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lunes, 15 de noviembre de 2010


El San Nicolás moderno

Darío Sevillano Álvarez

Conocí a San Nicolás hace 52 años, cuando era un pequeño caserío, con calles de tierra y ranchos de iraca mecidos por las brisas del Cauca, y lleno de naturaleza viva, entre la que se destacaban, las mariposas multicolores, que se desplazaban de charca en charca, haciendo sus danzas nupciales; las aves propias del bosque seco tropical; los animales domésticos que se mezclaban con las gentes, en armonía misteriosa; el suave olor de los tamarindos, de las chirimoyas y de los anones y el encanto propio del murmullo de las aguas, que producidas en el río y en la quebrada al despeñarse suavemente por sus cauces. De esta hermosa experiencia, publicamos hace un mes todas las fotografías, que hacen gala de ese precioso nombre que le habíamos dado: el macondo antioqueño, para compararlo con las crónicas de Gabriel García Márquez, cuando describe ese recóndito lugar de la tierra. Ahora, con un poco de nostalgia, por haber perdido todos esos encantos, pero satisfechos con su progreso, vamos a publicar, la metamorfosis social, económica y arquitectónica que ha convertido en la última década, a este pequeño rincón, en una villa de descanso, con todas las de la ley.

Aspecto actual de un ángulo de la plaza.

La mejor carta de presentación del lugar, es el complejo industrial, en donde se extrae la arena, el cascajo y se tritura la piedra, con todas las técnicas modernas.

Éste es el puente colgante por donde se llega a la Villa.

Ésta es la calle de acceso entre el puente y la plaza.

Este es el ramal norte de llegada.

Panorámica de la desembocadura de La Sucia en el Cauca.

Instalaciones del estadero más importante.
 

Piscina que acompaña el estadero.
 

Placa polideportiva.

Bifurcación de una de las calles.

Miren el esplendor del templo.

Uno de los ángulos de la plaza.

Calle principal del caserío.

Local donde funciona la escuela.

Otro lateral de la plaza.

Más ángulos de la plaza.

Rincón donde funciona la sacristía.

Bulto restaurado de San Nicolás de Bari.

Sagrario con expositorio y óleo de San Nicolás.

Virgen que, según los vecinos del lugar, lloró algunas veces.

Espadaña del templo, enmarcada en el horizonte.

Portal de una de las viviendas.

Viviendas con olor a colonia.
 
 

Entrada por el lado de encima.

Esta hermosa construcción, evoca dos épocas.

Panorámica del complejo industrial.

Canoa atravesando el Cauca.

Pequeño puerto de canoas.

Su cancha de balompié es la mejor del municipio.

Observen sus dimensiones.
Nos alegra, que este pequeño poblado esté entrando en una verdadera etapa de progreso, porque sus gentes, campesinos de bien, honrados y buenos trabajadores, tenían el derecho de vivir mejor.
Sopetrán, octubre 31 Del 2010
*

2 comentarios:

Unknown dijo...

muy bien los felicito un muy buen informe de san nicolas

Los Gavirias de Sopetrán dijo...

Estimado Gustavo Adolfo

Desde hace 11 meses tratamos de hacer lo mejor para poner en este blog la mayor cantidad posible acerca de Sopetrán y de los sopetraneros. Agradezco su concepto y pongo estas páginas a su disposición para que exprese en ellas lo que conozca de nuestro pueblo y de sus gentes.

Gabriel Escobar Gaviria