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domingo, 14 de agosto de 2016

Una ilustre visitante

Julie Sopetrán, el personaje del día.
Darío Sevillano Álvarez

Para conseguir esta fotografía, tuve que convertir me en un paparazi, porque no sabíamos el momento preciso de la llegada de Julie Sopetrán a nuestras tierras.

En este instante llegan Julie y Gustavo Bustamante con su dignísima esposa a la puerta de su casa de Sopetrán.

Esta es la cara sonriente de la historiadora española.

Esta es la primera pose de doña Julie
parada en tierra sopetranera.

Como buena reportera gráfica que es,
posa con su cámara en la mano.

Luego nos trasladamos al salón del ayuntamiento, para una recepción especial que le hace la Administración Municipal.

Después de la interpretación del himno de Sopetrán, me concedieron la palabra, para ofrecer el acto.

El discurso de tipo forense que leí, es el siguiente:










   Sopetrán, Rincón de las Palmas. Carrera Córdoba #11-29. Teléfonos: 8542021 y 3206093059

Discurso para la condecoración de Julie Sopetrán

Qui alios docent, fulgebunt quasi stellae in perpetuas aeternitates, que traduce ‘Y los que enseñan a otros, brillarán como estrellas por toda la eternidad’. Palabras tomadas del libro de profeta Daniel, en el capítulo XII, versículo 3. Cuando el profeta está haciendo un símil del juicio final.

Sin dejar de ser un soñador, defecto o tal vez virtud ancestral, que viene de la estirpe y que muerde la sangre más escondida de nuestros corazones, pero sin confundir, como el loco personaje de Cervantes, manadas de carneros, con escuadrones humanos; molinos con gigantes; o mesones camineros con deslumbrantes palacios; tenemos que reconocer abierta y realistamente la verdad, el magisterio inconfundible de los historiadores españoles, las bondades con que algunos amigos nos han regalado todo su saber, para hacer nuestros propios relatos de los acontecimientos históricos que ha protagonizado nuestro pueblo, a través de los cuatrocientos años de historia que lo acompañan y el cariño que le han puesto a la amistad, que por un accidente de la vida, hemos protagonizado, desde hace cuarenta años.

En esta preciosa tarde tropical del mes de agosto, mientras disfrutamos de una temporada termorregulada por las brisas tempraneras del cauca, que mecen nuestras palmeras, al suave vaivén, de los efluvios de viento, que genera el desfase de temperaturas, en el sinclinorio de su cauce, y mientras el sol declina entre ropaje níveo sobre los picos de las más remotas montañas, nos disponemos a reconocer los grandes méritos de la distinguida dama española doña Julie Sopetrán, cuyo nombre propio es: Julita González Barba.

En hora buena, la Administración Municipal, el plenum de ediles del Honorable Concejo y la gratísima colaboración de nuestro gran amigo, el doctor Gustavo Bustamante, se han puesto de acuerdo, para enaltecer a tan distinguida dama, que desde el año de 1978, se vinculó con nosotros y nos ha ayudado a construir una verdadera historia del nombre de nuestro terruño y de Nuestra Señora.

La fiesta que hoy celebramos, es  una página dorada de nuestra historia, que debiera estar acompañada de marchas triunfales, repiques de campanas y otras manifestaciones externas de la alegría y el jolgorio porque, con los escritos de esta ilustrísima historiadora, empezamos a ver con alguna claridad, la compaginación de la historia española, con la de nuestro querido pueblo Sopetrán.

No es una casualidad que nuestros dos pueblos se llamen Sopetrán, ni tampoco lo es, que doña Julita González Barba, haya tomado el pseudónimo, de Julie Sopetrán, porque en sus tierras españolas, se apareció Nuestra Señora sobre un rocadal, en donde había nacido una higuera o árbol de brevas; luego nuestro fundador Francisco Herrera Campuzano, que cuando era un niño viajaba desde su pequeño caserío, Alcalá de Henares, a rezar acompañado de su madre, al monasterio de la Virgen Sobre Piedras o Virgen de Sopetrán, que para la época estaba regentado por los padres benedictinos y por esa razón llamó a nuestro pueblo Sopetrán; y el nombre de nuestra ilustre visitante se debe, a que mucho tiempo vivió en las tierras del monasterio, que eran de su familia y que estudio en los Estados Unidos, en donde al nombre de julita, se le traduce ‘Julie’; si ustedes atan bien los cabos de esta historia, de inmediato se ponen en fase, con los relatos que siempre hemos sostenido.

