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domingo, 8 de mayo de 2011


Ornitología sopetranera
Darío Sevillano Álvarez

Complemento a la Octava unidad
Guía para la identificación de aves en el municipio de Sopetrán
El municipio de Sopetrán, es uno de los lugares de la tierra, que por su situación astronómica y geográfica, goza de todas las condiciones biológicas, para tener una fauna y una flora excelentes. Recordemos que producimos 34 variedades de frutas y que en el variedad mango tenemos 38 especies y en los cítricos 26 especies. Otra de las ventajas es la de tener en la extensión territorial, los tres pisos térmicos: Cálido templado y frio, circunstancias que se prestan para que tengamos la mayor cantidad de aves del occidente medio del de Departamento.
El primer orden que veremos es el de los columbiformes o aves parecidas a palomas, al cual pertenecen todas las especies de palomos que se mantienen en la plaza y que sirven de adorno natural a nuestro municipio.

Paloma doméstica.
La primera de ellas es la paloma doméstica, Columbia livia, que en nuestro terruño está representada por varias especies: copetona, buchona, abanico, mensajera, franciscana y muchas más. Se alimentan de semillas y cuando se domestican, comen todo tipo de residuos de alimentos y cuidos. Se reproducen fácilmente y se catalogan como aves de corral.

Torcaza.
La tórtola torcaza, Columba fasciata, camuflada en la vegetación, que se parece a su color, goza en los restrojos, buscando semillas. Es muy apetecida por los cazadores y está en estado vulnerable, es decir, si seguimos matándola, la especie podrá desaparecer del planeta.

Paloma caminera.
La paloma caminera, Leptotila verreauxi, llamada también rabiblanca, de costumbres arborícolas, que con mucha frecuencia baja hasta el piso en busca de alimento que lo constituyen las semillas, pequeños frutos e insectos.

Abuelita.
Las abuelitas o tortolitas, a las cuales les decimos tucusitas, Columba Talpacoti, la especie más conocida en nuestro medio, que frecuenta los caminos y senderos.
En el orden de los paseriformes, aves parecidas a pájaros, tenemos varias familias: Los tráupidas, fringílidas, córvidas, túrdidas, los ictéridas, los mímidas, los trogloditas, los hirundínidas. Y en las aves no cantoras, están las siguientes familias: los tiránidas y los cotíngidas, en esta última, Sopetrán no tiene ejemplares.

Tangara de vientre rojo.
Los paseriformes, son las aves mejor dotadas para el canto, por el desarrollo de su órgano vocal llamado siringe. La pata, tiene tres dedos hacia adelante y uno hacia atrás. Son insectívoros, granívoros y frugívoros. Este orden comprende más de la mitad de las aves conocidas.
A los tráupidos, o aves fruteras, también se les dice tangaras. Sus ejemplares cuando están en cautiverio, toman una coloración desteñida. Se delatan fácilmente, porque se mantienen en las copas de los árboles. Se alimentan de frutas y de insectos que buscan en los techos de las casas. Se encuentran en los tres pisos térmicos.
En esta familia, podemos ubicar: Los azulejos, los grisejos, los toches, los cardenales, los clarineros y las tángaras.
Veamos cada una de las especies:

Azulejo.
El azulejo, Thraupis epíscopus cana, es tal vez el más común de la familia y por esa razón es uno de los que más tienen en cautiverio, se deja domesticar fácilmente y se puede mantener en semicautiverio, es decir fuera de la jaula, pero lo bonito, es que esté en la naturaleza cumpliendo con sus funciones.

Clarinero de vientre rojo.
El clarinero de vientre rojo, Anisognatus igniventris es el ejemplar más atractivo de la familia y al más abundante, en América. Son aves de tamaño pequeño y colores vistosos. Viven trepados en los árboles, pero bajan al suelo en busca de algunos alimentos. Se alimentan principalmente de frutas; su canto es fuerte y melodioso, casi siempre se desplazan en grupos numerosos. Se desarrollan en los tres pisos térmicos.

