La Semana Santa y sus pasos
Darío Sevillano Álvarez
La palabra paso
es un vocablo derivado de la lengua latina y se puede traducir de dos maneras:
Passus, igual ‘escena’ o
passus, igual ‘sufrimiento’.
En el primer caso es una escena representada en un
anda o tarimón, que se lleva procesionalmente por las calles de un pueblo, y
está relacionada con un pasaje bíblico. Para el caso de la Semana Santa, con un
pasaje de la vida pública de Jesucristo, casi siempre extraído de los Evangelios
o de los Hechos de los Apóstoles; en el segundo caso, es una representación de
los sufrimientos que Jesucristo tuvo, con ocasión de su última semana de vida
en la ciudad de Jerusalén.
Hermoso paso de la
flagelación
Recordemos que eso de los cinco mil y más azotes que le
dieron a Jesucristo es una leyenda, porque en las historias del pueblo hebreo,
sólo se habla de unos sesenta o setenta golpes de azote, y eran suficientes
para que la persona perdiera el conocimiento y se le podría causar hasta la
muerte.
El origen de los pasos de la semana santa, lo debemos
buscar en los primeros siglos de la Iglesia, cuando la jerarquía eclesiástica,
los diseñó, para poder enseñarles con algo tangible a sus feligreses, el
mensaje evangélico.
Pero si un paso
no tiene que ver con la Semana Santa, podemos llamarlo un paso de gloria, como la procesión de la Virgen del Carmen o la de
la Patrona.
Por el número de imágenes que van en el paso, podemos
dividirlos en grupo escultórico, si
lleva varias imágenes, o imagen única,
cuando solo va una de ellas.
Por las técnicas, con que fue concebida la imagen: talla completa, como nuestro Jesús con
la cruz a cuestas; o talla para vestir,
como todos los quiteños que sacamos
en las semanas santas. Quiteño
quiere decir que es una imagen, que para lucirla, es necesario vestirla.
Por la forma como son llevados, los pasos pueden ser: en carroza, cuando son muy pesados y se
deben montar en un vehículo con tracción propia o empujado por los cofrades.
Por su peso
exagerado este paso
va montado en una carroza.
va montado en una carroza.
Es importante decir que en España las carrozas
procesionales son de fácil manejo y sus ruedas se pueden poner y quitar
fácilmente, porque cuando hay un obstáculo, los cofrades se alzan el paso al
hombro y luego vuelven a armar la carroza.
Este paso es
carreteado por todos
los cofrades de esa orden.
los cofrades de esa orden.
Cargados en andas, como es nuestra
costumbre y para esa modalidad, se necesitan personas con mucha fortaleza, dada
la razón de que a veces el paso mayor queda de veinticinco o treinta arrobas de
peso.
Este paso es
llevado al hombro, por los cofrades,
que se turnan para no sentir cansancio.
que se turnan para no sentir cansancio.
Las andas pueden llevar los palos o varales, de
adelante hacia atrás o de derecha a izquierda.
En este caso hay
varales
de atrás hacia adelante.
de atrás hacia adelante.
También se pueden cargar en forma de parihuela y el
peso se reparte proporcionalmente entre los cofrades.
Este paso es de un
peso exagerado, pero miren
la facilidad con que lo llevan entre todos los cofrades.
la facilidad con que lo llevan entre todos los cofrades.
Así es una
parihuela por debajo.
Hay una forma muy elegante que se utiliza mucho en las
Semanas Santas más antiguas de España y se llama a costal, esto significa que todos los cargueros van por debajo del
anda y están cubiertos con una cortina elegante, que bordea el anda, por sus
cuatro lados.
Dos pasos a costal.
Precioso paso a
costal.
También hay una forma que se llama en buen español a almohá, que consiste en que a los
varales o palos se les amarran unas almohadas para amortiguar el peso, del
paso, sobre los hombros de los cargueros.
