Tercera noche de ensueño
Darío Sevillano Álvarez
El viernes 21 de octubre del 2011, en una noche de ensueño, la Administración municipal, condecoró al Señor Fredy Alberto bedoya Uribe.
Estos son algunos apartes de la celebración:
El primero en llegar fue nuestro homenajeado con su familia y con sus amigos.
Programa con el cual la Administración municipal de Sopetrán condecora a uno de sus mejores artistas, el señor Fredy Alberto Bedoya Uribe.
1.º Himno de la República de Colombia interpretado por la Sinfónica Juvenil.
2.º Los grandes de la poesía sopetranera, por Darío Sevillano.
3.º Mitos y leyendas del pueblo sopetranero.
4.º Concierto a cargo de nuestra Sinfónica Juvenil.
5.º Didáctica de la música culta a cargo de Darío Sevillano.
6.º Anecdotario sopetranero.
7.º Baile a cargo del grupo de Danzar. (España Cañí).
8.º Exaltación de la memoria cultural de Fredy Bedoya.
a cargo de Darío Sevillano.
10.º Palabras del Señor Alcalde e imposición de la medalla Honor
al Mérito.
11.º Palabras del Señor Secretario de Gobierno con funciones de
Educación y entrega de placa conmemorativa.
12.º Palabras de agradecimiento de Fredy.
13.º Himno antioqueño a cargo de nuestra sinfónica infantil.
Sopetrán, 21 octubre del 2011.
Darío Sevillano Álvarez.
Nuestra sinfónica se prepara para el magno evento.
Nuestro maestro de ceremonias y presentador,
don Humberto Herrera Machado, empieza a leer el programa.
don Humberto Herrera Machado, empieza a leer el programa.
El público invitado empieza a colmar los espacios.
La sinfónica juvenil, interpreta el himno nacional de la
República de Colombia.
República de Colombia.
Nuestro público escucha con mucha atención.
Nuestro maestro de ceremonias está posesionado de su papel de ciudadano.
Me dirijo al público, para hablar de los grandes poetas sopetraneros
Este es el memorando que estoy leyendo:
Sopetrán ha sido cuna de ilustres poetas, que llenan las páginas doradas de su historia, entre ellos están:
Carlos Mazo Argüelles que nació en la carrera Leticia, en la casa que hoy es del señor Javier Arango, el día 4 de noviembre de 1895. Su padre fue el señor don Francisco Mazo, y su madre, la señora doña Elena Argüelles; fueron sus hermanos María Josefa, Laura y Antonio.
Don Francisco tenía un almacén en uno de los costados de la plaza de Bolívar, nombre que no debe ser cambiado sin los trámites legales.
El poeta conformó con Gregorio Gutiérrez González y Epifanio Mejía, el grupo de poetas enamorados de la naturaleza.
Pasó gran parte de su vida entre personas humildes, en un pueblo naciente, a orillas del Atrato, conocido con el nombre de Vigía del Fuerte, que para esa época eran ranchos parados en largas estacas, en una de las márgenes del Río.
Escribió en tres géneros literarios: poesía descriptiva, poesía romántica y poesía angustiosa; pero también cultivó el género en prosa, en el cual tiene grades aciertos.
En la obra que publicó nuestro ilustre paisano Hernán Echeverry Coronado hay un centenar de sus poesías. Parece, según dicen sus biógrafos, que no fue posible recopilar todo el material, porque algunos de sus poemas están metidos en las mentes de muchos que lo rodearon, mientras estuvo alejado del mundo y sus placeres.
Miremos cómo sus descripciones son verdaderas fotografías literarias:
Sus tempestades tiene el Amazonas,
Que rompe cascos y desgarra lonas;
Corre el Sinú con vigoroso aliento;
El Cauca impulsa su caudal violento;
Ruge el San Juan, entre peñones altos
Y arrastrando su clámide de arena,
Como un bravo corcel el Magdalena,
Su paso altera con rebeldes saltos.
Tú no… Ni el banco traicionero y fuerte,
Ni el hondo remolino en que la muerte,
Acecha en espirales de culebra;
Ni la ola rabiosa que se quiebra,
Contra la roca inconmovible y dura.