Cardenal.
El cardenal o Ramphocelus dimidiatus, que habita en los bosques tupidos y húmedos. Se les observa solos o en parejas, buscando su alimento que son frutas e insectos. Emite silbidos poco fuertes. Se desenvuelve en las alturas de cero a mil quinientos metros.

Tangara de cabeza roja.
La tángara de cabeza roja, o Tángara Syrola, vive en las regiones nubadas y en los restrojos, en los sembrados de cacao o de café. Se le observa en parejas o en grupos pequeños. Busca su alimento en los arbustos y árboles grandes. Su hábitat sube hasta los 2.300 m. s. n. m.

La tángara de cabeza roja, Tángara Vitriolina, se le observa en pequeños grupos, entre las selvas húmedas y los restrojos. Se alimenta de frutas. Son muy activas y cantan melodiosamente. Se encuentran entre los 500 y los 2.600 sobre el nivel del mar.
Los fringílidos o pájaros que se alimentan de semillas, son los canarios, las tángaras de cabeza rufa, los afrecheros o pinches, los mochuelos o silgas, los carriquíes o bababuyes y los papayeros o peperos.

Canarios.
El canario, Serinus canaria, pájaro originario de las Islas Canarias, que alcanza unos trece centímetros de longitud, de alas puntiagudas, cola larga y ahorquillada, pico cónico y delgado y plumaje amarillo, verdoso o blanquecino, a veces con manchas pardas. Es una de las aves de mejor canto.

Tángara de cabeza rufa.
La tangara de cabeza rufa o espiguero, Tiaris olivácea, es un ave arborícola de tamaño pequeño, en su plumaje predominan los colores opacos, está provista de pico pequeño y suavemente decurvado, que le es de mucha utilidad, porque su alimento consiste en semillas y pequeños frutos. Habita desde las selvas amazónicas, hasta áreas abiertas. La mayoría de ellos se desenvuelven en el suelo. Cantan muy bonito.

Pinches o afrecheros.
El afrechero, gorrión o pinche, Zonotrichia capensis, es la más común de nuestras aves y le gusta habitar, en donde esté el hombre, se pudiera decir que es una de sus mascotas naturales. Anida en los huertos y jardines. Se alimenta de semillas y de insectos. Se le ve, en parejas o en pequeños grupos. Su nombre de afrechero se debe a que cuando están pilando el maíz, se parquea cerca del pilón, para consumir el afrecho que salta al piso.

El negrito josé.
El negrito josé, mochuelo o silga, Sporophila nigricolla, habitan en vegetación abierta, maizales o trigales, se le encuentra en parejas o en pequeños grupos, volando a pequeñas alturas o caminando por el piso. Su rango de altitud longitudinal, es entre cero metros y 2.300 sobre el nivel del mar.
En los córvidas, solo tenemos un ejemplar, supremamente hermoso, el Carriquí o Querqués, Xanthoura yncas, uno de los grandes pájaros, que se alimenta de semillas de maíz, fríjol, arveja, guisantes, guand’u, etc. Y cuando está en cautiverio, come huevos sancochados. Vale decir que se deja domesticar fácilmente y que se puede tener en semicautiverio. Es propio de los climas templados y fríos.
En la familia de los ictéridas, tenemos: Las oropéndolas o rabiamarillos, Ostinops cacicus, que se caracterizan por hacer unos nidos parecidos a las jícaras; que también comen frutas, semillas grandes, insectos y pequeños mamíferos. Estos pájaros son muy sociables con el hombre y eligen las copas de los árboles y las palmeras, cerca de nuestras viviendas, para colgar sus colonias de nidos, que elaboran con mucha destreza, con fibras del capacho de las palmas y con otros materiales, como iraca seca y juncos bien recortados. Se domestican fácilmente y llegan a imitar todo tipo de voces.
Los Toches, gonzalitos o turpiales amarillos, Icterus melanopterus, de hermoso plumaje, combinado de amarillo con negro, muy apetecido para tenerlo en cautiverio, porque aprende a silbar hermosas melodías de tipo militar e imita muchos cantos y voces. Se alimenta de frutas e insectos, pero también aprende a comer cuidos concentrados, con los que adelanta muy bien en sus funciones vitales.
Las monjas o monjitas, Agelaius icterocéphalus, que vive en los juncales y se alimenta de frutas y mosquitos. Su color es igual al de los turpiales y se diferencian por su tamaño más pequeño.

