El rincón de los animales
Darío sevillano Álvarez.
Octavo informe
¡Bienvenida, María Mulata!
En mitad de la semana, cuando bajaba a buscar el
desayuno, me encontré con Don Juan Ospina, que estaba observando un pájaro raro
que había fijado como base de operaciones, el palo de tamarindo, que está cerca
de los negocios de hortalizas, legumbres y todo lo relacionado, con el mercado
semanal de los sopetraneros.
Él me susurró al oído:
—Darío, en este árbol hay un cuervo.
Se imaginan cuál sería mi alegría, al saber que en esta
región de la tierra, estábamos contemplando en vivo y en directo un cuervo,
animal carroñero de Europa de color negro brillante, enseñado a los rigores de
los inviernos y adecuado a vivir entre la nieve, viviendo en nuestro clima
ardiente de Sopetrán.
En ese mismo momento tomé la decisión de rastrear el ave
y preguntarle a todo el mundo lo que supieran acerca de ella. Tenía la
preocupación de que esa ave, no fuera a causar una catástrofe ecológica en
nuestras tierras.
Empezaron todos mis paisanos a colaborarme, para que el
informe que estaba planeando resultara de buena calidad
.
Quiscal, ave
originaria de México.
Por mi parte empecé a comunicarme por Skype, con otros
investigadores y logré conseguir el nombre de tan sonado volador.
Es el quiscal, maría mulata, cocinera, zanate o Quiscalus mexicanus, cuya zona de
residencia es desde México hasta Perú, pero eso sí, en las orillas de los
océanos, porque su alimentación es a base de moluscos, residuos de las mareas,
frutas tropicales e insectos, como lo pueden observar en el mapa de abajo:
Pero es significativo, que haya
escogido a Sopetrán, para residenciarse, porque aquí no tenemos costas
naturales, pero si tenemos algunas artificiales; le podemos garantizar la abundancia de frutos tropicales y una buena cantidad de insectos, porque
nuestra fauna entomológica es muy abundante.
Esta es María Mulata,
la sopetranera,
asentada en una de las lámparas de la plaza.
asentada en una de las lámparas de la plaza.
Recuerdo que en un viaje a la ciudad de Cartagena,
mientras estaba hospedado en uno de los hoteles de la playa de Marbella, me
levantaba temprano, para sentarme en las orillas y contemplar el oleaje y una
de las delicias de esa observación eran las marías mulatas que llegaban a las
playas para comerse los residuos de la marea alta.
Monumento de maría
mulata en una ciudad de la costa.
Las marías mulatas, son animales muy sociables y les
gusta convivir con el hombre, por esa razón siempre están instaladas en los
lugares en donde hay buen flujo de humanos.
María Mulata, la sopetranera, según fuentes fidedignas,
llegó a nuestra plaza, el 21 de diciembre del 2012, exactamente en el momento
en que esperábamos el final de los tiempos.
Obsérvenla haciéndome poses, porque ya sabe que la
estoy fotografiando.
Desde el mismo momento que empecé a rastrearla en el
palo de tamarindo, empezó a hacer piruetas; parecía entrenada para estas poses.
En las primeras observaciones, los moradores de la plaza
me dicen que en Sopetrán, solo hay una maría mulata y que como ella es más
grande que las palomas que adornan nuestro plaza, María Mulata las picotea para que no se apoderen de la ceiba,
pero no las mata.
Después de varios días de observación, Armando, el hijo
de Pelusa, me contó que en un palo de tamarindo que hay por la parte trasera
del hospital, había varios nidos de esta especie, me trasladé hasta el lugar y
miren lo que encontré.
Es posible que estos nidos sean de esa especie, pero
como los investigadores somos tan tercos, no podemos afirmarlo a primera vista
y esperamos la oportunidad, de verlos en ellos.
Algunos sostienen que intentó hacer este nido en la
ceiba y que no le gustó porque el árbol votó sus hojas.
Hay una cantidad de nombres, que tiene este hermoso
animal:
Chanate, zope, cuervo, aunque no es un córvido, sino un paseriforme o
pájaro, chango, talingo, clarinero, urraca, pedro luis y negro luis.
Sus hábitats preferidos son las áreas agrícolas, playas
marítimas, parques y lugares muy visitados por el hombre, al que parece, no
tenerle miedo.