Tranquilo, suave y apacible y lento,
Pasas como un sencillo pensamiento,
Por una mente inmaculada y pura.
Pero cuando describe al Sopetrán de su niñez, oigan lo que dice:
Aquí gusté tus límpidos paisajes,
Cuando entre cantos, músicas y risas,
Bajo el primer albor de los celajes,
O al postrer rumoreo de las brisas,
Recorrimos tus valles y tus lomas;
Y gusté de esas horas misteriosas,
En que ascienden las nieblas entre aromas,
Como níveas bandadas de palomas,
Por las hondas cañadas silenciosas.
Ahora oigamos algunos datos de aquel que en principio apodamos el genio de las letras sopetraneras, don Joaquín Villa Jiménez, que dejó como legado tres libros henchidos de sus escritos.
Joaquín Villa Jiménez (1913-2008) |
Nació en Sopetrán el día 6 de mayo de 1913, fueron sus padres: Juan Manuel Villa Vélez y María Jiménez Jaramillo. Tuvo doce hermanos.
Sus estudios de primaria y algunos de secundaria, los realizó en nuestra tierra; luego fue secretario de la Alcaldía municipal y terminó sus días laborales, como notario público del Municipio de San Jerónimo.
Contrajo matrimonio con la señora Ofelia Díaz Granados y de esa unión nacieron tres hijas.
Es bueno decir que su última obra, fue el libro que denominó Acuarelas líricas.
Por un destino especial, nos acompaño en su niñez, el gran poeta Santafereño Jorge Robledo Ortiz, porque su abuela vivía en Sopetrán
Jorge Robledo Ortiz (1913-1990) |
El poeta escribió así, sobre nuestro pueblo:
Sopetrán
Casi a saltos mortales sobre la cordillera,
Trazaron tu grandeza bíblica, Sopetrán;
Lo hicieron unos hombres, con alma de bandera,
Perfil de raza antigua y bíceps de huracán.
Te conocí de niño, cuando mi abuela era
Parte de paisaje virgiliano y frutal,
Cuando la luz tenía de raíz las palmeras,
Andaba en alpargates el himno nacional.
Vuelvo a ti de regreso, con unción de poeta,
Como regresa el niño a su primer cometa
Y como el hijo pródigo que regresa a su hogar.
Yo que recorrí el mundo, coleccionando ciclos
Vengo a buscar ahora la voz de mis abuelos,
Para rezar mi estirpe, diciendo: Sopetrán.
También Porfirio Barbajacob, vivió en Sopetrán, cuando era un niño.
Porfirio Barba Jacob (1883 - 1942) |
Así lo recuerda en su poema El solar de los lulos de oro:
La abuela había podado el huerto.
Brotaban flores las astromelias de Sopetrán.
Yo, tremulante, de tiernos años, entre mis ángeles y mis sollozos,
oía el tiempo, de las campanas en el din-dan…
suena una hora y anda un caballo, traque-que-traque
como aquel día en que volvieron de Sopetrán.
Logramos reunir 122 personas para realizar este acto.
El público escucha y se deleita con nuestro documento.
Así lucía el auditorio.
Aquí estoy hablando de los mitos y leyendas del pueblo sopetranero.
Mitos de los sopetraneros.
Empecemos por La Mano Peluda que tanto golpe dio a los niños de mi infancia y que nos hizo encerrar tantas veces a las nueve de la noche.
La Mano Peluda era algo espectacular que salía en Tarro Liso y que al humano que se le aparecía, primero lo deslumbraba y luego lo arrebataba en espíritu y lo dejada casi muerto.
El fenómeno, consistía en una gran mano cubierta de pelos negros que en las noches de luna llena, se paseaba por las calles desiertas de nuestra querida tierra y que según narraban algunos, se había aparecido por primera vez al señor Octavio Guingue, que era un borracho empedernido de la época.