Turpiales comiendo plátano.

El tolú o chamón.
El tolú o chamón, Molothrus bonariensis, pájaro de color negro tornasol, que habita en manadas, en los grades árboles de mango, y que acaban con un arrozal en menos de lo que creemos. La hembra pone sus huevos en nidos de los turpiales, y con toda la malicia, vota los verdaderos, para dejar los suyos.
Pertenecen a esta familia los mirlos y los sinsontes.
La familia de los mímidas, se alimenta de frutas, insectos y gusanos que busca en las hojas podridas del bosque.

El mirlo.
El mirlo, Turdus merula, de color oscuro y canto melodioso, habita en nuestro piso térmico frío y gusta de la humedad del bosque, los jardines campestres, pero también frecuenta las ciudades. Se alimenta de frutos e insectos.
El sinsonte, mirla blanca o paularata, Mimus gilvus, se domestica fácilmente y por esa razón está casi extinguido. Aprende a imitar los cantos de todos los pájaros. Su plumaje es pardo oscuro en el lomo y gris blanquecino en el abdomen. Escoge las palmas de corozo y algunos arbustos del soto bosque, para hacer sus nidos. Se alimenta de frutas e insectos.

Turpial.                    Sinsonte.                    Mirla.
La familia de los trogloditas, se alimenta de insectos; anida en los techos de las casas; y alegra con su canto, las madrugadas. Son animales de cuerpo regordete, con su cola erguida; son muy traviesos y viven en continuo movimiento.

Cucarachero.
El ejemplar más característico de esta familia, es el cucarachero, Troglodytes tesselatus, se parece mucho al ruiseñor Europeo. Es un pájaro muy común en nuestro medio y aunque muy inquieto en sus desplazamientos, busca la compañía del hombre, para hacer sus nidos. Destruye una gran cantidad de insectos perjudiciales, para el hombre y sus cosechas.
En la familia de los hirundínidas, son notables por su pico corto, profundamente hendido y muy dilatado en la base, las alas largas y puntiagudas y la cola horquilladla, son los grandes cazadores de insectos. Tienen un vuelo perfecto y muy rápido.

Golondrina.

Golondrina de ceja blanca.
El único ejemplar de esta familia, en nuestro medio, es la golondrina, Orochelidon murina, es la mensajera del invierno, cuando llega en manadas, al lugar en donde se va a presentar, el fenómeno meteorológico. Su color oscuro tornasolado le da un aspecto hermoso. Anidan en los techos y conviven con el hombre.
Pájaros no cantores, son aquellos que se parecen a los que estamos tratando, pero no cantan bonito. Son insectívoros, muy hábiles para cazar en pleno vuelo, una de las familias, se caracteriza por los colores vivos de su plumaje.
La familia de los tiránidas, deben su nombre a las dos plumas de la cola, que se cruzan como tijeras. Son pájaros insectívoros que se parquean en las cuerdas de la energía o en las ramas de los árboles, en espera de los insectos con que se alimentan. Construyen sus nidos con chamizas y lo repujan con algodón y sedas vegetales.

Distintas especies de pájaros tijeretas.
El miembro más destacado de la familia, que tenemos en Sopetrán, es el pájaro tijereta, Muscívora Tyrannus, es uno de los pájaros más hábiles para la cacería de diminutos insectos. Frecuenta mucho las zonas de clima cálido. Es un pájaro bullicioso e inquieto, que se parque en las orillas de los bosques y de las corrientes de agua.

Sirirí.
Otro de sus familiares es el paparote o sirirí, Tyrannus melancholicus, que caza insectos en pleno vuelo. Es importante no perseguirlo, ni matarlo, porque su labor, es indispensable en el control de los vectores de las enfermedades tropicales.
Pasemos a las aves arborícolas, de alas largas y patas cortas, en las cuales podemos clasificar varios órdenes: Los piciformes, con sus cuerpos parecidos a carpinteros; los coraciformes, parecidos al martín pescador; los apodiformes, perecidos al colibrí; los estrigiformes, parecidos a lechuzas; los cuculiformes, parecidos al cuclillo o garrapatero; los psitaciformes, perecidos a loros; los falconiformes, perecidos a halcones; y los catartiformes, perecidos a gallinazos.

