Algunas señales que
nos están
mostrando el final de los tiempos
mostrando el final de los tiempos
Darío Sevillano Álvarez
Los escritos que voy a hacer, de alguna manera tienen
que ver con la palabra Apocalipsis, vocablo que viene del idioma griego ἀποκάλυψις, que traduce ‘Revelación’,
que es la mejor traducción que se ha hecho del nombre del último libro de la Biblia.
Anticipo que no soy un experto en exégesis ni en
teología ni en las ciencias que se estudian para poder interpretar a la luz de
la revelación los escritos sagrados.
Me voy a limitar, entonces, a mostrarles algunas
señales que la naturaleza y el tiempo, en su sabiduría, nos han regalado, y
otras que han sido causadas por la imprudencia del Homo sapiens, que a pesar de ser la única forma de vida con
intelecto, es la que más desorden produce.
Antes de entrar en materia les cuento que el Apocalipsis o Libro de las revelaciones, que según la mayoría de los sabios fue
escrito por Juan de Patmos entre los últimos años del siglo primero y los primeros
del siglo segundo, es un libro que preocupa bastante a todos los sabios de la Tierra
porque anuncia unos hechos que sucederán al final de los tiempos y que van a acabar
con todo lo que hay en el planeta.
Tambien es bueno contarles que el Apocalipsis, ha sido mirado por los sabios de tres maneras: La
manera preterista, es decir, del pasado, y habla de que los hechos que allí se
narran, ya pasaron en los primeros siglos de nuestra era; la manera idealista,
es decir, una manera de ver las cosas como la lucha del bien y del mal; y la
manera futurista que anuncia las cosas que sucederán al final de los tiempos.
Ahora sí podemos entrar en materia:
Una de las cosas que más me preocupan, son las
continuas guerras que la humanidad libra y que en vez de terminar, cada día se
complican, porque a lo largo de su historia, van involucrando más naciones y se
van extendiendo con mucha facilidad.
Entre los años de 1978 y 2015, se han sucedido doce
guerras que no se les ve el final muy cercano, ellas son:
La guerra civil de Afganistán que empezó en 1978 y aún
está en pie, con 2’000.000 de víctimas.
La guerra civil Somalí, en el año 1991 con unas 500.000
víctimas.
La guerra en el noroeste de Pakistán en el 2004, con
56.000 víctimas.
La guerra contra el narcotráfico en México desde el año
2006, con 350.000 víctimas.
La insurgencia islámica en Nigeria, en el año 2009, con
15.000 víctimas.
La guerra civil en Siria, desde el año 2011, con
470.000 víctimas.
La insurgencia iraquí, después del conflicto con
Estados Unidos, con 60.000 víctimas.
La guerra civil sursudanesa, en el año 2013, con 50.000
víctimas.
La guerra de Libia en el año 2014, con 3.700 víctimas.
La guerra civil en el norte de Ucrania, en el año 2014,
con 9.000 víctimas.
La guerra contra el Estado Islámico, en el año 2014,
con 90.000 víctimas.
La guerra civil en Yemen, en el año 2015, con 7.400
víctimas.
Pero fuera de estos conflictos hay unos treinta tres,
de menor rango, situados a lo largo y ancho del planeta, que nos muestran la
capacidad de maldad del hombre, para pelear con sus congéneres.
Lo más peligroso de este asunto, es que Algunos países
están dirigidos por locos paranoicos, lo que constituye un peligro porque en
cualquier momento se les van las manos y nos meten, como anuncia el viejo dicho
popular, en camisa de once varas.
La sequía podría ser otra señal peligrosa, que pudiera
estar avisando, la cercanía del final de los tiempos, porque muchos ciudadanos
terrestres están padeciendo, por la falta del precioso líquido.
Este fenómeno es una anomalía climatológica que se
caracteriza por la escasez del agua en un lugar determinado, por falta de
precipitaciones meteorológicas y en ese caso la pudiéramos llamar sequía
meteorológica; si el fenómeno dura por muchos meses o años, se podría convertir
en una sequía hidrológica, que es un fenómeno muy complicado, para los
habitantes de esa región, por falta del agua; pero si el fenómeno es por mucho
tiempo se podría convertir en aridez, que es cuando en un lugar de la tierra no
hay agua.