Cuando las calles de un pueblo son muy estrechas en
algunos tramos se emplea un sistema que ya lo anuncié y que le decimos mixto,
porque a veces la imagen va sobre ruedas y otras veces en los hombros de los
cofrades.
A veces a ciertas imágenes como la Virgen, el Señor y
algunos santos especiales, se les puede colocar un palio, que es una estructura de tela de terciopelo de un color
carmín, para Nuestro Señor; o un color azul oscuro o negro, para Nuestra Señora
y esa estructura se arma en cuatro, seis u ocho palos, que van fijados a las
esquinas y laterales del anda. El palio se utiliza, para que la imagen se
proteja de la lluvia y del sol y es como un distintivo, para darles énfasis a
las imágenes.
Pero en las andas van un sinnúmero de accesorios que a
continuación voy a definir y a tratar de ilustrar, para que los amigos que
están interesados en remodelar la presentación de nuestras procesiones, tengan
una guía segura, que no los deje cometer errores que más tarde tengamos que
lamentar.
Este palio consta de seis palos a cada lado
y esas partes bonitas que cuelga por los lados se llaman briseras o sea las
partes que liberan de la brisa a la imagen o a la persona que va debajo;
también va muy adornado con unos candelabros; pero si estos van en las esquinas
del anda se llama arbotante.
En un anda, se pueden colocar ánforas, a veces de plata o de bonitos
metales, otras veces de cerámica o de barro.
Las personas que hacen las composiciones de
los pasos, se llaman armadores y el hecho de hacerlo se llama armá.
Si la cofradía u orden tiene un estandarte
que la caracteriza, le decimos el bacalao.
Los bastones que llevan las imágenes, se
llaman báculos.
Se le dice baquetón, a la moldura que adorna un anda de parihuela.
Las bases de las columnas que se utilizan
en las procesiones, como aquella en la en que fue flagelado el Señor, se llaman
basamentos y están engalanados con
pequeñas figuras alusivas al hecho que estamos representando.
Si en un anda colocamos un candelabro
grueso, para sostener un gran cirio, le decimos: blandón, y al cirio, hachón.
Palio
con sus briseras.
Se le dice borla, al adorno hecho con un alma de madera recubierto de hilos de
seda, plata y oro del cual penden algunos zarcillos que le dan elegancia al conjunto; se utilizan en los cíngulos o
ceñidores de los nazarenos y en los
remates de las bambalinas de los
palios; cuando la composición es de varios cíngulos a esas borlas les decimos conjunto de borlones.
Le decimos cabeza de procesión, al principio del cotejo procesional, al cual
se le da mucha importancia en España, porque todos los cofrades van bien
vestidos y en un orden meticuloso, que el público que asiste a la procesión
respeta.
Ojalá algún día, aprendamos a caminar en hileras
laterales por las calles para que la parte del centro de ellas quede desocupada
y las procesiones se vean más elegantes; esto lo hemos intentado en las
procesión de Prendimiento y en la de Soledad, pero no faltan los
indisciplinados que introducen el desorden.
Cabeza
de procesión en España.
La palabra caídas, es un término que se refiere a las bambalinas del palio; si son rectas se llaman bambalinas de cajón y si son en puntas se les dice palio de figuras. También se les dice caídas del manto a las dos orlas o
filos naturales del manto de la virgen, que caen desde la cabeza hasta los
hombros y de estos hasta la peana.
Cuando la Virgen está en un anda muy bien
decorada y hay un espacio libre de velas y adornos que la deja ver de lejos, a
ese espacio le decimos calle.
Se le dice candelaria a la serie de candelabros que lleva la Virgen en su anda
y la forma cómo se amarran al anda es llamada replanteo.
El pedazo de madera que se adhiere a las
flores para hacer los ramos que van en las andas se llama caña y el oficio de hacerlo se llama encañar.
Se le dice: capiller a la persona que se encarga de cuidar y mantener en orden
las imágenes de una Semana Santa.
Los techos de los palios se adornan con
unos medallones a los que llamamos cielo.
