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viernes, 13 de septiembre de 2013

Acerca del cristo de la parroquia. Capítulo II



Sopetrán, Rincón de las Palmas. Carrera Córdoba #11-29. Teléfonos: 8543151 y 3206093059

Apreciados paisanos:

Gracias a las bondades de Dios y a la buena voluntad del señor cura, nuestro cristo está nuevamente con nosotros, pero no en su cruz, sino en el cofre en que se carga, en la procesión del Santo Sepulcro.


Esta es la imagen de nuestro cristo en su cofre, después de un descanso que nos había paralizado a todos los que estábamos enseñados a presentarle nuestras amarguras.

Nuestra humilde petición ahora es:

Pedirle muy respetuosamente al señor cura  que nos ayude a colocarlo en el centro del altar mayor, para que presida los destinos de nuestros actos religiosos.

Las razones que tenemos son las siguientes:

Para un templo de las dimensiones del nuestro, que es uno de los diez más bonitos de Colombia, la imagen que tienen exhibida, deslustra la belleza del presbiterio.

La calidad de nuestro cristo es impresionante, porque se ve a las claras, que sus taladores tenían el arte metido en el alma; en cambio los que vaciaron el nuevo cristo ni siquiera tuvieron en cuenta la proporcionalidad de que habla Da Vinci en sus catálogos, porque los brazos de esta nueva imagen parecen las de un enfermo que se está recuperando lentamente de sus dolencias.


Es importante decir que las personas que le rezamos a esa imagen, nos acostumbramos a verlo desde que nuestros padres no llevaron por primera vez a las funciones religiosas y es un dolor profundo no poder verlo en su cruz, presidiendo los destinos de nuestra parroquia, porque inmediatamente sentimos un vacío espiritual.

Cuando lo vi, sentí que el alma, me regresaba al cuerpo y tuve la paciencia de revisar cuidadosamente su cara, sus heridas y la belleza de esa preciosa talla.

Sinceros agradecimientos por haber escuchado nuestra súplica.

Sopetrán, 13 de septiembre 13 del 2013.

Darío Sevillano Álvarez


Cédula de ciudadanía: Número: 3’ 620. 074 de Sopetrán.



jueves, 12 de septiembre de 2013

Acerca del cristo de la parroquia


 Sopetrán, Rincón de las Palmas. Carrera Córdoba #11-29. Teléfonos: 8543151 y 3206093059

Comentario importante

El cristo del altar mayor del templo parroquial de Sopetrán, que nos acompañó siglo y medio y estuvo escuchando nuestras súplicas, ya no está en su sitio, porque fue llevado a la capilla del Sagrado Corazón el día de la procesión del Santo Sepulcro y lo remplazaron, por un cristo, casi del mismo tamaño, pero que no cumple con nuestras expectativas, porque cuando estamos enseñados, a rezarle a una imagen, es casi un imposible que nos adaptemos a presentar nuestras súplicas ante otra, que no es la que estamos enseñados a ver.


La inmensa mayoría de feligreses que han hablado de este cambio conmigo no están de acuerdo con esta actitud, porque todos los humanos somos resabiados y cuando nos enseñamos a ver un santo, los demás no nos producen, la alegría ni el respeto suficientes, para rezarles.


Esta es la nueva imagen de Jesucristo crucificado, que exhibe el templo parroquial de Nuestra Señora, pero si lo analizan con mucho cuidado, como lo hacemos los que estamos apegados al patrimonio que maneja nuestra parroquia, se darán cuenta inmediatamente de las diferencias notables que hay entre las dos imágenes.

Nuestro cristo es tallado en madera y es macizo; el nuevo es de cualquier vagabundería de esas que hacen los escultores modernos, que no tienen idea de esculpir.

El nuestro, tiene una inclinación muy lógica, para una persona que acaba de expirar; el nuevo como que quiere morirse y como que quiere quedarse vivo.

El paño que cubre el genital de nuestro cristo, es totalmente diferente al del otro que tiene mucho tilín y pocas paletas.

El nuestro, tiene los brazos descolgables y lo acompañan unos hombros postizos que se le colocan a la imagen, cuando está en el cofre, por medio de unos ganchos para que la imagen se vea normal; el nuevo tiene los brazos adheridos al cuerpo y no se puede depositar en el cofre.

Hasta la pintura del nuestro fue aplicada con más fervor y con más conocimiento artístico, que la del el nuevo.

Los brazos de nuestro cristo tienen unas bisagras que le permiten la función de descolgarlo; el nuevo carece de ellas.

El pelo de nuestro cristo, se ve caer en los hombros de una forma muy normal; el nuevo tiene un pelo, que imita una peluca

Las heridas de nuestro cristo, son totalmente diferentes a las que tiene el nuevo.

En esencia el nuevo cristo no nos gusta a los que sabemos de arte ni a la feligresía.

Sopetrán, Septiembre 10 del 2013.

Darío Sevillano Álvarez.




Cédula de ciudadanía: Número: 3’ 620. 074 de Sopetrán.