Pero miremos qué fue en realidad lo que ocurrió, una señora muy confundida por las continuas rascas de su hijo, le pide muy respetuosamente al señor Gerardo Sevillano que le ayude para que su hijo no tomara tanto. El señor Sevillano que era un hombre de muchas ideas, se las ingenió de la siguiente manera: Esperó una noche de luna llena y ese día consiguió unas pieles de conejo de monte y se revistió la mano derecha; luego se puso al acecho de su famoso borracho y cuando era la madrugada, el hombre apareció en escena en la calle Bomboná; Sevillano se le cuadró en el callejón de la carrera Córdoba y cuando el borracho se acercó, Sevillano le volea muy cerca de la cara la mano cubierta por las pieles de conejo; el borracho se desmaya y Sevillano lo arrima a su casa y le pide a la madre que lo acueste en el patio. Al día siguiente el borracho, muy asustado, relata lo ocurrido, formula votos para no volver a beber y bautiza al fenómeno con el nombre de La Mano Peluda.
Seguidamente veamos La Llorona, fenómeno muy interesante que se desarrolla en la quebrada La Sopetrana
Consiste en que por el cauce de la quebrada, bajan los viernes de cuaresma, una señora cargando a su hija; un joven les da fuete y ellas gritan desesperadamente.
Algunos testigos presenciales del hecho, me aseguraron que eso era cierto y que el espectáculo es maravilloso; sin embargo, cuando desplacé mis cámaras para registrarlo, nunca lo conseguí y creo que encontré la causa de esos desesperados gritos.
Una noche, mientras esperábamos la Llorona, sentimos encima de nosotros unos gritos de angustia, que el eco hacía estremecer por todos los rincones; aunque nuestro susto fue muy grande, nos dedicamos a investigar y fue así como dimos con la verdadera razón de la Llorona; pues el perezoso o serafín macho para llamar a sus hembras produce esos gritos en las horas de la noche.
Es importante decir que en cada pueblo hay una llorona o un llorón y que cada uno, tiene orígenes distintos; en Medellín, se consiguen cuatro relatos diferentes.
Tiene como explicación que una madre ordenó matar a su hijo bastardo, le picaron el cuerpo a unos cerdos y votaron la cabeza a la quebrada. Cuando salen, están buscando la cabeza del niño.
Consideremos ahora, que es lo que se conoce con el nombre de barbacoa y que tanto temor producía a los campesinos, en las horas nocturnas, pues salía un espanto que consistía en que por los caminos reales de las veredas, de Palogrande, Pomar, Montegrande, Guayabal y, a las doce de la noche y en ciertos días, se desplazaba un entierro muy especial: Una calavera en una camilla, que era llevada por ocho calaveras con mechones en las manos.
Entrevisté a muchas personas de las cuales se decía que la Barbacoa les había salido y a otras que habían sido privadas por el fenómeno; y nunca pude hallar la realidad; tampoco fue posible conseguir evidencias de que los perros de las casas al sentirla pasar, metían sus cabezas en la ceniza para no verla.
Después de muchas pesquisas encontré en mis investigaciones, la razón de ser del mito, pues descubrí que a principios del siglo, había en las partes del clima frío del Sopetrán, una banda de ladrones que se especializó en el robo de ganado y que para que no descubrieran su abigeato, mataban la res en su mismo potrero y luego bajaban la carne en turegas, es decir amarrada a un palo con lazos y cuando pasaban por un caserío prendían velas y rezaban para que la gente creyera que era un espanto.
Por último vemos el Caballo de Tres Patas, que era un enorme caballo que recorría las calles de la ciudad y en la parte delantera de su cuerpo sólo tenía una pata; echaba chispas por boca y narices y caminaba sobre lenguas de fuego. La proeza más grande era querer ver el Caballo de Tres Patas pues quien se atrevía a hacerlo, moría o quedaba frío por muchos días.
Una noche del año de 1952, corrió la noticia que el volcán de Frontino iba a hacer erupción y que era bueno no dormir entre las casas, para evitar accidentes. Los vecinos de la capilla del Orfanato nos reunimos en el atrio para esperar la hora de la erupción y he aquí la sorpresa que tuvimos, pues a las doce y media de la noche, venía un caballo caminando suavemente, pero sólo se sentía, aún no se veía. Todos murmuramos: «El Caballo de Tres Patas».
Pero miren lo que ocurrió: Apareció el caballo de don Gustavo Gaviria que comía hierba todas las noches por las calles a las orillas del caño. ¿No será este el Caballo de Tres Patas.