Carpintero común.
El carpintero carmesí o Pículus rivollii, una avecita de tamaño mediano, que se alimenta de semillas, insectos y larvas que encuentra en las cortezas de los árboles. Están provistos de un pico puntiagudo muy fuerte, que les sirve para construir sus nidos, rompiendo troncos de árboles de gran tamaño.

Carpinteros copetones.
En la familia de los carpinteros o pícidos están: El carpintero copetón o Pículus rubiginosus, que se encuentra desde las selvas cálidas hasta las zonas templadas y que se desplaza, solo o en parejas, a las orillas de los bosques, buscando su alimento, que lo constituyen los insectos, xilófagos o comemaderas. Para hacerlos salir de los escondites, emplea el golpeteo, que hace con su pico y que le ganó el nombre de carpintero. Emite chillidos fuertes. Su rango de distribución, desde los 350 hasta los 2.000 metros.

Martín pescador.
En el orden de coraciformes, está el Martín pescador, Megaceryle Torquata, de la familia de los alcedínidas, que se caracteriza por su pico largo y recto, con bordes tajantes, hendido hasta debajo de los ojos, cuyo plumaje, está empapado de una grasa que le sirve de coraza protectora, para que el agua, no moje su cuerpo. Tiene los dedos unidos por membranas, para poder nadar. Se le encuentra a orillas de los grandes ríos y lagunas y fabrica sus nidos en las barrancas ribereñas.
El burro o barranquero, Momotus æquatorialis, de la familia de los momótidas, se caracteriza por sus dos plumas largas de la cola, parecidas a espátulas y por su pico denticulado hacia la punta. Los hay de dos especies: El de copete azul y el de copete café. Se posan en las ramas de los árboles y permanecen inmóviles, solo mueven la cola de cuando en cuando. Se alimentan de insectos, lombrices, pequeñas culebras y frutas.

Barranqueros, burros o soledades.
Los barranqueros o soledades, como también se les dice, están distribuidos en todos los países latinoamericanos, desde México, hasta Argentina y se encuentran desde los 500 metros hasta los 2.000. Es una especie vulnerable y si no la cuidamos puede entrar en riesgo de extinción. Sus nidos los hace en las barrancas de los caminos y casi siempre, tiene una salida de emergencia, para burlar a sus enemigos.
En el orden de los apodiformes, o parecidos a colibríes, están los tominejos, con muchas especies a bordo. La primera familia, los troquílidas.

Colibrí en plena acción.
El colibrí o tominejo, Colibrí Cyanotus, de color verde azul tornasol, es el enano de las aves, pero tal vez el mejor vestido de plumas, con unos matices, parecidos al arco iris. Vive en las cañadas cálidas, cubiertas de bosque y en las zonas nevadas o laderas de volcanes. Sus alas de una gran fortaleza, son batidas tan aceleradamente, que no se pueden ver y sus diminutas patas, solo le sirven, para descansar suavemente, entre vuelo y vuelo. No podría caminar con ellas. Se alimentan del néctar de las flores y a veces de pequeños insectos que están en las plantas que visita. Su más importante papel ecológico, es la polinización de las flores que visita.

Colibrí pico espada.
Las aves de pico largo y fino, lengua tubular y protráctil, es decir larga y que se desplaza por entre el pico o la boca, plumaje brillante de visos metálicos, pertenecen al orden de los apodiformes y se consiguen muchas variedades, de según las flores que deben visitar. Entre ellos están: el colibrí pico espada, Ensífera ensífera y el colibrí esmeralda, Chlorostilbon mellisugus.