La escasez del agua, es el principal desafío del siglo
XXI, porque 1.200 millones de personas ya están sufriendo de este mal; 500
millones de personas están ad portas
de sufrirlo; y 1.600 millones de pobladores de la tierra, se enfrentan a una
escasez muy fuerte de este precioso líquido; como ven las cosas no están muy
bien en este aspecto que es básico para la estabilidad de los humanos en el
planeta.
En el último siglo, el consumo del agua creció a un
ritmo dos veces superior a la tasa del crecimiento de la población y esto nos
tiene al borde de un colapso hídrico.
Debemos recordar que: «La escasez de agua es un
fenómeno no solo natural sino también causado por la acción del ser humano. Hay
suficiente agua potable en el planeta para abastecer a los 7.400 millones de
personas que lo habitamos, pero ésta, está distribuida de forma irregular, se
desperdicia, está contaminada o se gestiona de forma insostenible».
¿No creen ustedes, que cuando este problema se ponga
color de rosa, va a ser un percance muy grande para los moradores del planeta?
Sabías que… «A día de hoy, cerca de 700 millones de
personas procedentes de 43 países diferentes sufren escasez de agua.
»En 2025, 1.800 millones de personas vivirán en países
o regiones con escasez absoluta de agua y dos terceras partes de la población
mundial podrían hacerlo en condiciones de estrés hídrico.
»Bajo el contexto actual de cambio climático, en el
2030, casi la mitad de la población mundial vivirá en áreas de estrés hídrico,
incluidos entre 75 y 250 millones de personas de África. Además, la escasez de
agua en áreas áridas o semiáridas provocará el desplazamiento de entre 24 y 700
millones de personas.
»En el África Subsahariana se concentra el mayor número
de países con estrés hídrico».
Los dejo meditando en este segundo síntoma del final de
los tiempos, para que cada uno de ustedes piense en las soluciones que podemos
aportar para que esto no vaya a ocurrir.
También el hambre mundial, es una preocupación a los
científicos, porque en el momento actual, está afectando a muchos pobladores
del planeta.
El Programa Mundial de Alimentos PMA publica que a la
fecha hay 950 millones de habitantes que están totalmente desnutridos a lo
largo y ancho del planeta.
Entre las principales causas, el organismo señala los
desastres naturales, los conflictos sociales y los políticos, la extremada
pobreza, la falta de infraestructura agrícola, la sobreexplotación del medio
ambiente, el alza desmesurada del precio de los alimentos en todas las
naciones; pero en realidad las grandes causas que provocan el hambre, son políticas,
comerciales, religiosas y la violencia, entre otras.
Aunque la Organización Mundial de los Alimentos es una entidad que cuenta con el apoyo de grandes potencias mundiales, pero no alcanza a cubrir todas las urgencias que este mal produce a diario.
«Esta organización tiene como objetivos cinco puntos:
Salvar vidas y proteger los medios de subsistencia en emergencias; prevenir el
hambre aguda e invertir en medidas de preparación para casos de catástrofe y de
mitigación de sus efectos; reconstruir las comunidades y restablecer los medios
de subsistencia después de un conflicto o una catástrofe; o en situaciones de
transición, reducir el hambre crónica y la desnutrición; fortalecer la
capacidad de los países para reducir el hambre».
Así clasificamos el hambre en el mundo:
Nivel
|
Color
|
Significancia
|
1
|
Azul
|
Extremadamente baja (menos del 4 %)
|
2
|
Verde
|
Muy baja (entre el 5 % y el 9 % de la
población)
|
3
|
Amarillo
|
Media (entre el 10 % y el 19 % de la
población)
|
4
|
Púrpura
|
Muy alta (entre el 20 % y el 34 % de la
población)
|
5
|
Rojo
|
Extremadamente alta (más del 35 %)
|
Este gráfico y su respectivo mapa, nos muestran la
realidad del hambre.
«Los que viven en los países desarrollados del mundo
suelen pensar que estas cosas sólo ocurren en lugares como la India, Bangladesh
o el África. ¿Cómo puede el hambre atacar países como Estados Unidos? ¡Hoy
parece impensable que algún día los supermercados y restaurantes tengan que
cerrar sus puertas porque no hay comida! No obstante el hambre, va a azotar a
países tales como Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, Nueva Zelandia,
Australia y otros países desarrollados del mundo».
