La pobreza absoluta, un problema que debe preocuparnos a todos
Darío Sevillano Álvarez
¿Cómo definen los economistas la pobreza?
«La pobreza es la situación o condición socioeconómica de la
población
que no puede acceder o carece de los recursos para satisfacer las necesidades físicas
y psíquicas básicas que permiten un adecuado nivel
y calidad de vida tales como la alimentación,
la vivienda,
la educación,
la asistencia sanitaria o el acceso al agua potable.
»También se suelen considerar la falta de medios para poder acceder
a tales recursos, como el desempleo, la falta de ingresos o un nivel bajo
de ellos.
»También puede ser el resultado de procesos de exclusión social, segregación social o marginación.
»En muchos países del tercer mundo,
la situación de pobreza se presenta cuando no es posible cubrir las necesidades
incluidas en la canasta básica de alimentos o se dan problemas
de subdesarrollo»1.
Las estadísticas sociales, manejan un término especial que llaman
pobreza absoluta, que es la que afrontan aquellos que no tienen derecho a la canasta
básica por día, en su alimentación.
En las estadísticas del Banco Mundial, se diferencian dos clases
de pobreza absoluta: la indigencia o línea de pobreza más extrema y la sitúan en
entradas diarias de un 1,9 dólares por día; y la de aquellos que tienen ingresos
diarios de 3,1 dólares por día.
El programa de naciones unidas para el desarrollo humano, en
el año 2014, advirtió que uno de cada cinco habitantes del planeta, padecen de pobreza
extrema.
Esto quiere decir que en la actualidad, unos 1;5 millardos de
personas, padecen de este problema y no tienen derecho a saneamiento,
a agua
potable, a electricidad, a educación básica ni al sistema
de salud, además de soportar carencias económicas incompatibles con una vida
digna.
Los datos que hasta ahora he mostrado, están consignados en unos
documentos muy interesantes de Wikipedia.
Pobreza.
Es posible que estas cifras sigan aumentando con el paso de los
años, porque la gran familia humana, no tiene, una buena disposición para controlar
los nacimientos, por la falsa creencia de que cada niño trae su pan bajo el brazo,
pero ese es un sofisma de distracción que está empeorando las cosas cada día que
pasa.
Es muy importante diferenciar la pobreza voluntaria que muchos
personajes dedicados a costumbres religiosas en cada época que se va presentando,
ponen en práctica para mejorar la parte espiritual, que los compaña.
Veamos, a vuelo de pájaro, que significa la palabra pobreza,
que viene del latín paupertas, paupertatis
que literalmente traduce ‘que no producen nada’.
A esa definición le agrego que todo lo necesita y no tiene con
que cubrir sus necesidades.
Cuando apenas empezaba el siglo XXI, el secretario general delas
naciones unidas, Kofi Annan, anunciaba: «La comunidad internacional [...]
tolera que casi 3.000 millones de personas —prácticamente la mitad de toda la humanidad—
subsistan con dos dólares diarios o menos en un mundo de riqueza sin precedente».
Larry Summers, ex secretario del Tesoro de Estados Unidos
explicó en el año 2002
lo que se cita a continuación:
«En todo el mundo, los mercados financieros privados descuidan
a los que son muy pobres. Los bancos convencionales no buscan establecerse en las
comunidades pobres, pues ahí no es donde está el dinero».
La pobreza absoluta, se ha destacado por acompañar a las mujeres,
miremos este trozo tomado de Wikipedia:
«Se calcula que actualmente hay más de mil millones de personas
atrapadas en la pobreza absoluta».
Según el Fondo de las Naciones
Unidas para las Mujeres, Unifem, el 70 % de ellos son mujeres. Además se estima
que 7 de cada 10 personas que mueren de hambre en el mundo son mujeres y niñas.
Las mujeres también son el mayor grupo entre los denominados
trabajadores pobres, personas que trabajan, pero que no ganan lo suficiente para
salir de la pobreza absoluta.
»Según la Organización Mundial del Trabajo, las mujeres constituyen
actualmente el 60 % de los trabajadores pobres»
Veamos a continuación este informe de Wikipedia, acerca de los
países más pobres de la tierra:
Los tres países más pobres de cada continente.
África:
República Democrática del Congo (364
Int$),
Liberia (490 Int$),
Zimbabue (516 Int$).
Asia:
Afganistán
(1.008 Int$),
Nepal (1.388 Int$) y
Birmania (1.394
Int$).
Oceanía:
Islas
Salomón (3.348 Int$),
Fiyi (4.728 Int$) y
Vanuatu (5.065 Int$).
Y comparémoslo con el índice de desarrollo humano, publicado
en el año 2014:
África:
Níger (0,337),
República Democrática del Congo (0,338)
y
República Centroafricana (0,341).
Asia:
Afganistán
(0,468),
Yemen (0,500) y
Birmania (0,524).
Oceanía:
Islas
Salomón (0,491),
Papúa Nueva Guinea (0,491) y
Kiribati (0,607).
Los economistas utilizan dos términos: pobreza urbana y pobreza
rural, este segundo término, se refiere a que las personas del campo se están desplazando
a los poblados más urbanizados, porque sus condiciones de vida son inhumanas, dada
la razón de que carecen de los servicios básicos, con que cuentan las urbes; les
cuesta mucha dificultad obtener los servicios de salud; los productos que cultivan
son muy mal pagados y sus presupuestos familiares, no les alcanzan para cubrir los
gastos de sus canastas familiares; y en la mayoría de los casos, no tienen buenas
vías de comunicación para desplazarse a los poblados.