De todas maneras, queridos amigos, los mitos hacen parte del folclor de nuestro pueblo y sin ellos las cosas serían muy monótonas.
Darío Sevillano Álvarez.
Nuestro protagonista de hoy disfruta todo lo que hacemos.
La sinfónica nos deleita con un pequeño concierto.
Fredy disfruta la música de nuestros niños.
El comandante de la Policía, que nos acompañó gentilmente,
también disfruta de nuestro espectáculo.
también disfruta de nuestro espectáculo.
Nuestro público esta extasiado.
Aquí estoy haciendo una didáctica de la música culta.
Este es el documento que trabajé:
Didáctica de la música culta.
La música ha acompañado al hombre casi desde su aparición en el planeta.
Las primeras manifestaciones, fueron producidas por los instrumentos de percusión, como palos, huesos, tambores, maracas y con ellos producían ruidos, al son de los cuales el hombre primitivo bailaba.
Con el perfeccionamiento de la mente humana, fueron apareciendo, los instrumentos de viento y los de cuerda y la música se convirtió en un arte.
Pero fue en los finales del siglo XVIII y a lo largo del siglo XIX, cuando la música se perfeccionó, como hoy la conocemos.
Fue Guido D’Arezzo, el monje Italiano que se apuntó el éxito de descubrir las notas musicales y de ajustarlas a las leyes de la física.
La composición más importante que hay en la música, es la sinfonía, que es la combinación admirable de los instrumentos de cuerdas, vientos y percusión, para lograr una obra perfecta.
Sería irrespetuoso querer interpretar una sinfonía, con un solo instrumento, pero es bueno que sepan por lo menos, cuáles partes la componen: La introducción, el puente, el minueto, el rondó, el lied o canción y la coda o cola.
Pero podemos interpretar el minueto en fa de Beethoven.
A la sinfonía, le sigue en importancia la ópera, que es la integración de dos artes: El teatro y la música. En ella se acostumbran las arias o cantos arrebatados, las marchas, los dúos; su orquestación y la escenografía son impecables.
Las mejores óperas son las vienesas, pero algunas italianas, francesas y alemanas, son de muy buena calidad.
En la ópera La marcha triunfal de Aida, del maestro Giuseppe Verdi, cuando los protagonistas logran sus objetivos, el artista concibió una marcha triunfal que interpretan las trompetas y le dan un corte majestuoso a la ópera. Oigámosla.
Existen unos trozos musicales que se podrían llamar históricos, como es el caso de Trompetas de Jericó, que interpretan Borely y Cleyderman. Disfrutemos de esa composición.
No podemos olvidar los estudios que son composiciones musicales, de los grades músicos en los cuales la belleza y el colorido musical, son la mejor carta de presentación. Este es un nocturno de Chopín.
Hay un tipo de música a la que pudiéramos llamar nostálgica, porque nos lleva a sentir tristeza y amarguras. Seleccioné este trozo que se llama: Libia del Maestro Luis A. Calvo.
Pero en la música popular, también hay jerarquías y estilos, que identifican los distintos aires de cada país; en Italia los cuadros tristes y las historias románticas, se escriben en Barcarolas. Oigamos a Torna a Sorrento.
En Colombia, esas historias de vida se cuentan en los pasillos lentos, porque recordemos que hay unos pasillos fiesteros diseñados para bailar.
Estas son de esas en que la lírica hizo historia.
En argentina, recurren a los tangos para narrar todo lo que genera tristeza, romanticismo, lirismo y nostalgia.
Oigamos estos dos estilos tristeza y amor.
Darío Sevillano Álvarez.
Los integrantes del grupo Danzar, integración de alumnos de los dos grandes centros educativos, nos regalaron esta fina intervención de baile, con el pasodoble: España Cañí.
Veamos apartes de esa intervención:
Nuestro alcalde pronuncia unas palabras para Fredy.
Sus palabras fueron:
Palabras con que el señor alcalde condecora al señor
Fredy Alberto Bedoya Uribe, por su dedicación a las artes mixtas y al diseño.
Fredy Alberto Bedoya Uribe, por su dedicación a las artes mixtas y al diseño.
