¿Cuál es el árbol
cuyas hojas cubrieron a Adán y Eva en el Paraíso?
Darío Sevillano
Álvarez
Si recordamos la
historia irreal de la manzana en el paraíso, cuando Adán y Eva, que traduce ‘hombre
y Mujer', se comieron la manzana, en el momento en que Elohim aparece alerta, porque se le comieron las manzanas de la primera cosecha sin su permiso, ellos al
sentirse desnudos en presencia del dueño de la hacienda, se taparon con hojas
de higuera; pero si miramos en la botánica, como más se dice a la higuera,
encontramos que uno de sus nombres es «el árbol de brevas» al que llamamos
científicamente Ficus carica, que
traduce 'higos de Caria(Καρία)' al sudoeste de Turquía.
Este fruto es
originario del Asia sudoccidental y fue uno de los primeros cultivos que el
hombre hizo en forma domesticada y hacía parte de las comidas más importantes
de los faraones de Egipto y de todos los países de la cuenca del Mediterráneo y
en especial en Grecia, en donde era la comida predilecta de Platón; también
Galeno se lo recomendaba a las personas que participaban en las olimpiadas, por
su alto valor nutritivo.
Este es el mapa de
la distribución natural de los árboles de breva, pero en la actualidad su
cultivo está en plena producción en la América tropical, entre México y Perú.
Los cultivos de
Europa y Asia producen dos cosechas totalmente diferentes en el año, una de higos
y otra de brevas, pero en los árboles de Sopetrán siempre producen las mismas
brevas.
Hagamos una
clasificación de esta planta, para que podamos conocerla en una forma más
directa.
Reino, vegetal.
División, magnoliofitos.
Clase, magnoliopsidos.
Orden, urticales.
Familia, moráceas.
Género, ficus.
Especie: carica.
Luego veamos algunas
características alimenticias de la planta.
La breva contiene carbohidratos,
azúcares, fribra alimenticia, grasas, proteínas, tiamina, riboflavina, niacina,
ácido pantoténico, vitamina B6, vitamina C, vitamina K, calcio, hierro,
magnesio, manganeso, fósforo, potasio, sodio y zinc.
En Sopetrán la
breva, no se cultiva en forma especial, sino que cada quien, tiene en su casa o
en sus sembrados unos árboles de breva, para mantener la producción en forma
muy familiar, para el consumo doméstico.
No sabe uno por cuál
razón, las gentes no tienen cultivos de esta importante especie, que podrían
generar unos ingresos familiares de mucha calidad, porque este es un fruto que
las compañías productoras de dulces, manjares y conservas, procesan a diario
para vender en todos los comercios.
Para estimular a mis
paisanos sobre el cultivo de este fruto, tan de buenas propiedades
alimenticias, quiero dar unas orientaciones respecto a este tipo de siembras,
con el fin de que aprendan a hacerlas en una forma muy técnica.
Describamos primero
el árbol de brevas para que lo identifiquen mejor.
Es un arbusto no muy
grande que puede llegar a tener tres metros de altura, que no necesita unos
terrenos muy ricos en nutrientes; de crecimiento muy lento y a veces lo vemos
naciendo en rocadales y muros de los terrenos; recordemos que Nuestra Señora de
Sopetrán, se apareció en un árbol de brevas que había nacido entre unas piedras
y por eso se llama Virgen de Sopetrán o ‘virgen sobre piedras’; tiene una
corteza más bien lisa y de color grisáceo; sus hojas son lobuladas a veces con
tres, otras veces con cinco lóbulos; sus frutos son unos siconos, es decir
higos; sus raíces, son un poco peligrosas, porque son capaces de falsear
cualquier terreno; el árbol produce un látex que quema la piel; por esta razón,
pertenecen al orden de las urticales, es decir, producen urticaria o rasquiña;
esta planta se reproduce por esquejes, es decir por bracitos o piecitos, como
les decimos los antioqueños.
