Leyendas y verdades
acerca del alacrán
Darío Sevillano Álvarez
La palabra alacrán es
de origen arameo al'agrab, 'el escorpión'.
Los alacranes han conquistado casi todos los espacios
terrestres, con excepción de la Antártida.
Parece que les gusta la compañía del hombre, a pesar de
ser su peor enemigo, porque se instalan como hospederos en todos los hogares y
son capaces de vivir desapercibidos en los muebles, los armarios, los
escaparates, los rincones del salón de San Alejo, los zapatos, etc. Pero como los alacranes, son animales que se adaptan
muy bien a los climas cálidos y templados, la abundancia de ellos está en los
climas tropicales y subtropicales.
Uno de los mejores hábitats de estos animales, son los
desiertos y parecen muy bien adaptados a la locomoción sobre la arena.
En el año de 1968, el naturalista Mc Daniels, los
clasificó en cuatro grandes grupos, según los lugares en donde habitan:
Los psammófilos viven en hábitats arenosos.
Los litófilos viven en lugares rocosos o rocadales.
Los cavadores viven en cuevas hechas por ellos mismos y
solo las abandonan para cazar o para reproducirse.
Los alacranes, se alimentan de insectos, arañas,
caracoles, pequeños roedores, serpientes y lagartos; todos los tipos de
alacranes, comen estos alimentos, pero hay una variedad, llamada Isometroide vescus, que solo come arañas
excavadoras.
Todos los alacranes son noctámbulos, es decir, salen
solo en las noches.
Casi todas las especies, cazan sus víctimas muy cerca
del lugar en donde pasan el día o cerca a los lugares en donde se refugian.
Pero admírense todos de saber que hay alacranes tan
expertos en sus cacerías que son capaces de cazar un insecto cuando está
volando.
Hay unos alacranes, que tienen en sus glándulas
venenosas un suero tan efectivo, que de inmediato inmovilizan sus víctimas y el
suero que les inyectan las convierte en una sustancia hábil para poder digerirla
fácilmente.
En sus cacerías los alacranes emplean las tenacitas que
tienen en la parte delantera, a las que los científicos llaman pedipalpos, para
inmovilizar a sus víctimas, pero si esto no es suficiente el aguijón de la cola
llega con mucha facilidad para aplicar el veneno y poder someterla.
Entre el momento de la cacería y hacer la digestión
completa, pueden pasar varias horas; a veces si el animal es muy grande y no
alcanzan a consumirlo en una sola comida, el veneno que le han inoculado la
preserva, para que no se descomponga.
Un alacrán se puede dar el lujo de no comer por mucho
tiempo, porque cuando su metabolismo está en reposo, solo necesita pocas
cantidades de energía.
Aunque no
todos los alacranes son peligrosos por sus picaduras, con las pocas especies
que son muy venenosas, mueren en un año, entre mil y cinco mil personas por
causa de ellas.
Tenemos
clasificadas unas mil cuatrocientas especies de alacranes y los tamaños de
ellos van, desde nueve milímetros, como el Typhlochactas mitchelli, hasta los veintiún centímetros que mide el Pandinus imperator.
Pero en la naturaleza no hay gavilán que no tenga su
sirirí, porque ella es el juego de la vida y de la muerte y por esta razón,
también los alacranes tienen quien se los coma, sus principales enemigos son los
búhos, los lagartos, las serpientes cazadoras, los grandes sapos y algunos
mamíferos como las musarañas.
La naturaleza en sus diseños de biofísica, ha dotado a
los alacranes de un veneno poderoso para librarse de sus enemigos, porque está
compuestos de dos clases: el que sirve para matar a sus víctimas y el que sirve
para ahuyentar a los mamíferos que se los comen.
Este alacrán, es oriundo de la Argentina y su nombre es
Tityus trivitatus, es el único de las
especies clasificadas que pone en jaque mate a los humanos, porque su picadura
produce náuseas, vómitos, ansiedad, salivación excesiva, sudoración profunda,
adormecimiento de la lengua y dificultad para hablar o deglutir, visión doble y
visión borrosa, taquicardia, hipotensión o hipertensión, cambios de la
temperatura corporal, dificultad para respirar, defecación y micción
involuntarias, espasmos musculares y convulsiones, efectos cardiotóxicos y
arritmias y a veces produce reacciones alérgicas y shock anafiláctico y al
final puede producir la muerte.
Para conocer a simple vista los alacranes peligrosos y
los poco venenosos, hay un buen método:
Los que no tienen veneno fuerte, tiene los pedipalpos
gruesos y los muy venenosos, los tienen delgados.
También es importante decir que en el aguijón hay
diferencias entre los muy venenosos y los que no lo son:
El aguijón de los muy venenosos, tienen una uña
especial.
Casi todas las especies de alacranes son solitarios y
solo establecen relaciones con sus presas; pero algunas especies tienen unos
nexos familiares con sus crías.
Los machos mantienen sus espermas en un lugar especial
llamado espermatóforo y cuando las hembras lo estimulan con una feromonas
especiales, los dos animales se enlazan con sus tijeras y sus cuerpos y después
de una danza más bien larga, termina la inseminación, que en algunos casos se
vuelve canibalismo, porque la hembra mata al macho y se lo come.
Cuando la hembra cría, pueden ser entre dos y cien
animalitos, sus pequeños se suben al cuerpo de la madre la cual los protege,
hasta el momento en que se pueden defender por sí mismos.
Los pequeños alacranes, se bajan del cuerpo de la
madre, después de la primera muda de piel, estos tienen otras cuatro mudas,
para llegar a la vida adulta, después de la quinta muda, no vuelven a cambiar
su piel.
Los alacranes, no están en la lista de animales en vía
de extinción, pero hay tres especies muy vulnerables: Pandinus dictator, Pandinus
imperator y Pandinus gambiensis.
Su clasificación podría ser
Reino, animal.
Philum, artrópodos.
Clase, arácnidos.
Orden, escorpiones.
Familia, la más común es. Buthidae.
Hay unos 87 géneros y unas 1.500 especies.
Muchos milenios atrás se habla de los escorpiones o
alacranes, que son seres mitológicos, muy peligrosos para la humanidad.
Uno de los reyes del alto Egipto, llevaba el nombre de
Horus Escorpión I.
En una de las epopeyas sumerias, la de Gilgamesh, se
habla de humanos con cuerpos de escorpiones.
En las montañas del Mashau, cuando llega Gilgamesh, se
encuentra con un hombre y una mujer escorpiones.
Un egipcio llamado Seth amenaza a la diosa Isis con
mandarle siete escorpiones.
En una escultura romana del dios Mitra matando un toro, aparece un
escorpión pellizcándole los testículos al animal.
También en el Apocalipsis, uno de los trombones hace
que las langostas consigan la fuerza de los escorpiones, para exterminar la
tierra.
Hace treinta años se decía que las picaduras de los
alacranes no muy venenosos, eran la mejor vacuna contra algunos tipos de cáncer
y en la actualidad en la isla de Cuba, los médicos preparan un suero especial
con el veneno de los alacranes azules, para curarlo.
Sopetrán, Marzo 13 del 2015.
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