Es muy placentero para mí poder presidir esta ceremonia tan importante en la cual condecoramos a uno de los genios de las artes mixtas y del diseño internacional; y es doble el placer cuando sabemos que en otros tiempos de grata recordación, dirigió los destinos de la Casa de la Cultura con muchos éxitos en su favor.
Uno de los propósitos que nos fijamos al inicio de mi gobierno era el de asistir a la ciudadanía, con justicia social para todos, y me place decir, que lo hemos cumplido a entera satisfacción, en todas los proyectos comunitarios que nos hemos propuesto.
Como dice un viejo adagio popular: «Para muestra un botón», las Noches de Ensueño, que finamente concibió don Darío y a las que la Administración municipal les ha prestado todo su apoyo, son la mejor prueba de que hacemos justicia con nuestros líderes comunitarios, porque en ellas venimos condecorando a los genios que nos acompañan en todas las disciplinas sociales.
Quiera el cielo que nuestro sucesor, siga con este propósito, porque nuestra cultura, que es una fina muestra de muchas civilizaciones del planeta, tiene entre su genoma, sabios en el arte, en la ciencia, en la cultura, en la tecnología y en las artesanías, que se han destacado por sus concepciones geniales, en diversas actividades, propias del género humano.
Recuerden que nuestro pueblo ha sido, es y será, el lugar apropiado de los grades nacimientos de genios con fama mundial, como nuestro ingeniero José María Villa.
En la larga lista de personalidades que tenemos, están destacados levitas, como el Cardenal Darío Castrillón, el arzobispo Germán Villa Gaviria y muchos otros sacerdotes que se han destacado en el campo social y pastoral; distinguidos intelectuales, como Don Luciano Carvalho; inspirados poetas, como don Carlos Mazo Argüelles; renombrados artistas como, don Alfonso Góez; eminentísimos médicos como, el doctor Vespasiano Peláez Tirado y una larga lista de nunca acabar, que pueden leer en la Monografía que acabamos de publicar en la página municipal Gobierno en línea.
Apreciadísimo Fredy: Usted, es acreedor a entrar en la lista de hombres importantes de nuestra patria chica y por eso lo condecoramos; a propósito de esta lista, le contamos a nuestro querido público de esta noche, que en su larga carrera existen estos aciertos:
Miembro del Ballet Folclórico de Antioquia; director de la casa de la cultura; diseñador participante de Inexmoda y Expomoda; y jefe de diseño de una prestante empresa de Medellín.
Disfruté este acto que con tanto cariño prepararon los agentes productores de cultura, para honrar su dedicación a las artes mixtas y al diseño, amén de su dedicación a todo aquello que signifique progreso para nuestro pueblo
Sopetrán, Octubre 21 del 2011.
Luego le impone la medalla de honor al mérito.
El secretario de Gobierno, con funciones de Educación pronuncia unas palabras y entrega una placa conmemorativa.
Las palabras de don Humberto fueron estas:
Palabras con las que el secretario de Educación del municipio, entrega una placa conmemorativa, al Señor Fredy Alberto Bedoya Uribe.
Don Fredy, en los pocos años que llevo radicado en este hermoso pueblo, en donde la naturaleza se mezcla airosa con la ciencia, la cultura y la tecnología, he aprendido a conocer los genios ocultos que su patria chica, guarda cuidadosamente a granel, en su preciosa escarcela.
Usted es uno de ellos y nosotros como administradores municipales, que tenemos que velar por la conservación del patrimonio cultural que nos acompaña, hemos venido logrando esa importante labor, que llena de satisfacción el espíritu y conforta a los ciudadanos, para aprender a honrar a aquellos que se distinguen por su talento y sus buenas obras.
La información que la Secretaría a mi cargo tiene acerca de sus saberes, es muy amplia y somos conscientes de que siempre lo ha acompañado la mejor buena voluntad, para sacar adelante, a nuestro dulce hogar: Sopetrán.
Es nuestra aspiración que su nombre repose en la larga lista de hombres ilustres, que don Gerardo Zapata García, ha venido escribiendo, con el nombre de El libro de oro de los sopetraneros.
Estoy convencido de que, con el correr de los años, la ciudadanía sabrá acoger en su memoria colectiva, todas aquellas obras que muchos sopetraneros, llenos de sabiduría, han venido haciendo y que ese caudal de sabiduría que las acompaña, será puesto a consideración de nuestras juventudes, con el fin de que encarrilemos nuestra sociedad, por los senderos de una cultura autóctona.
