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lunes, 11 de abril de 2016

La chucha

El rincón de los animales
Darío Sevillano Álvarez
 La chucha, fara o zarigüeya

Conocemos con este nombre a un humilde animal mamífero, clasificado por Linneo en el año de 1758, con el nombre de Didelphis marsupialis, que traduce ‘el animal de dos vaginas’ que pertenece al orden de los marsupiales, (estos tienen un saco especial al pie de su vagina común, en donde mantienen a sus crías ya nacidas, hasta cuando se defienden por sus propias habilidades), al que los científicos llaman marsupio.


De las quince especies y dos subespecies que existen, la nuestra es la que habita en la región coloreada de rosado claro en el mapa de las américas.

Las chuchas se alimentan principalmente de aves, entre las que ocupa un lugar principal la gallina, pero su régimen alimenticio es omnívoro, es decir, come de todo lo que se le atraviesa: frutas bulbos, semillas, entre otros.

Este animal, es el enemigo número uno de los pájaros; pero recuerden que en la pirámide ecológica tiene que haber controles o predación, para las especies que son abundantes en la naturaleza.


Las chuchas, son de costumbres nocturnas y están dotadas de las herramientas necesarias, para tener movilidad en los árboles, con el fin de no fallar en sus cacerías. Por esta razón su cuerpo es muy ágil, sus uñas muy adecuadas para mantenerse bien, trepando y bajando de los árboles y su cola es prensil, es decir se puede colgar de ella perfectamente, como su fuera un pedazo de lazo.

Su dentadura es muy fina y donde se aferra, para morder, difícilmente suelta; los campesinos dicen que si está mordiendo, es necesario darle un machetazo en el cuello.

Las chauchas son animales casi prehistóricos, porque no sufrieron muchas mutaciones en el proceso evolutivo.


Su clasificación podría ser:

Reino: Animal.
Philum: Cordados.
Clase: Mamíferos.
Orden: Didelfomorfos.
Familia: Didélfidos.
Género: Didelphis.
Especie: Marsupialis.

La carne de chucha es de muy buen sabor, si así lo afirmo es porque mi Abuelo Antonio Sevillano, las capturaba en unos cajones especiales que tenía en las tapias del solar de su casa en Tarroliso y cuidaba mucho el hecho de que el animal no se fuera a orinar, porque produce una sustancia muy fétida que daña el buen sabor de las carnes.


Es bueno aclarar que si las gallinas que comen cuanta cochinada encuentran en las huertas, son comestibles, las chuchas son más aseadas  para comer que ellas y su carne sabe a pechuga de gallina.

Pero es importante tener en cuenta que hay dos parásitos que pululan en el cuerpo de las chuchas: El Pito que es el vector contaminante del Trypanosoma cruzi, que tramite el mal de Chagas y el chinche o Triatoma dimidiata, que trasmite una enfermedad por protozoarios.

Una chucha bien cebada puede llegar a medir unos sesenta centímetros de largo y puede tener un peso de veinte kilogramos.

Las chuchas se adaptan fácilmente a cualquier bioma, pero prefieren los ambientes húmedos de las junglas y el bosque templado; estos animales son capaces de sobrevivir en ecosistemas demasiado calientes o lugares muy fríos.


Es importante contarles que cuando los bebes nacen y ya han estado en el marsupio por algún tiempo, la madre los puede trasportar en su lomo.

Las chuchas aparentan ser animales muy feroces, porque son capaces de abrir sus bocas que están dotadas de muy finos dientes, hasta 80º (grados) pero eso solo es un aparato disuasorio, porque cuando se ven en un peligro muy fuerte y saben que no pueden correr para ponerse a salvo, fingen estar muertas en un estado cataléctico, que hace creer que el animal, ya expiró.

Como ya vimos son animales de costumbres nocturnas y pasan el día en escondites como troncos huecos, debajo de grades rocas, o incluso en madrigueras excavadas por ellas mismas.


Mucha parte del tiempo que pasan en los escondites, se preocupan por limpiar su cuerpo, acicalar el pelo y mantener en buen estado su rostro.

Los nidos de ellas, están tapizados de hierbas y hojas secas que trasporta con su cola o en su boca.

Aunque son muy buenas trepadoras de los árboles y saben saltar de árbol en árbol, la mayoría de sus actividades nocturnas, son en el suelo.
Las chuchas son marsupiales nómadas, es decir cambian con mucha frecuencia de lugar para vivir, pero como son territoriales, defienden con mucha valentía su territorio.

Las hembras tienden a vivir en pequeños grupos, mientras que los machos son solitarios y cuando se encuentran, casi siempre pelean; las hembras no receptivas, cuando se encuentran con un macho, lo atacan con mucha violencia, pero los machos no responden a estos ataques.


Las chuchas tienen un período de gestación y reproducción cada cinco o seis meses así: El período de gestación dura doce o trece días; después de los cuales pueden nacer de cuatro a veinte animalitos; claro está, que todos no caben en el marsupio y por esa razón algunos mueren; las crías nacen muy débiles y solo las uñas les sirven para aferrarse al vientre de la madre y llegar hasta el marsupio para protegerse; las que logran llegar se mantienen aferradas a las tetas internas de la madre hasta por 60 días; los pequeños animales son destetados totalmente a los cien días de haber nacido.

Las hembras alcanzan la madurez sexual a los ocho meses de vida, pero solo se reproducen cuando cumplen un año; hay una teoría que aún no está bien investigada que parece ser cierta: que las chuchas hembras solo se reproducen en los dos primeros años después de haber alcanzado la madurez sexual.


Es muy importante que sepamos cuál es el papel de las chuchas en el ecosistema: controlar las especies de aves, para que no se reproduzcan en abundancia y por esta razón es bueno no matarlas, para que puedan cumplir con su encargo.




Sopetrán, 8 de febrero del 2016.

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