Mi querido Darío:
No sé si te acuerdes de mí, Gabrielito te dará información, pero lo que sí te digo con el corazón en la mano, es que hombres como tú, como Gabrielito, que quieran nustro terruño (pues me sientio tan sopetranera como tú), que establecen nexos de cordialidad social en todas las latitudes,producen gran satisfacción con la excelente obra realizada y un buen recuerdo de Sopetrán y de su gente, dispuesta siempre a participar en toda acción de solidaridad humana.Por último, me complace vivamente manifestarles los mejores votos por el éxito de todas esas ideas creativas que tienen en mente aunque sea de manera virtual y que siempre vivamos unidos internacionalmente y así darnos a conocer nuestro talento, nuestro amor por la tierra que nos cobijó, nuestras costumbres, nuestra producción agrícola, orticultura, calidad humana, fruticultura, sensibilidad humana y amor por la patria.
Dios los bendiga.
Amén.
Carmen:
Ya estaba por decirte que estabas callada, bueno, ahí estás con nosotros.
Anticipo que no hemos acabado lo del zapallo, falta un aporte de Rosalba en el que nos da otra deliciosa recetea, otro científico de Darío acerca de las cicurbitáceas y terminaré yo con una visita que hice con Julián Argáez, un sopetranero de La Mirandita, Al galpón 15 de la Mayorista donde nos encontramos con Carlos Londoño, un sopetranero de Montegrande a quien no conocíamos, y allí terminamos el estudio de los zapallos, de las ahuyamas y de las calabazas. No se pierdan este final.
No hay comentarios:
Publicar un comentario