Se les dice cíngulos a los pequeños lazos bien concebidos con que ceñimos las
imágenes en la cintura.
El
farol es uno de los accesorios de las andas de la Semana Santa.
A los lados del paso se les dice costeros; hay costero derecho y costero
izquierdo.
Se le dice crucero, al personaje que siempre lleva el estandarte de una
cofradía y este cargo se hereda de generación en generación.
La cruz que preside una procesión de Semana
Santa tiene el nombre de cruz de guía
y debe ir acompañada de cuatro nazarenos. Estos nazarenos son personas que van vestidas de túnica morada; también
la acompañan dos ceroferarios es
decir dos acólitos con cirios en soportes especiales que se llaman ciriales y un turiferario, es decir el acólito que lleva el incensario y un
acompañante que lleva la naveta con el incienso.
Túnicas
de los nazarenos.
Santo
Ecce Homo es el Jesús, cuando Pilatos lo muestra al
pueblo, después de la flagelación y de la coronación de espinas.
Esta
es una buena presentación del
Santo Ecce Homo.
Santo Ecce Homo.
Enseres son
todos los objetos que poseemos para la buena presentación de una Semana Santa,
como el velo de la Verónica, las insignias de la pasión, etc.
Estación es
una parada que hace una procesión, para hacer un rezo especial, como las consideraciones
de las catorce estaciones, que conmemoramos en los Viernes Santos.
Estandarte es
una insignia especial, lujosamente decorada, para llevarla en las procesiones,
colgada a un soporte de madera o metálico.
Estandartes
de semana santa.
A las andas les podemos poner un trapo o
telón protector, para que luzcan, más bien presentadas y este también sirve, para
proteger a los costaleros, cuando el anda es adornada en esa forma; a esta
prenda le decimos faldón.
Cuando las andas llevan palio, se
acostumbra colocar en las partes traseras dos faroles especialmente diseñados,
que sirven para resaltar el manto del santo, a estos faroles les decimos faroles de cola. Este accesorio le da
mucho caché al paso.
Cuando el estandarte es en las procesiones
con el Santísimo o con los prelados de la iglesias, toma el nombre de guion.
Los cuatro cirios gruesos que se colocan en
las esquinas del anda de Nuestro Señor muerto, toman el nombre de hachones.
Cielo
de un palio.
A estos medallones también se les dice glorias.
Faroles
de cola de un palio.
Se le llama horquilla al palo con una trampa especial en la punta, para
levantar los cables del fluido eléctrico, cuando los pasos, no pueden pasar.
Manto es
el accesorio de la túnica para que las imágenes se vean bien presentadas.
Peana es
la base en donde se colocan los santos quiteños
o para vestir, con el fin de que queden bien asegurados a las andas. Hay peanas largas para los santos pardos, peanas cortas para los que están sentados
y se pueden diseñar al gusto de acuerdo con las necesidades del paso que
estamos armando.
Pollero es
el armazón metálico que se le coloca a Nuestra Señora, entre la túnica y el
manto, para darle énfasis a la textura del manto.
Priostía, es
el lugar en donde se guardan las imágenes y los objetos, con que realizamos la
semana santa.
Se llama pureza al pequeño manto con que cubrimos la desnudez de Jesucristo,
en el Señor de la Peña.
Hermoso
palio de Nuestra Señora.
La toca
es un pequeño accesorio que lleva la Virgen bojo la corona y que termina en los
hombros.
Se llama túnica al vestido con que lucimos las imágenes, esta tiene unos
accesorios que son el capirote, que
es el cono que se colocan en la cabeza; el cinturón
o cíngulo que es el amarre de la
cintura; zapatos o sandalias; escudos para decorar el pecho; y botonaduras.
La persona que viste las imágenes, toma el
nombre de vestidor.
Para descansar en las paradas, los
cargadores de las andas llevan unos palos con una horqueta en la parte superior
a la que llamamos alcayata.
Las
tres especies de llamas que lleva el Nazareno se llaman potencias.
Sopetrán, Abril 6 del 2013.
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