Veamos esto con mucho detenimiento:
Si tenemos en cuenta aquellos que pasan el día con un dólar,
la cantidad de indigentes podría ser de 1.200 millones, pero 780 millones de estos
indigentes padecen de hambre crónica, es decir no pueden comer, por falta de recursos.
Aunque Naciones Unidas y otras organizaciones de la Tierra, han
logrado algo para reducir esa pobreza absoluta, en la India y en la región de África
subsahariana, en la última década del siglo XX la pobreza absoluta en esas regiones
aumentó, en 58 millones de ciudadanos.
Sin embargo, las previsiones del banco mundial dicen que para
el 2015, habremos rebajado la pobreza absoluta, que en el año 1990 andaba por el
orden del 29 %, a un 12,3 %; esto indicaría que hemos podido reducir algo más de
un 50 % el problema de pobreza.
A pesar de todos estos aciertos, para combatir la pobreza absoluta,
cuando el hambre desapareció de un 3 % de la población para el último decenio del
siglo XX; el primer decenio del siglo XXI, muestra que en el África subsahariano,
un 34 % de la población padece de hambre crónica.
Esta cifra, nos estaría indicando que el número de personas subnutridas,
aumentó en veintitres millones en el primer decenio del siglo.
Mi opinión sigue siendo la misma de siempre: si los humanos no
controlamos los nacimientos de seres que vienen a sufrir a esta tierra, nunca vamos
a poder controlar el hambre crónica.
Con los programas existentes para reducir la pobreza absoluta,
estamos reduciendo el hambre a un ritmo de seis millones por año; para lograr la
meta, deberíamos solucionar el problema a veintidós millones por año; claro está
que si la población dejara de crecer, pero como esto no va a pasar, supongo que
nunca vamos a cumplir con la meta de acabar con ese penoso problema.
Los expertos consideran que solo se podrán alcanzar las metas
en las dos regiones asiáticas, porque en el África subsahariano se está volviendo
un imposible lograrlo.
Hay dos factores de mucha importancia que no dejan combatir los
problemas que manejamos acerca de la malnutrición de los humanos, ellos son el hambre
y la pobreza, que si no fijamos políticas inteligentes que puedan combatirlos, seguirán
mostrando que cada día aumentan la pobreza absoluta en el planeta.
La Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo
presenta una lista de factores que produce la pobreza absoluta, para que los humanos
no puedan integrarse a la vida normal y puedan conseguir los recursos financieros,
para acceder a la alimentación normal:
«Reducen en quienes las padecen la capacidad para desarrollar
una actividad física y, por tanto, disminuyen su potencial productivo en el trabajo,
que suele ser su único bien.
»Menoscaban la capacidad de las personas para desarrollarse físicamente
y mentalmente, retrasan el crecimiento infantil, reducen la capacidad cognitiva
y limitan considerablemente la asistencia a la escuela y el rendimiento escolar,
comprometiendo la eficacia de las inversiones en educación.
»Provocan graves perjuicios a largo plazo para la salud, vinculados
a unos índices más altos de enfermedad y muerte prematura.
»Se transmiten de una generación a otra: Las madres que padecen
hambre dan a luz niños con insuficiencia ponderal, que empiezan a vivir con desventaja.
»Contribuyen a la inestabilidad social y política, que mina aún
más la capacidad del gobierno para reducir la pobreza”.
Los humanos que están en estas condiciones se ven metidos en
el círculo vicioso del hambre:
Productividad baja, pobreza crónica.
Para lograr el objetivo de reducir la pobreza absoluta, las políticas
internacionales, deben asumir el problema en una forma directa y no seguir afrontándolo
en forma oblicua, es decir hay que erradicar las causas que la producen, como mejorar
las condiciones en que las familias campesinas puedan vivir en su entorno, produciendo,
los elementos básicos de su canasta; corregir con mucha energía el fenómeno mundial
de la superpoblación; enfocar los préstamos bancarios, para que lleguen directamente,
a aquellos moradores más pobres, que los pueden poner a servir en favor de la pobreza
absoluta; definir políticas de estado que sean capaces de estabilizar a los campesinos
en sus parcelas, para garantizar la producción agropecuaria.
El crecimiento económico, centrado en el crecimiento de la agricultura
y la economía rural de amplia base, sería una condición indispensable para alcanzar
correctivos a corto plazo, para combatir este mal, que no pensamos oportunamente
en él y que se va a apoderar de los continentes subdesarrollados.
En la actualidad, afortunadamente conocemos ampliamente los factores
que están degenerando este mal y los países donantes, para corregirlo, ya están
incluyendo en sus planes, correctivos apropiados, para llegar a la meta.
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Nicholas Kristof, periodista del NYT, hizo un famoso anuncio,
que llenó de satisfacción a todos los que anhelamos que la pobreza absoluta en la
Tierra, empiece a desaparecer: «La mejor noticia desconocida es que en los últimos
treinta años el porcentaje de personas en el mundo que viven en pobreza extrema
se ha reducido en más de la mitad».
El último informe sobre pobreza y prosperidad compartida, del
Banco Mundial, en el año 2016, es muy alentador en estos aspectos: «Los números
dejan poco espacio para la duda: la pobreza extrema ha descendido dramáticamente
y de forma efectiva de los 1.900 millones de 1990 a menos de 800 en 2013, una reducción
de casi 50 millones de pobres menos por año, equivalente a la población de Colombia
o Corea del Sur”.
Este gráfico nos ilustra sobre el tema:
Esperamos que estas buenas noticias sigan pasando y que para
el año 2030 las naciones unidas logren la meta final de erradicar este penoso mal,
del planeta la tierra.
1.
Wikipedia, Pobreza.
Sopetrán, 12 de marzo del 2017.
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