Pero María Mulata, la sopetranera, es un animal muy
aristocrático, y en la tercera fotografía que le tomé, se las arreglo para
hacer una pose distinta y agregó un canto tosco, parecido a un castañeteo de
los bordes del pico, acompañado de una voz sonora, producida por su siringe,
como para decirme:
—Te agradezco el hecho de que te preocupes por mí.
Observen bien la fotografía:
Su clasificación científica, pudiera ser:
Reino: Animal.
Philum: Cordados.
Clase: Aves.
Orden: Paseriformes.
Familia: Ictéridos.
Género: Quiscalus.
Especie: Mexicanus.
Hablemos un poco acerca del color y del tamaño de esta
hermosa ave:
Los machos, son de un negro brillante y tornasolado y
un poco más grandes que las hembras: los machos miden 43 cm y las hembras solo
llegan a 33 cm.
Las hembras son de un color más desteñido, algo así como color pardo.
Aunque les decimos urracas y cuervos, ya sabemos que
son pájaros y las grandes diferencias son el tamaño y la forma del pico.
Diferencias en los
picos.
Recordemos que cada animal adapta su cuerpo a la forma
de alimentación y hábitat en que se tiene que desenvolver.
Diferencias en
tamaño.
La naturaleza, en su sabiduría, diseña con las nubes,
en especial con los cúmulos, distintas formas de animales y cosas, veamos ese
espectáculo en la siguiente fotografía.
También los cielos
dibujan marías mulatas.
Si nuestra María Mulata fuera la única que conseguimos
en la extensión territorial de Sopetrán, la teoría más lógica de su aparición
es la fuga de una jaula. Pero si encontramos otros miembros de esta especie en
nuestros suelos, tendríamos que formular otras teorías, entre las cuales
estaría el fenómeno de competencia, que consiste en que un animal, cuando ve,
que hay muchos de su especie, en un lugar de la tierra, aplica el refrán de
que:
«Tantos limosneros juntos pierden la limosna»
y se van con su música, para otra parte.
Cuando le relaté esta historia a mi hija, me contó que
a las piscinas de Terrazas del Sol, lugar en donde ella trabaja, se presenta
todas las mañanas un pájaro negro de muy buen tamaño, que hace cacerías de
grandes insectos y cuando los mata, los lleva a las piscinas, los remoja y
luego se los traga; creo que «Blanco es, gallina lo pone, frito se come, sal se le pone, huevo… ¿Qué es?»
Me parece que esta maría mulata es el mismo animal de
la plaza, porque dice el evangelio:
«Por sus obras, los conoceréis».
Y la forma de matar los insectos y remojarlos antes de
ingerirlos, es la misma del que hay en la plaza.
Estuve interrogando a algunas personas que viven cerca
de los nidos que mostré, por la parte trasera del Hospital y me da la impresión
de que se trata de otra especie, sin embargo, voy a analizar con más tiempo esta
circunstancia, para poder afirmarlo.
Este escultor está diseñando una maría mulata.
Gracias a Dios que solo hay, hasta este momento, una
sola maría mulata en nuestras tierras, porque como es un pájaro tan grande y
está dotado de un buen pico y unas garras más grandes, que las de nuestros
pájaros, como en la naturaleza se aplica la ley del más fuerte y a diario
vivimos el imperio de la vida y de la muerte, este animal en colonias, podría
acabar con nuestras especies nativa, como los sinsontes, los turpiales, y los
azulejos, entre otros.
Si observan esta
María Mulata situada en un arrecife cerca del mar, se darán cuenta que es muy
parecida a las fotografías que tomé de la nuestra.
Si esto ocurriera, pidamos a los cielos, que no vaya a
pasar, lo podríamos catalogar como una catástrofe ecológica de muchas
dimensiones.
Este solo macho de maría mulata, no es tan peligroso,
porque en cualquier momento se muere y se acabo la fiesta.
Por estas razones es muy importante, no traer especies
exóticas a nuestro pueblo y mantenerlas enjauladas, porque en el momento en se
fuguen de ellas, nos causan grandes males de ecológicos.
Esta maría mulata, está cerca de las playas de Santa
Marta y en espera de ver cualquier animal que esté cerca de las aguas, para
devorarlo.
Sopetrán, 17 de febrero de 2013
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