Muchas puertas se nos cierran y no vamos a ser capaces
de solucionar los problemas a pesar de las tecnologías de punta que manejamos
son mis conclusiones que saco a medida que voy escribiendo.
Me parece que es la hora de reflexionar muy en serio,
sobre los grandes problemas que se nos vienen encima.
Por mucho dinero que tengamos, no vamos a encontrar
nada para comprar y supongo que sopas de billetes no deben saber muy bueno que
digamos
.
Incorporemos a nuestro escrito otro factor bastante
delicado, como son los incendios forestales, que a diario se presentan en el
planeta y que el hombre sabio, no se inmuta por ellos, porque cree que ese
asunto no es con él.
Los incendios forestales que miramos con mucho desdeño,
van a convertir el planeta en un desierto y cuando esto ocurra ¿en dónde vamos
a vivir y qué vamos a comer?
Todos los estudios de los grandes científicos del planeta,
apuntan a decir que si se siguen presentando incendios forestales, con la
frecuencia, con que se presentan en la actualidad, nos vamos a quedar sin
bosques y eso e significaría que las tierras quedarían áridas, los nacimientos
de aguas, se secarían y la producción de alimentos quedaría reducida a su más
mínima expresión.
Lo peor del caso es la despreocupación de su majestad,
el Homo Sapiens, porque se le metió
en la cabeza, que es el rey de la creación y que ante sus majestades, todas las
criaturas, deben doblegar sus cabezas.
La sequía prolongada del cambio climático, es la mayor
causa para que se presenten los incendios forestales, que están consumiendo
todos los grandes bosques de la tierra, como la Amazonia colombiana.
Estos incendios también causan una gran extinción de la
fauna silvestre y si seguimos como vamos, nos quedaremos sin muchas especies
animales, fuera de las especias vegetales que se queman, en esas grandes
tragedias.
Si ustedes siguen a diario los noticieros de radio y televisión,
son sabedores de que cada semana pasan dos o tres sucesos de esta magnitud.
Pero no todos los incendios son provocados por los
rayos o por fenómenos naturales; un alto porcentaje de ellos, son producidos
por la imprudencia del hombre, que prende fogatas en las regiones de los
bosques o que enciende unas basuras de su finca y por un error el fuego se
extiende y quema una cantidad de hectáreas.
Otro asunto muy preocupante en los últimos años son los
terremotos que han impactado el mundo han dejado miles de muertos y millones de
damnificados y graves daños materiales.
Vale la pena recordar, que nuestro planeta es un bólido
feroz que viaja por el espacio infinito, cargado de una fuerza destructiva, que
no tenemos la forma de controlar.
Recuerden que el núcleo de nuestra Tierra es una gran
candelada de elementos líquidos que ebullen a muchos grados de calor y que esa
candelada, siempre respira en forma de erupciones por los conos de los
volcanes.
Estos fenómenos se podrían llamar: La geodinámica interna,
es decir los efectos que produce el hecho de que nuestra tierra tenga un núcleo
incandescente.
En este punto debemos insertar el hecho, no menos
grave, de que hay unos súper volcanes, diseminados por el planeta, que si les
da por hacer erupciones, complicarían la situación de los humanos.
Les traigo a la memoria, lo que escribí de ellos.
Los siete colosos, de que les hablo, son:
Aira caldera en Japón.
Aso en Japón.
Campi flegrei en Italia.
Kikai caldera en el Japón.
Long valley caldera en California.
Lake taupo en Nueva Zelandia.
Lake toba en Sumatra.
Valle grande de Nuevo México.
Yellowstone Estados Unidos.
La Garita caldera en Colorado.
Las erupciones de estos colosos solo se dan de cuando
en cuando; pero si Yellowstone, hace una erupción, se llevaría, en sus fuegos
pirotécnicos una gran parte de los Estados Unidos, como lo muestra el siguiente
gráfico.
Agrava esta consideración ele hecho de que estos males
no tienen remedio.
