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Sopetrán, Mayo 31 del 2016.
Doctor
Gabriel Escobar Gaviria
Editor y propietario del Blogger losgaviriasdesopetran.
Apreciado Amigo:
Nací en el seno de tres familias: Los
Sevillanos, los Álvarez y los Villas, que creían y querían con profundo
respeto, la Religión Católica.
Supongo, que por esa razón, me matricularon
en ella, a pesar de que no me lo preguntaron, ni me lo socializaron; pero el
hecho es que quedé bien matriculado, porque el Dios de nuestra Religión, no se
parece en nada a los de las otras, que son dioses, que incitan a la guerra
santa, a la venganza, al odio y a otras conductas pésimas, para vivir en paz,
con los demás habitantes del planeta.
Gracias a Nuestro Dios, recibí una
educación tranquila y religiosa, acompañada de la disciplina social, las buenas
costumbres y todas aquellas cosas que sirven como parámetros religiosos a los
seminarios.
Ahora que estoy colaborando en todas las
actividades religiosas de la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, he
venido descubriendo, no sin cierta preocupación, el hecho de que nuestras gentes, tienen una
gran tendencia por el culto a Nuestra Señora y un poco descuidado el culto hacia
Jesús Sacramentado.
Pero como todos los problemas que se nos
presentan, cuando buscamos soluciones casi siempre las encontramos, creo que
podríamos corregirlo admirablemente: Haciendo una campaña masiva, a nivel de
los hogares, las escuelas, los colegios y la catequesis parroquial, para que
nuestros feligreses, puedan aprender: Que Jesús Sacramentado, es el dueño de
casa y podamos aplicar aquella frase de los libros sagrados: “Al nombre de
Jesús, se doble toda rodilla, en el cielo, en la tierra y en el infierno”.
No soy teólogo, ni exégeta, ni doctor de la
ley, pero puedo hablar con mucha propiedad, de acuerdo a lo que me enseñaron,
sobre todo, en los seminarios en donde estudié cuando estaba muy joven.
Estas enseñanzas podrían servirles a todos
los que visitan nuestro Blogger, y ojalá, las normas, que vamos a impartir, sean
llevadas de boca en boca, con la tradición oral, para que no, nos vuelva a
pasar lo que nos está ocurriendo.
¿Cuáles serían esas normas?
A
nuestro Señor Jesucristo, que es la forma de Dios vivo que conocemos, la
iglesia le rinde un culto especial que los teólogos llaman: Latría, del
griego: λαρία, es decir: Culto especial de adoración a Dios. Este mismo
culto se le rinde a cualquiera de las tres personas de la Santísima Trinidad y
al Santísimo Sacramento.
No sobra decir que solo se adora a Dios;
ningún otro Santo, ni la Virgen María, pueden recibir este culto.
Recordemos el evangelio de San Lucas,
cuando dice: “Está escrito: Adorarás al Señor tu Dios y solo a él darás
culto". Lucas: 4, 8.
A Nuestra Señora La Virgen María, le
rendimos un culto especial, por ser la Madre del hijo encarnado de Dios y ese
culto se llama Hiperdulía, del griego
ύπέρ δουλoυσ es decir: Veneración por encima de la que se le hace a los
Santos comunes y corrientes.
Este culto solo se le rinde a Nuestra
Señora por ser quien es, es decir: Por ser la Madre de Nuestro Señor Jesucristo.
Hiperdulía como término, fue
mencionado por primera vez en el Concilio Vaticano II según la Constitución
Dogmática Lumen Gentium, en el capítulo 663 del
año 1963.
A San José, por haber sido el guardián de
Nuestra Señora y del Hijo Encarnado de Dios, le rendimos un culto especial que
se llama: Protodulía del griego πρωτο y
δουλεια o primerísima veneración.
A los santos comunes y corrientes, les
brindamos un culto menos importante, que los teólogos llaman Dulía, del
griego δουλεια, que quiere decir la
servidumbre; porque recordemos que los santos son importantes, porque sirvieron
a Dios y lo amaron en la tierra y ahora gozan de la gloria eterna que Él, les
regalo.
Este culto es solo una veneración, nunca
podría ser adoración, porque ellos no son dioses.
Nuestro propósito, para las fiestas
venideras, es hacer mucha catequesis y mucha propaganda, para que la comunidad
católica de nuestro pueblo, aprenda a querer con todo el corazón y con toda el
alma, las verdades de nuestra religión.
Creo que el resumen de este escrito se
podría hacer con cuatro frases: ¿A quién se adora? Solo a Dios; ¿A quién se
venera especialmente? Solo a Nuestra Señora la Virgen María; ¿A quién se honra
especialmente? A San José; y ¿A quiénes se honra con tranquilidad? A los Santos
y a los ángeles.
Si ponemos estas ideas religiosas en
marcha, las cosas mejorarán y estaremos siendo justos con: Dios, con nuestros
personajes especiales, como la Virgen y San José, con los Santos y con los
ángeles.
Cédula de ciudadanía: Número: 3’ 620. 074 de Sopetrán.
Sopetrán, Mayo 31 del 2016.
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