurrección fue espectacular.

Cuando tallaron estas imágenes, los talladores y los escultores eran de buena calidad; nuestro resucitado en su rostro muestra que es de otro mundo.


Esta fotografía no es porque sí, pues el señor del poncho, es el investigador Alfonso Oquendo, que se comprometió conmigo, para hacer en el Blogger cada semana, una pequeña historia sobre el Sopetrán de nuestros amores.
Los invito para que las coleccionen.


El paso principal, con nuestro Resucitado a bordo,
está en hombros de los cargueros.


Los feligreses se aglutinan alrededor de las imágenes.


Cuando era muy niño, recuerdo que iba con cierta frecuencia a las casas de los Gavirias Blairs, por el hecho de que mi madre era la modista de sus esposas y ellos, don Ricardo y don Gustavo, decían: «El mejor espectáculo de nuestras semanas santas es ver en la procesión de Resurrección las imágenes del resucitado y de la Inmaculada, que son buenas tallas de madera maciza y con una estatura de excelentes proporciones».


San Juan, con su capa pluvial (significa ‘para la lluvia’)
de sacerdote, luce muy elegante.


¿Y qué decir de San Pedro, el primer papa de la Iglesia?


Observen cómo empieza el desarrollo de la procesión.

Nuestra Señora, se dispone a recibir a su
Hijo Resucitado.


Observen la majestuosidad de ésta escena.


Así se mezclan las imágenes,
para darle cuerpo a la procesión.


Este plano profundo de la calle del Caño, nos muestra las dimensiones de una de las procesiones más bonitas de nuestras semanas santas.
 



En medio de un silencio sepulcral, la procesión avanza 
por las principales calles y carreras del poblado.


Entran en acción nuevas imágenes.


Estamos en la calle del Recreo o carrera Bolívar.

Como son catorce pasos, una sola fotografía panorámica, no los cubre, a continuación vean las otras.





El altar mayor nos espera engalanado
como una quinceañera.


Ingresa al Templo Nuestra Señora.


Vestido de un blanco impecable, el padre Francisco
ingresa en el templo con el Resucitado y todos aplauden.


Así llega al lugar que ocupará
hasta el día de la Ascensión.


El grupo de Vilma Lezcano va a solemnizar la misa.

Al templo, no le cabe un feligrés más.



Sopetrán Marzo 31 del 2013.

*

Semana Santa 2013



Sábado Santo-Procesión de Soledad
Darío Sevillano Álvarez

La Procesión de Soledad estuvo
muy solemne y las damas tuvieron la mejor parte:

Nuestra Señora es llevada al atrio parroquial,
de donde va a salir en su soledad.



Inicia la procesión.



No faltó el intruso que hiciera el oso.



Los sacerdotes entonan el rezo del rosario.



Nuestra Señora va muy bien escoltada.



La procesión empieza a desarrollarse.
 

La calle del Caño, luce como las antiguas ciudades, 
se pudiera decir:”Y todo a media luz”.

Nota del editor: Qué pena queridos lectores, pero esta foto merece una nota del editor. Muchos se habrán preguntado, por qué el editor menciona y ama tanto la calle del Caño. En la procesión del Santo Sepulcro, no más, abrí un paréntesis para decir «mi amada calle del Caño» Cuando Darío la mostró en una de sus fotos; y ahora, en la de la Soledad, me da Darío esta oportunidad para explicar por qué. El 20 de abril de 1946 (hace ratico) fue Sábado Santo. La procesión de Soledad pasó como la de este año y las de muchos por la calle del Caño, siempre a la misma hora en que se tomó esta foto. La procesión de Soledad de aquel día fue igual para todos los sopetraneros  que las de todos los años, menos para mí. Miren la casa que hay a la derecha, la de zócalo rojo y fondo amarillo en la que hay dos personas en la puerta, miren la primera ventana antes de la puerta. Bueno, aquel 20 de abril de 1946 mientras la Procesión de Soledad pasaba por esta calle sin que los cargueros se enredaran con el caño, en la habitación cuya ventana les pedí que observaran, una joven mujer daba a luz a su tercer hijo. Su nombre era Carlota Gaviria Jaramillo y estaba casada con el administrador del Estanco de aquel tiempo, Gonzalo Escobar Montoya (amagaseño). Ese tercer hijo de doña Carlota es el que en compañía de la sabiduría de Darío Sevillano los entretiene a raticos con la elaboración de este blog. Por eso amo la calle del Caño, por eso amo a Sopetrán y en los pocos Sábados Santos que me quedan evocaré las Procesiones de Soledad  a las cuales estoy unido desde 1946.



Nuestra Señora, visita a su hijo, que yace en el sepulcro,
esperando la hora de la Resurrección.





 Sopetrán, 30 marzo del 2013.