Colibrí esmeralda.
Pasemos al orden de los estrigiformes, o aves parecidas a lechuzas, tan útiles en las horas de la noche por sus cacerías de todo tipo de aves y pequeños cuadrúpedos roedores, que de alguna manera perjudican la agricultura. Estos poderosos cazadores, poseen unos diseños importantes, para el manejo de sus funciones en la naturaleza: vuelo silencioso; ojos especializados en visión nocturna; oídos muy finos, para detectar cualquier pequeño ruido; pico y uñas adecuadas para destrozar y mantener bien cogida su presa; y diseño especial de su sistema digestivo, porque los que consumen como alimento, es tragado entero y al otro día, el animal vomita, por así decirlo, unas bolas, envueltas en un tegumento, en donde salen: Las plumas los huesos y todo aquello que no necesitaban para su alimentación. A estas bolas las llamamos técnicamente egagrópilas.

Estrigiformes.

Lechuza.
El fiel representante de éste orden, es la lechuza, Tyto alba, que pertenece a la familia de los estrígidos o lechuzas, son aves nocturnas, de coloración opaca y tamaño variado. Viven en los árboles, los edificios viejos, los huecos de los árboles, las palmas de corozo. Son solitarias, es decir nunca se encuentran en manadas. Pone de cinco a ocho huevos redondos y sus nidos son muy desordenados y sucios.
Seguidamente, encontramos el orden de los cuculiformes, aves parecidas al cuclillo, garrapatero, Crotóphaga ani, judío o firihuelo, ave abundante en las sabanas, en donde pasta el ganado, porque su especialidad es, limpiar las garrapatas a los cuadrúpedos.

Firihuelo.

Firihuelos en un hato ganadero.
Estas aves, tiene dedos zigodáctilos, es decir, dedos en parejas; plumaje grisáceo, rojizo o negro azulado; lengua aflechada y cola larga.

Loros.
Veamos ahora el orden los psitaciformes o aves parecidas a loros, de los cuales tenemos los loros de copete, que comen frutos de noro; los pericos comunes, que son los más pequeños del grupo y los loros verdes, que tenemos en casi todas las casas, los cuales, aprenden a hablar y se domestican fácilmente.
En la familia de los psitácidos, encontramos el loro común, Chrysotis ochrocéphala, que es el más hablador y gracioso del grupo, se emplea como mascota y se domestica tanto, que se puede tener, fuera de las jaulas y no se va. Come frutas, semillas, y degusta bien los alimentos que el hombre prepara. Se aconseja, no darle comidas que contengan sal, porque pierde la capacidad de hablar. Se comporta bien en los tres pisos térmicos. La voz de éste animal, ofrece gran variedad de cantos: gorjeos, cantinelas, charloteos infantiles, silbidos, y frases bien hiladas.
El loro verde de copete rojo, Chrysotis mercenaria, que no habla. Se desplaza en manadas, muy bullosas, en busca de su alimento, que son semillas, como las del noro. Se cree que su reproducción la hace en el tiempo de cuaresma. Opino que la hace coincidir, con el primer ciclo de invierno de nuestro pueblo.
El perico verde, Psittaculla conspicilliata, avecilla muy bulliciosa y la más pequeña de la familia. También se deja domesticar y puede vivir en semicautiverio. Se utiliza mucho, para sacar tarjetas al azar, y predecir la buena o mala suerte.
En el orden de los falconiformes, o parecidos a gavilanes o halcones, están las águilas, aguiluchos y gavilanes, cuyos características comunes son: Ojos hacia los lados, con visión monocular y binocular; tres dedos adelante y uno, el interior, versátil; el tarso, escamoso; y las garras ganchudas y acérrimas, es decir, fuertes, tenaces y vigorosas; y las mandíbulas, más largas que altas; y se alimentan de presas vivas.
Existe en nuestra tierra un águila pollera, Tinnúnculus sparverius, de la familia de los falcónidos, pero en realidad es la famosa águila, que llama los pollitos con su canto y luego los atrapa en pleno vuelo; es la gran cazadora de ratones y otros pequeños cuadrúpedos, que son muy perjudiciales para la agricultura.