La Administración municipal, con su alcalde a la cabeza, asesorada por los buenos consejos del coordinador de la Cátedra Municipal Sopetranera, decidió que la medalla que su señoría acaba de colocar sobre sus hombros, fuera acompañada de una placa conmemorativa que anuncie este importantísimo evento
La placa dice:
La Administración municipal de Sopetrán, concede al Señor Fredy Alberto Bedoya Uribe, esta medalla, como reconocimiento a su dedicación a: Las artes mixtas y al diseño.
Sopetrán, Octubre 21 del 2011
Entrega la placa a nuestro protagonista.
Todos están muy contentos.
Estoy pronunciando el discurso de exaltación de nuestro homenajeado.
Este fue el discurso:
Exaltación de la memoria cultural de Fredy Alberto Bedoya Uribe, artista dedicado al ballet y al diseño.
«Y los que enseñan a otros, brillarán como estrellas por toda la eternidad»
Palabras tomadas del profeta Daniel, capítulo 12, versículo 3 cuando hace un símil del final de los tiempos.
Sin dejar de ser soñador, defecto o virtud ancestral que viene de la estirpe y que muerde la sangre más escondida de nuestro corazón; pero sin confundir, como el loco personaje de Cervantes, manadas de carneros, con escuadrones humanos, molinos con gigantes o mesones camineros con deslumbrantes palacios, tenemos que reconocer abierta y realistamente: La luz, la verdad, la sabiduría, el esmero por las artes o las ciencias, y la preocupación de algunos humanos, por la apasionante tarea de contar a sus coterráneos, los sucesos que a diario pasan desapercibidos y que con absoluta seguridad, serán las páginas de historia en el futuro de nuestro pueblo.
La fiesta que hoy celebramos, es una página dorada de la agenda administrativa, porque es el reconocimiento que hacemos a uno de nuestros conciudadanos, por los méritos que tiene de haber servido a su pueblo con todos aquellos saberes relacionados con la bellas artes y en especial las mixtas, que combinan admirablemente la música, el teatro, el Baile y el diseño.
Corría el año de 1974 y Sopetrán, era un remanso de paz metido entre las montañas, con una vida muy parecida a las costumbres coloniales, que había impuesto nuestra Madre Patria; sus calles, algunas de ellas todavía empedradas, imitaban a Villa de Leiva y en ellas se sentía el aroma a montaña, que generaban los vientos, que en los días termo regulaban y en las vespertinas de luna y ensueño susurraban a los oídos de aquellos soñadores, que buscaban un refugio, para sentarse a recibir sus besos y disfrutar la conversación amena, acompañada muchas veces de juglares y de músicos parranderos, que dejaban oír sus pasillos y bambucos, al son de las meriendas campesinas.
Y el 2 de diciembre nacía en nuestro pueblo, arrullado por el susurro del viento y el danzar de las palmeras airosas que entrecruzaban sus estípites con las brisas tempraneras, nuestro balletista: Fredy Alberto Bedoya Uribe.
¿Pero quién es nuestro protagonista?
Es un joven esmerado, que se hizo al calor de las artes mixtas y que escaló posiciones muy altas en la disciplina del baile, porque estuvo por espacio de cinco años en el Ballet Folclórico de Antioquia, recorriendo las grades capitales de la tierra y cosechando triunfos a granel para esa famosa agrupación.
Tiene un grado de diseñador de la escuela Arturo Tejada Cano y una especialización en Merchandesing en el exterior
El mismo que a su regreso a Sopetrán, manejó la casa de la Cultura, con todas las de la ley y mantuvo esa posición muy en alto, porque en su administración, recorrimos los campos sopetraneros, por espacio de un año y logramos mucha parte de la recuperación de la memoria cultural de nuestro pueblo.
En la actualidad se desempeña como jefe de diseño de una comercializadora Internacional que mantiene exportaciones permanentes, con los EE. UU. México, España, Italia, Suiza, Luxemburgo y Costa Rica.
