Curso
teórico-práctico de dibujo, pintura y escultura.
Primera
clase de dibujo.
Darío
Sevillano Álvarez.
Presentación
del curso y avisos generales: Los hace Doña Ana.
Introducción:
Bienvenidos
al templo de las artes; con un poco de paciencia y con una buena disposición de
ánimo, vamos a ingresar en el maravilloso mundo del dibujo, que es la base para
llegar a los grandes aciertos de las artes plásticas.
Si
recordamos lo que decía el famoso pintor del siglo de los grandes artistas,
Ingres: «Se pinta como se dibuja» o como se expresaba el gran pintor y escultor
sopetranero don Alfonso Góez: «El que dibuja, pinta, y el que pinta esculpe;
luego el que dibuja, esculpe»; con unas horas de clase bien aprovechadas, en
cuestión de un año de trabajo, estaremos haciendo bellezas con las habilidades
y destrezas de nuestros cerebros, de acuerdo con las diferencias individuales
de cada uno de ustedes.
Analicemos
muy bien estos conceptos: Explicación lógica.
Las
diferencias individuales, nos las enseñaba nuestro gran maestro del seminario,
el monseñor José Tamayo, así:
«Cuando
diez personas hacen uno sancocho, aunque todos lleven los mismos ingredientes y
sean cocinados en ollas iguales, quedarán distintos de color, presentación y
sabor; y eso lo hacen las diferencias individuales»
En
las artes, cuando vayamos a dibujar cualquier objeto, es muy normal que cada
uno de los dibujos que hagamos, quedará con algunas diferencias, porque la mano
y el cerebro de cada uno de los dibujantes, lo concibieron en esa forma. Mal
haría un profesor de artes en calificar de malos trabajos aquellos que no
guardan las mismas líneas y proporciones del modelo que se está exhibiendo.
Pero
miremos este otro concepto:
Si
soy capaz de pintar un cuadrado, sé dibujar; si con ese cuadrado hago un cubo y
le pongo el claro oscuro, sé pintar; si lo amaso con barro, se esculpir, y si
al cubo de barro soy capaz de aplicarle colores, soy un buen decorador.
Estos
conceptos tan sencillos, son los que vamos a desarrollar a lo largo de nuestro
curso teórico-práctico de: Dibujo, Pintura y Escultura.
Entremos
en materia.
Desarrollo:
¿Qué
necesito para ser un buen dibujante?
La
respuesta es muy sencilla:
Un
buen lápiz, una goma de borrar y un pedazo de papel.
¿Cómo
es un buen lápiz?
Los
lápices se consiguen de varias nominaciones: La gama B y
la gama H.
En
la gama B, mientras más alto el número, más oscura la sombra que produce; y en
la gama H, mientras más alto el número, es más clara la sombra que regala.
Cuando
los lápices son de la gama B, son blandos y tiñen en forma oscura y los de la
gama H, son duros y tiñen muy claro, estos últimos solo se emplean para dibujo
muy técnico.
Pero
hay una gama de lápices que son los más comunes y los que todos manejamos: El
lápiz número 1 que equivale a un 2B; el número 2, que equivale al HB o también
puede ser el F, una buena mezcla de las dos gamas; entre los lápices duros
están el 3 que equivale al H y el 4 que es el 3H.
La
goma para borrar debe ser de buena marca, que no sea como las que traen los
lápices comunes, porque en vez de borrar ensucian el papel.
En
los papeles para dibujar están: El papel satinado, que sirve para dibujar con
plumillas; el papel de grano fino, que se presta para hacer grisados y
degradados de muy buena calidad; el papel de grano medio, que sirve para pinta
pastel, cretas y sanguinas; el papel verjurado, es el más común en el mercado
de las artes y sirve para carboncillo, sanguina y cretas; el papel canson, que
se consigue en varios colores, que es un papel multiuso; el papel especial para
pintar con acuarela y hay otras variedades de papel para comprar según los
gustos.
El
formato de los pedazos de papel que se encuentra en las casas de arte es cuarto
de hoja, 35 por 50; media hoja, 50 por 70; y hoja entera 70 por 100.
Como
nos estamos metiendo en el mundo de las artes plásticas, es bueno conocer
algunos elementos propios de ellas y saber cómo son las presentaciones que se
consiguen en el mercado: Sanguina, cretas, carboncillos, pinturas acrílicas o a
base de agua, pinturas al óleo, pinturas para acuarelas, pinturas al Gouache o
guachas y tintillas.
(Para leer, cliquee la foto; para restablecer cliquee fuera de la foto) |
Ahora
veamos cómo se le saca la punta al lápiz de carboncillo:
No
es una buena práctica, sacar la punta de los carboncillos con el sacapuntas o
con el tajalápices, porque se pierde mucho material del grafito de la punta en los
roces con las máquinas; por esa razón lo mejor es tomar el lápiz y con un bisturí
o un cuchillo bien afilado, se desbasta la punta y se prepara para que quede,
puntuda en un lado y plana en el otro y así nuestro lápiz, prestará varios
servicios como lo muestra este dibujo.
Ya
vimos la teoría para hoy, ahora pasemos a la parte práctica:
Vamos
en primer lugar a tratar de sacarle la punta a nuestros lápices, siguiendo las
recomendaciones que hice, para que podamos trabajar a toda máquina.
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Luego
intentemos imitar el dibujo que les presento y tratemos de darle la mayor
belleza, empleando las distintas caras de nuestro lápiz para colorear todos sus
espacios.
Empecemos
haciendo unos cuadrados y entre ellos, hacemos varios grisados.
Hagamos
un pequeño adiestramiento para aprender a manejarlas las dos puntas del lápiz.
Sopetrán, 1.° agosto del 2014.
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