Garrapatero cara cara.
También tenemos, el famoso garrapatero o cara cara, Milvago chimachima, que se alimenta de reptiles, pequeños cuadrúpedos e insectos, muy común en los potreros y en los pequeños bosques secos tropicales.

Gavilán.
También es de este orden el gavilán, de la familia de los accipítridos, Asturina magnirostris, que se alimenta de pollos, pájaros y pequeños cuadrúpedos. Son arborícolas y en sus vuelos predominan los planeos. Son de tendencia solitaria. Tiene la vista más avanzada de su orden.

Falconiformes.
Analicemos el orden de los catartiformes, aves parecidas a gallinazos, que se alimentan de carroña y de presas vivas. En éste, podemos clasificar los reyes gallinazos, las gualas y los gallinazos comunes. Estas aves, son verdaderos milagros de la ingeniería natural y la biofísica, porque tienen visión monocular y binocular; colores oscuros, que les garantizan la conversión de la luz solar en pulsos eléctricos, para la elaboración de calorías; máquina voladora perfecta; buen aprovechamiento de las corrientes térmicas, para desplazarse en el aire, con el fin de no gastar muchas calorías; cuello destapado, implume y calloso, para no ensuciar el plumaje, cuando comen carroña; aparatos digestivos diseñados para matar microbios, por la gran cantidad de ácido clorhídrico; y cuerpos de poco peso, para poder hacer vuelos largos, altos y prolongados.
Los ejemplares que tenemos de éste orden, pertenecen a la familia de los catártidos o gallinazos, entre los cuales hay tres ejemplares que se describen a continuación.

Gallinazo común.
El Coragyps atratus, el humilde corazón valiente o gallinazo común, animal sociable, de color negro, que se domestica fácilmente. Se alimenta de carroña y es el más humilde de la familia. Vale decir que como no resulta mucha carroña, está conquistando el espacio de comer presas vivas (recuerden que a esto le llamamos evolución). Se le conoce con muchos nombres: golero, zamuro, chulo, zopilote y galembo.

Guala.
La guala, Cathartes aura, o gallinazo madrugador, de cabeza cubierta con un callo rojo o amarillo, según el clima. También carroñero y poco abundante. Es un animal retraído, que por tener su pico más duro y resistente, es el que primero llega a las carroñas.

Gallinazo café.
El gallinazo café, Cathartes melambrotus, es decir untado de miel, es una especie muy común en nuestro medio y tiene las mismas costumbres del gallinazo negro.

Rey gallinazo.
Es bueno contar, que hubo muchos reyes gallinazos, Sarcorhamphus papa, sobre todo en nuestro piso térmico cálido; pero los cazadores, lo extinguieron.
Estos animales, son el equipo de limpieza de la naturaleza.

Catártidos en acción.
Estudiemos los ciconiformes, aves parecidas a garzas, de las cuales existen dos especies en nuestro medio como la garza bueyera, Bubulcus ibis, tan abundante en las playas del Cauca. Estos animales viven en colonias a orillas del río y en los bordes de nuestras cuatro grandes lagunas: La bramadora, la de Colfrutas, la de La Puerta y la del Imperio de la Tilapia. Se alimentan de pequeños peces y sirven en las labores de limpiado del ganado, cuando se asocian con ellos, en un mutualismo, es decir, una simbiosis, en donde ambos bandos ponen de su parte, para que las cosas funcionen.
La garza común, Butorides striatus, que habita en las regiones cercanas a las aguas dulces y saladas y su principal alimento, son los peces. Se le observa volando en parejas o en manadas. Nada en las aguas profundas, para encontrar su alimento; pero también se le encuentra, parqueada en una sola pata, en los tragadales. Su zona de distribución, está desde el nivel del mar hasta 2.600 m. s. n. m.
La garza bueyera o garza del ganado, Bubulcus ibis, es más pequeña que la anterior y se consigue en abundancia en nuestro medio. Siempre está parqueada al pié del ganado. Su principal encargo en la naturaleza, es extraer las garrapatas, pero los ganados mueven en su continuo caminar, gran cantidad de insectos, que hacen parte de la dieta alimenticia del animal.
Siempre duermen a orillas de las aguas, en el piso térmico cálido, pero en las mañanas, después de las labores sociales de la especie, se dirigen a toda la extensión territorial, para cumplir con su misión.
Son muy bonitos los árboles en donde duermen estas especies, porque de lejos contrastan muy bien, el verde con el blanco.