Es bueno contarles
que esta es una de las plantas que más se prestan para hacer árboles bonsáis.
Sus frutos se pueden
someter al proceso de secado y después de un tiempo, se les vende como higos
pasos; esta característica hace que la breva se presta para mantenerla como
reserva alimenticia, en las épocas de escasez de alimentos.
Aunque la breva no
es exigente con los terrenos, para que un cultivo industrial sea de buena
calidad, debe haber unas condiciones climáticas muy buenas.
Sopetrán es un clima
muy agradable para el cultivo de esta planta, porque a los árboles de breva no
les gustan las lluvias, ni la humedad.
Los brevos son los
árboles más resistentes a las sequías, pero también soportan las heladas.
En España los surcos
son de cinco por cinco metros y los cultivos se alternan con almendras y
granados; pero en Colombia, que no cultivamos almendros y granados los podemos
sembrar a distancias de ocho por ocho metros, para que no se presente el
fenómeno de la competencia por alimentación entre los árboles.
Pero si quisiéramos
que los árboles no crezcan mucho, los surcos se pueden hacer de cinco por cinco
metros, para que sea más fácil recoger las cosechas y las plantas no se eleven
mucho del suelo.
Este es un árbol
especial, que no necesita podas, pero es bueno cortarle las ramas secas y los
higos que se quedan rezagados en los tallos.
También es
conveniente, hacer unos aclareos para que los árboles no estén muy tupidos de
ramas, porque esto rebaja la calidad de los frutos.
Como a veces la
producción de yemas es muy abundante, se deben cortar las más cercanas al
principio de las ramas, para fortalecer el desarrollo de las que quedan.
La higuera, no
requiere de un abonado especial, pero le gusta mucho el nitrógeno; sin embargo
cuando se aplica en cantidades, los frutos tienen un sabor diferente.
Si los árboles de
brevas se riegan con mucha frecuencia, los frutos aumentan de tamaño, pero
pierden su buen sabor.
A mayores sequías,
los frutos de la higuera son más dulces.
La higuera tolera
con mucha propiedad la salinidad de las aguas.
Las principales
plagas de las higueras son las cochinillas, las moscas del higo y un pequeño
insecto que se llama barrenillo.
Las enfermedades que
más las acosan son la podredumbre de las raíces y la virosis del mosaico, pero
se pueden evitar limitando la cantidad de los riegos.
Como ya dije, la
higuera se reproduce por acodo o por esqueje y las dos formas arraízan
fácilmente.
Estimados paisanos,
anímense a sembrar brevales, para que no nos quedemos con el monocultivo de la
maracuyá.
En cuento a la parte
medicinal de la breva, digamos que el látex o leche de la higuera, se utiliza para
combatir las caries dentales y para tumbar las verrugas; también este látex es
bueno para cuajar la leche.
La leche de la
higuera, aplicada con harina, acaba con la sarna o carranchil; combate las
heridas de la cabeza producidas por caspa o por quemadura solar; aplicada sobre
las mordeduras de perros o animales ponzoñosos, alivia el dolor y las cura;
cuando hay piezas dentales cariadas, se puede mojar un poco de lana con el
látex del higo y se aplica en el orificio de la pieza cariada, para calmar el
dolor.
Si se asan higos y
se mezclan con semillas de mostaza, se pueden aplicar en los oídos para dolores
y zumbidos; esta misma preparación sirve para disolver nacidos y lobanillos y
también desinflama los pezones.
Cuando la garganta
está inflamada, se pueden hacer gargarismos con agua tibia y látex de breva.
Los antiguos médicos
de la tierra, utilizaban un hervido de brevas para curar la tos, al asma los
problemas de parásitos intestinales, el dolor de los costados, las
inflamaciones del hígado y la nefritis.
Se han descubierto
unos treinta productos que sirven para diversos usos, pero que no los voy a
escribir porque no son términos del dominio de las personas que leen mis
escritos.
Sopetrán, 25 de
octubre de 2014
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