Hablemos ahora de las inundaciones, que se van a
presentar por montones, porque debemos recordar que con la descongelación de
los polos, en donde estaba concentrada en forma de hielo, una parte muy
importante del agua dulce de la tierra, más o menos el 80 % de ella, va a
elevar el nivel de los mares y los océanos, y creen los científicos, que
posiblemente subirá unos ocho o diez metros el nivel de ellos, altura
suficiente para inundar muchísimas ciudades costeras que hay en el planeta.
No crean que esto es un cuento mío, porque ya está
pasando y a todos los puertos que conozco sobre los dos océanos que bordean a
Colombia, el agua les ha arrebatado unas calles y muchas casas.
Algunas ciudades, para protegerse de este fenómeno, que
no tiene cura, están construyendo grandes muros, para liberarse de los efectos
del oleaje; lo que no sabemos es hasta donde será capaz, de pelear con la
naturaleza, el Hombre sabio.
Tengamos en cuenta que las personas que viven en las
orillas de los mares y de los océanos, cuando el agua les arrebata, el lugar en
donde viven, se tienen que desplazar, y ocupar el espacio que otros ya tienen y
a este fenómeno lo conocemos con el nombre de competencia, es decir, pelear por
un espacio.
Observen en la siguiente fotografía como se hacen los
muros, para liberarse del ataque de las aguas.
Los Países Bajos que hay en Europa, son terrenos que
los humanos, le robaron a las aguas.
Es bueno que vean cómo se defiende el hombre de los
ataques de las olas marinas, en los
países bajos.
Hay un dicho popular que lo empleaba mucho mi padre: «Si
por allá llueve; por aquí no escampa», para decir que las cosas estaban mal por
todas partes y creo que eso nos está pasando.
Un factor muy delicado que muchos no se atreven a
hablar de él, unos porque no lo saben hacer y otros porque le tienen miedo es la
cantidad de enfermedades que han aparecido en los últimos veinte años, factor
muy delicado que llama la atención, porque parece que se les están saliendo de
las manos a los médicos.
Debemos recordar que los antibióticos están perdiendo
la batalla contra las enfermedades, por el mal uso que hemos hecho de ellos y
este factor va a complicar las cosas en los próximos veinte años
Después de ver con detenimiento el gráfico que les
propongo, se darán cuenta a cuáles enfermedades me estoy refiriendo, pero es
bueno que recordemos algunos de los nombres, que son conocidos por muchos
ciudadanos, por aquello de que las personas hablan de ellas, con alguna frecuencia.
Dengue, fiebre amarilla, fiebre del Ébola, fiebre del
Nilo, síndrome urémico hemolítico, úlceras gástricas, cólera, malaria,
tuberculosis, tosferina, difteria, leptospirosis, fiebre bubónica.
Pero hay unas que forman un capítulo especial como chikungunya,
Sica, hantavirus, la gripa h1n1, mal de Chagas y sida, por sus sigla que
traduce ‘síndrome de inmunodeficiencia adquirida’.
¿Creen ustedes que estas enfermedades aparecieron de
pura casualidad o que son manifestaciones de que algo raro está pasando?
Para terminar el escrito me resta decir:
La población humana se está reproduciendo a niveles muy
acelerados y ese mal va a generar problemas, no vamos a caber en el planeta,
porque llegará el día en que ocuparemos todos los espacios para vivir y entonces:
¿En dónde vamos a cultivar lo que nos comemos y en cual lugar vamos a montar la
infraestructura que necesitamos para desenvolvernos normalmente?
Si todos ustedes consultan el portal de internet que se
llama
Cliquear
«No hay cama para tanta gente».
Los expertos en este tema pronostican que para el 2050,
tendremos 9.000 millones de habitantes y recuerden que para ese año, los
científicos pronostican, que habrá escaces absoluta de agua.
Hagamos una seria reflexión sobre estos hechos y
revisemos nuestro comportamiento frente a las posibles soluciones, que se
puedan presentar.
Todos somos responsables de las cosas que puedan
ocurrir en el futuro inmediato y por esa razón tenemos que tratar de solucionar
las causas que puedan producir nuestra propia desgracia.
Sopetrán, 3 de septiembre del 2016.
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