Distintas especies de garzas.
En el orden de los anseriformes, aves parecidas a patos, tenemos los patos comunes o patos de laguna, aves de gran tamaño que viven en forma silvestre en las aguas del municipio; pero que el hombre, ha domesticado con mucho éxito y las tiene entre las aves de corral que manejamos. También trajimos el famoso ánade o pato chileno, revestido de hermosos colores, que abunda en todos los patios de los hogares campesinos. Son de este orden, los famosos gansos, que adornan los gallineros de muchas casas y fincas.

Pato común.
El pato común, Anas platyrhynchos, es el pato doméstico que cultivamos en: Córdoba, el Rodeo, Sabanazo, La puerta, Guaymaral, Juntas y San Nicolás. Se alimenta de residuos de alimentos, maíz, y gran cantidad de pequeños animales que busca en el pantano. Puede hacer vuelos muy largos y casi siempre, cuando está en los corrales doméstico, tiende el vuelo, para las playas del Cauca.

Patos chilenos o ánades, en su medio.
El pato chileno, Anas boschas, cuyo macho es hermoso, por los colores tornasolados del cuello. La hembra es menos vistosa, como pasa con la mayoría de las aves. Se reproducen con mucha facilidad y son el encanto de niños y adultos.
Es bueno advertir que a estos patos, se les dice patos chilenos, porque fueron traídos de la República de Chile y se aclimataron muy bien en nuestras tierras. Por esas razones, se encuentran en todos los pisos térmicos del país.

Ganso buscando su alimento preferido.
El ganso doméstico, Anser domésticus, un pato de gran tamaño, ave muy elegante que cultivamos en pocos corrales, de andar menos lento que los patos y de cuello largo, casi siempre blanco. Si lo cultiváramos en más abundancia, sería la solución para las despensas humanas, por su carne blanca y de buen sabor. Sus huevos, muy grandes, son un alimento sano.
Es bueno decir, que casi no le gusta nadar y que no se zambulle, como sus otros congéneres. Los gansos, son animales de régimen vegetariano y comen: Caña picada, hierba de corte y granos. Son animales que cuidan nuestras casas, porque persiguen a los intrusos y les producen picaduras.

Pisisí.
Es bueno contar que en otras épocas de grata recordación, teníamos en las orillas de las ciénagas y los grandes ríos, manadas de: Siriríes, pisisíes o judías, Dendrocygna viduata, pero los famosos cazadores, con su crueldad los acabaron.
Nota del editor: En los primeros años de la década del 50 del siglo pasado, mis padres me enviaban a pasar vacaciones en la finca Llanitos, propiedad de Inés Moreno de Gaviria, Nené, esposa de mi tío segundo José Luis Gaviria Villa. En aquella finca, situada ahí cerca de donde ahora arranca la carretera que va a Llanadas, había psisíes que nadaban en un arrollo que pasaba detrás de la casa de la finca. En 1957 me fui a estudiar al Seminario Salesiano de La Ceja y no volví más a Llanitos. En la pila de la plaza de La Ceja nadaban unos 10 pisisíes, propiedad de la Municipalidad, me imagino. Aunque estuve en La Cja hasta 1963, no recuerdo haberlos visto en los últimos tres años de mi estadía. Nunca más volví a ver pisisíes, a pesar de que mi profesión de ingeniero me hizo conocer 115 de los 126 municipios de Antioquia y una treintena más de los otros departamentos. Si algún lector sabe dónde hay pisisíes, este blog está dispuesto a recibir en donación o mediante compra una o más parejas de este simpático pato, reducido al 50 %. El fin de la donación o compra es un compromiso, mediante el cual el Blog se compromete a conseguirles hogar adecuado para su reproducción y resiembra de este animal. El extraño nombre de pisisí lo adquiere por estar todo el día diciendo ¡pisisí, pisisí, pisisí!
En el orden de los caradriformes, aves parecidas a gaviotas, tenemos las pollas de agua o chinitas azules, que son un espectáculo, caminando por encima de las aguas.