*

sábado, 30 de marzo de 2013

Semana Santa 2013


Viernes Santo
Sermón de las Siete Palabras
Descendimiento
 Procesión del Santo Sepulcro
Darío Sevillano Álvarez

Las Siete Palabras


Septem Verba

1.   Pater dimitte illis, non enim sciunt, quid faciunt (Lc, 23, 34).
2.   Amen dico tibi: hodie mecum eris in paradiso (Lc, 23, 43).
3.   Mulier, ecce filius tuus ... ecce mater tua (Jn, 19: 26-27).
4.   Deus meus, Deus meus .ut quid dereliquisti me (Mt 27, 46 y Mc 15. 34).
5.   Sitio (Jn 19, 28).
6.   Consummatum est (Jn 19, 30).
7.   Pater, in manus tuas commendo spiritum meum (Lc 23, 46).

Las Siete Palabras fueron solemnizadas 

por Vilma Lezcano y su grupo.


Así apareció el Calvario, después de la última palabra.

Se canta la estación «Jesús muere en la cruz».

Llega el cofre para portar a nuestro Cristo.

El Descendimiento


Post hæc autem rogavit Pilatum Ioseph ab Arimathæa, qui erat discipulus Iesu, occultus autem propter metum Iudæorum, ut tolleret corpus Iesu; et permisit Pilatus.
Venit ergo et tulit corpus eius. 

Venit autem et Nicodemus, qui venerat ad eum nocte primum, ferens mixturam myrrhæ et aloes quasi libras centum. 
Acceperunt ergo corpus Iesu et ligaverunt illud linteis cum aromatibus, sicut mos Iudæis est sepelire.

(Jn 19, 38-40) 

Después de esto, rogó a Pilato José de Árimatea, que era discípulo de Jesús, aunque secreto por temor de los judíos, que le permitiese tomar el cuerpo de Jesús, y Pilatose lo permitió.

Vino, pues, y tomó su cuerpo.
Llegó Nicodemo, el mismo que había venido a Él de noche al principio, y trajo una mezcla de mirra y áloe, como unas cien libras.
Tomaron, pues, el cuerpo de Jesús y lo fajaron con bandas y aromas, según es costumbre sepultar entre los judíos.

José de Arimatea y Nicodemo, 

descienden el cuerpo del Señor.


Esta es una buena fotografía de lo que está ocurriendo.

Así fue el paso a paso del descendimiento.

 El cuerpo del Señor es llevado al altar de las celebraciones,
para ser perfumado por las personas importantes del pueblo.

En esta semana santa, unas empresas y unas familias tomaron la decisión de apropiarse de algunas de las imágenes para asistirlas, decorarlas y cargarlas. Estos apuestos jóvenes de la fábrica de confecciones, lujosamente ataviados, conducen el anda de Nuestra Señora de los Dolores, que esta vestida con sus mejores atuendos.

También la imagen de San Juan
tiene sus propios cargueros.


Procesión del Santo Sepulcro


Erat autem in loco, ubi crucifixus est, hortus, et in horto monumentum novum, in quo nondum quisquam positus erat.
Ibi ergo propter Parascevem Iudæorum, quia iuxta erat monumentum, posuerunt Iesum.
(Jn 19, 41-42)
Había cerca del sitio donde fue crucificado un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo, en el cual nadie aún había sido depositado.
Allí, a causa de la Parasceve de los judíos, por estar cerca
el monumento, pusieron a Jesús.

Empieza la procesión del Santo Sepulcro, 

en la que había unos tres mil quinientos feligreses.


Este es el grupo de señoras con las insignias de la pasión.

Este grupo de niñas engalana el piso 

con pétalos de rosas para que pase el Santo Sepulcro.


Esta es una buena alegoría del Calvario.

La Magdalena, acompaña a su Maestro con un buen ramo de flores.


Un numeroso grupo de estudiantes 
llevan charoles con sahumerios.

Estas son las parejas importantes de nuestra sociedad.

Estos dos fastidiosos se tiraron nuestra manifestación de fe. No entiende uno cómo dos turistas se ponen de ruana la calle por donde vamos con la procesión más solemne de la Semana Santa.



La Policía Nacional se hizo presente con unos de sus agentes, 
que llevaban cirios y ramos.

Este es el grupo de jovencitas que sirvieron
de pregoneras de las Siete Palabras.


 Nuestro Párroco, el padre Francisco,
va como uno del montón.


 Lo escoltan los jóvenes que sirvieron como apóstoles en el
Lavatorio de los Pies.


Al cruce con la carrera Nariño, el padre Francisco se ubica
 entre el grupo de parejas importantes.

 El señor coadjutor va presidiendo la procesión.

Nuestra Señora en su anda, llevada por buenas manos, luce una de sus capas y muestra su amargo dolor.

La calle Luciano Carvalho, a la que coloquialmente le decimos la calle del Caño (mi amada calle del Caño —nota del editor), está engalanada, con todo tipo de sorpresas.

 Observen las juegos de canastas adornadas con flores y melenas y las teas encendidas, para simular la antigua ciudad de Jerusalén.

 La capilla del Sagrado Corazón se vislumbra 
en el plano profundo.

Así luce la entrada al sepulcro.

 El grupo de apoyo, delibera para buscar estrategias
que sirvan para controlar el gran flujo de feligreses.


Así luce el santo sepulcro.

El cuerpo del Señor, reposa en su sarcófago.



Sopetrán, 30 de marzo 30 del 2013.


*