Esta mañana me di una vuelta por la Casa de la Cultura Humberto Jiménez Tavera y después de hablar asuntos pertinentes a este blog con el director Jovanny y con mi camélido amigo Darío Sevillano procedí a retirarme.
En el zaguán de la salida atiné a encontrarme con don Carlos Oquendo, a quien no conocía, pero que en lenguaje algo incomprensible me indicaba que me devolviera y me señalaba el lugar donde están las fotos de algunos personajes de mi pueblo.
Muy honrado con la invitación lo acompañé al lugar y en la galería me mostró con orgullo su foto:
Al darme cuenta de que su foto le agradaba en demasía le retribuí su atención tomándole una foto con su foto de fondo:
Al mostrársela en el visor de mi cámara se dio cuenta de que ya no necesitaría arrastrar a la gente hasta la galería para mostrar su foto, sólo era decirme a quien se la mostrara y yo haría el resto, me hizo ir hasta donde dos o tres personas a las que procedí amostrársela como él me indicaba. Luego alcanzó a ver a un grupo de unos ocho jóvenes y fue mucha la alegría que le dio, pues ya iba marcando por docenas. Luego de mostrársela en el visor de mi cámara insistió en posar con los jóvenes algunos de los cuales accedieron.
Qué pena con don Carlos, pero me le tuve que volar porque ya insistía en irse conmigo para la plaza y mostrar la nueva foto y las otras a quienes estuvieran allí. No pude ni despedirme ni decirle que el bus que venía de Liborina estaba para pasar y yo tenía afán de llegar a Medellín.
Un consejo le doy a don Carlos que nos conviene a los dos: sus fotos ya no están solamente en la galería de la Casa de la Cultura, no, ya están en ¡la internet! dándole la vuelta al mundo a razón de casi 400 aperturas diarias, ahora bien, que se haga amigo del dueño de un café internet (a los tres) y le lleve clientes que le abran este blog para que vean las tres fotos y no tenga ya sólo la de la Casa de la Cultura para mostrar.
Gabriel Escobar Gaviria
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