Si quisiéramos hablar por boca del genio de las letras sopetraneras, el poeta Carlos Mazo Argüelles, podríamos invocar un aparte de su poema Canto a Gutiérrez González, el costumbrista antioqueño que nunca pasará de moda.
¿Qué esperaba?... De repente,
de la abrupta serranía, tras las últimas escalas,
entre velos temblorosos recamados de esplendente pedrería,
destacose blanca y pura, la divina artesanía
agitando levemente los plumones de sus alas!...
Y a los campos que dormían, sosegados bajo el manto de la noche muda y quieta,
Despertó con este anuncio que ondulaba como un canto:
Alegraos…Alegraos… ¡Que ha nacido vuestro artista!
¡Ha nacido vuestro artista!... Murmuraban las cañadas
Con la cálida frescura de sus bocas perfumadas.
¡Ha nacido vuestro artista!... Por los cóncavos peñones
Grito el viento en las gargantas de los fríos boquerones.
¡Ha nacido vuestro artista!... Preludiaban las orquestas
De las aguas palpitantes... Y en las líricas florestas,
En los montes, en los valles y en el hosco rocadal,
Inundaron el espacio, con un júbilo sonoro:
Los inquietos arroyuelos, en sus cítaras de oro;
El torrente en los bordones, de su límpido raudal;
Las cascadas en los tubos de sus órganos gigantes;
Y los ríos armoniosos, en sus liras de diamantes;
Y las fuentes susurrantes, en sus arpas de cristal…
¡Fue un delirio de armonías y de canto!... la alborada;
Asomó tras de los montes, su sonrisa encantadora;
Y la diosa que venía, con la veste salpicada,
Por los ópalos diluidos a los besos de la aurora,
¡Alegraos… Alegraos!... Dulcemente repetía
Y agitando los plumones de sus níveas alas bellas,
Fue perdiéndose en los aires, entre el canto que subía
Y al claror que descendía de las últimas estrellas.
Carísimo amigo: Has acompañado a tu pueblo por espacio de varias décadas y siempre nos has regalado: Tus enseñanzas de: Buen bailarín; tus alegres movimientos inspirados por una musa acalorada, salpicada, por doquiera, con muchísima lambada; y a lo largo de los años has brindado a tus amigos una lluvia torrencial de tus éxitos, acompañada de muchos aplausos, cosechados al amparo del Ballet Folclórico de Antioquia, en sus recorridos por todo el planeta
Gracias, muchas gracias, por el amor que has demostrado por nuestra querida patria chica y esperamos que lo sigas teniendo a lo largo de tu existencia, para bien de todos los sopetraneros.
Vida y obra sin sombra alguna pudiéramos llamar las vuestras, Queridísimo Fredy, con la excepción de que vuestra vida y vuestras obras, tienen el mérito de la fe; el de nada querer para ti, sino para tu pueblo; tienen el mérito del amor sin dimensiones por todo lo que signifique progreso y bienestar para nuestro terruño y la buena disposición de hacer todo aquello que en el futuro, con absoluta seguridad, hará los capítulos de nuestra larga y meritoria, meta colectiva en nuestro tránsito por esta querido planeta.
Quisiera tener la fluidez de los poetas, para escribir una epopeya sublime; la inspiración de los grandes músicos, para hacer una sinfonía, como las que escribían los grades músicos del siglo XIX; la fogosidad de los eminentes pintores, para hacer un fresco que nos recordara tu plácido transito por esta tierra; la versatilidad de los escultores, para hacer un bronce muy templado, en donde pudiéramos mostrar, lo que Santa Rosa de Osos esculpió de Porfirio; y las ideas de los grandes filósofos, para escribir todas aquellas cosas que has realizado, para exaltar tu obra; pero ante la circunstancia de mi menguado hablar, opto paradójicamente por el lenguaje del silencio, quizás más elocuente que las palabras, apelando al viejo refrán de los Franceses: «Si la parole est d’argent; le silence est d’or», que traduce: ‘Si la palabra es plata; el silencio es oro’.
Y ahora disfruta de este merecido homenaje que la Administración municipal ha preparado para ti.
Sopetrán, 21 de octubre del 2011.
Darío Sevillano Álvarez
Los miembros de la banda escuchan las palabras de Fredy.
Sopetrán, octubre 21 del 2011.
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