Polla de agua o chinita azul.
La chinita azul o polla de agua, Porphirio martinica, son aves semiacuáticas de tamaño mediano y colores variados, con patas y dedos largos. Habitan principalmente en las charcas y áreas o pantanosas. Su alimento lo constituyen insectos y semillas que encuentran en la vegetación asociada a su hábitat. Su vuelo es corto y débil. Es muy común verlos en los estanques de peces de la zona de El Rodeo.
En el orden de las galliformes, aves parecidas a gallinas, están clasificadas casi todas las aves de corral de alas cortas, vuelo poco ágil y pueden correr o nadar. En este orden encontramos las gallinas y gallos de riña, los piscos o pavos comunes, los pavos reales, los faisanes, las gallinetas o pintadas, y las perdices o chilindras.

Gallo común.
La gallina común, Gallus domésticus, es el ave más reconocida en nuestro medio, pues la utilizamos, para la producción de huevos y de carne, esta última, de gran valor nutritivo, para la dieta de los humanos. Las hay de muchas especies, pero las más conocidas son: las razas Españolas, como la común, la andaluza, la castellana, la catalana de Prat, la menorquina y la recula; razas francesas, como la gascona, la fleche, la cou-cou de Rennes, la barbezieux, la bresse y otras; belgas, como cuca de malina, la brabanzona y la campine. talianas, como la leghorn, que las hay blancas o columbas, negras, doradas, castañas y cucas; inglesas que son dorking, orpington, plymouth-rock o saraviadas, la rhode island o rojas, la red cap y la new- hasphire o amarillas; asiáticas como La brahma, la cochinchina, la langsham. Su alimentación es fácil, a base de granos, hierbas y alimentos concentrados. Se adapta a todos los climas.

Pavo real con sus plumas caudales.
Los pavos reales, Pavo cristatus, animal de gran belleza, sobre todo los machos, que cuando están en la edad fértil, adquieren en sus colas, hermosas plumas tornasoladas, con ocelos de color oscuro.

Pavo común o pisco.
Los pavos comunes o piscos, Meleagris gallopavo, que sirven de adorno en muchas fincas de recreo y en algunos solares de nuestro pueblo. Su chillido es estridente y produce cierta melancolía, sobre todo en las horas de la tarde. Se alimenta de concentrados y se reproduce con cierta facilidad.

Gallineta.
Las gallinetas o pintadas, Númida meleagris, de plumaje abigarrado, cabeza desnuda y caruncolosa, genio vagabundo y chillidos destemplados y ensordecedores. Se alimentan de granos y frutos pequeños, les gusta poner en el monte y cuidan las viviendas.
La perdiz o chilindra, Colinus cristatus, aves corredoras de corto vuelo, que gozan en los rastrojos, comiendo semillas. Su carne es agradable. El hombre la ha domesticado y se beneficia de su carne y sus huevos.

Guacharaca.
La guacharaca, Ortalis araucuan, son aves del monte, que viven en una algarabía continua, pero a pesar de bulliciosa presencia, no se localizan fácilmente, porque se saben desplazar entre los árboles, con mucha destreza. Les gustan las cañadas frescas y profundas y los grandes bsques secos tropicales. Su carne es agradable y por esta razón está casi extinguida en nuestra tierra.
Con éste recorrido, por nuestra extensión territorial, pretendemos que los que lean el artículo, conozcan muy de cerca, nuestra riqueza ornitológica, que es una de las más abundantes del territorio Antioqueño
Bibliografía y créditos.
Zoología del Hermano Daniel. Colección de libros de los Hermanos Cristianos.
El niño naturalista de don Manuel Uribe Ángel.
Enciclopedia Lexis 22 de planeta.
Enciclopedia Salvat.
Enciclopedia Wikipedía del buscador Geogle.
Comentarios especiales de Pablo Valle, un argentino que lleva en su corazón a Sopetrán.
Sopetrán, 27 de mayo del 2010
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