martes, 17 de abril de 2012


Viernes Santo
Darío Sevillano Álvarez

«... et depositum involvit sindone
et posuit eum in monumento
exciso, in quo nondum
quisquam positus fuerat».
Lc 23,53.
'... y bajándolo, lo envolvió
en una sábana y lo depositó
en un monumento cavado
en la roca, donde ninguno
habia sido sepultado aún'.


Procesión del Santo sepulcro

La procesión del Santo Sepulcro, es una de las más solemnes y los vecinos de la Capilla del Sagrado Corazón han tomado la responsabilidad de presentar la calle Luciano Carvalho de una manera especial, no se crea que por vivir en esta calle, opino que es la que mejor presentan para las procesiones, las evidencias lo demuestran:

Así lucirá el frontispicio de la capilla.

Este acercamiento nos da
una mejor visión de lo que afirmo.

A lo largo de tres cuadras se distribuirán,
espaciados res metros entr sí,
72 arreglos florales iguales a este.

Disfruten ustedes este trabajo.
En en la misma distancia, se están colocando en
el pavimento unas teas, con quemador incorporado
para alumbrar las cuadras
sin la ayuda del fluido eléctrico.

También cada tres metros se
colocarán unas teas con buen
quemador a bordo,
para remplazar el fluido eléctrico.

Este es un trabajo que requiere tiempo, esfuerzo
y dinero; después de una buena madrugada, apenas
a las cuatro de la tarde se empieza a ver la labor.

Este es un enfoque de la primera cuadra.

Así lucen las dos primeras cuadras.

En este lugar, casi en el cruce de la calle Luciano
con la carrera Bolívar empieza la decoración.

Se predican las siete palabras, uno de los
sacerdotes está diciendo
una de las que le corresponden.

El sacerdote espera que el grupo
de música de la señora Vilma Lezcano
interprete un motete.

Este es tal vez el acto más importante del día
el templo está pleno de feligreses.

Suspenso: cae el telón imitando la frase del evangelio
que dice:«Velum témpli scisum est». Que traduce ‘
El velo del templo se rompió’;en ese instante
aparece una réplica del Calvario,
muy bien organizada por Chayane y sus muchachos.

Las luces de bengala destellan para
simular la tempestad,
el Cristo, apenas se deja ver.

Las luces del Templo, fueron apagadas,
para simular la oscuridad
de que hablan los evangelios.

En este plano más profundo, se
aprecia la dimensión del Calvario.

Regresa la calma y el crucificado,
se perfila en toda su dimensión.
  
Este plano medio, puede
mostrar la belleza de la escena.

Los sacerdotes cantan la estación
Jesús muere en la cruz.

 José de Arimatea y Nicodemo, con las
debidas licencias de Pilatos,
que era su amigo, intentan bajar
de la cruz el cuerpo del Señor.

Con una gran sábana preparan
su cuerpo para descenderlo.

Llega el cofre mortuorio.

Unas piadosas señoras reciben las insignias
de la pasión, para lucirlas en la procesión.

Esta es una buena imagen de Dimas,
el buen ladrón.

Este es el otro ladrón,
que se llamaba Gestas.

El cuerpo de Jesús es descendido
de la cruz.

Ahora reposa, en brazos de su
Santísima Madre.


Luego es llevado al altar
de las celebraciones, para un ritual,
con mucho garbo, que consiste
en perfumar el cuerpo del Señor.

El cuerpo del Señor, queda en manos de los que
van a llevar el cofre, que fue donado por
Alberto Peña, más conocido como el Mono Peña.

Lo colocan en el altar de las celebraciones.

Las perfumadoras están listas, ellas llevarán
las insignias de la pasión en la procesión.

La cara del Cristo muestra la rigidez de la muerte.

La cruz del Calvario luce así.

 Perfuman el cuerpo del Señor.

Observen la tranquilidad de la feligresía.

El interior del cofre luce así.

Jesús es depositado en el cofre mortuorio.

Van a tapar el cofre.

Con los destellos de una
buena lámpara, la cara del Señor
lucirá así en la procesión.

La procesión que copará seis
cuadras se está organizando.

 La pulcritud y el orden, imperan en el momento.

Los pasos se van incorporando.

Tres personajes importantes de la pasión,
acompañarán al Señor en
la procesión del Santo Sepulcro.

También va, Berenice,
a la que llamamos Verónica.

No podían faltar Marta
y María Salomé.

Como paso final estará La Pieta.

El Templo se queda triste y desolado.

Así llega la procesión del Santo Sepulcro,
a la calle Luciano Carvalho.

Las luminarias de luz roja
no permiten hacer un buen trabajo fotográfico.
 


Llegamos al lugar de la sepultura,
aquí se cantará la última estación.

El ingenio de nuestras gentes
es inimaginable.

Un reflector enfoca la figura central.

Así llega la procesión a su destino final.

Llega su majestad, el Cristo, yerto y sin vida.

Este plano cercano muestra
lo espectacular del momento.


Sopetrán, 6 de abril del 2012.

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