Pero volviendo a la figura principal de este encuentro, a doña Julie, le podemos decir que su vida en el planeta, ha sido muy benéfica, porque tiene el mérito de la fe; tiene el mérito de la verdad; tiene el mérito del nada querer para sí misma y podría gritar con la canción del poverello de Asís: «Señor, hazme un instrumento de tu paz; que donde haya duda, siembre la fe; porque dando, es como recibimos». Y podríamos decir que lo ha logrado.

Otra página dorada de nuestra historia, es el empeño que nuestro amigo el doctor Gustavo Bustamante, ha colocado en la celebración de nuestros cuatrocientos años de historia, porque viene celebrándolos, cada semana con programas de mucho valor histórico-cultural, que según sus planes, durarán por espacio de todo el año dos mil dieciséis, y
él es el gestor y realizador de la idea de traer a doña Julie, para que todos tengamos el agrado de conocerla personalmente.

Me parece muy importante traer a la memoria, el nombre de un distinguido misionero español, Domingo García y García, que me visitó por orden de doña Julie y nos trajo grandes ideas escritas y contadas, para mejorar nuestros relatos.

Trascurría el año de 1978, cuando un buen día me entregan un paquete del correo internacional, que venía dirigido hacia mí y que contenía muchos documentos escritos y fotográficos, de lo que era la historia de Nuestra Señora, en las tierras de la Alcarria española, desgraciadamente, para esa época estaba en todo su apogeo, el narcotráfico, que dirigía el Señor Pablo Escobar Gaviria y muchos de los paquetes que enviamos de Sopetrán, para nuestra querida amiga, fueron destruidos por la DEA, con la falsa creencia de que en ellos enviábamos coca para Europa.

Fue así como nos puso en comunicación con grades personalidades de España y esa fue la verdadera razón, por la que pude escribir la historia completa de Nuestra Señora de Sopetrán.

Una de las grandes alegrías de esa relación, fue el hecho muy significativo, de ponerme en contacto con su prima hermana, la pintora: Sopetrán Domenech, que sostuvo conmigo una amistad de tú a tú, como lo demuestran todos los comunicados de ella y los catálogos que conservo, de sus grandes exposiciones en toda la Tierra.

Para terminar, le digo a doña Julie: Quisiera tener la inspiración de los grandes poetas, para escribir una epopeya sublime con tu nombre y con tus obras; quisiera tener la destreza de los escultores, para plasmar un monumento en nombre de tus proezas; quisiera tener el intelecto de los filósofos, para escribir un libro con todo lo que has realizado; quisiera tener el carisma de los pintores, para hacer un óleo de vívidos colores, con todo aquello que has hecho, para servirnos; pero… Ante la circunstancia de mi menguado hablar, apelo paradójicamente con mucha tranquilidad, al refrán de los franceses, cuando dicen Si la parole est de argent; le silence est d’or”. Que traduce: ‘Si la palabra es plata; el silencio es oro’.

Pero en vez de esta circunlocución tan elegante, te ofrezco un pequeño regalo, en donde están todos mis escritos de los últimos cincuenta años y las mil doscientas canciones colombianas más hermosas.

Y permítanme que termine, con el hermoso poema de Guillermo Valencia, cuando escribió:

«Tantas idas y venidas; tantas vueltas y revueltas;
Quiero amiga que me digas, si tienen explicación.
Yo me afano, más no en vano,
Sé mi oficio, y al servicio de mi dueño,
Pongo empeño, sin mucha complicación».

Estas quintillas, son el reflejo de mis investigaciones sobre nuestras tierras y el resumen de lo que he hecho, a través de cuarenta y ocho años, con la ayuda de todos ustedes, aplicando aquel dicho latino: Verba volant, scripta manent. Que traduce: ‘Las palabras se las lleva el viento y los escritos permanecen’.

Gracias.


Cédula de ciudadanía: Número: 3’ 620. 074 de Sopetrán



En salón del Ayuntamiento municipal, doña Julie, escucha con mucha
atención las palabras de Secretario de Gobierno, doctor Antonio Quintero.
  
Al acto asisten grandes personalidades, como
el Rector de la Basílica, el Doctor Raúl Tamayo Gaviria
y el Señor Jairo bedoya.

Nuestra ilustre visitante, no pierde palabra
del comunicado de la Alcaldía.

Como buena literata que es, doña Julie trae escrito su discurso, porque las normas del protocolo dicen, que es un irrespeto al público, pronunciar un discurso con las ideas que nos vaya mostrando el cerebro.

Es muy importante contarles, que mientras ella decía sus palabras, pasó la procesión de Nuestra Señora por el lateral occidental de la plaza, por esa razón se vio impedida para seguir hablando y nos pidió el favor de que la dejáramos ver el paso de la feligresía, con el lienzo de la Virgen.




Sopetrán, 12 de agosto del 2016.

*

Nota del editor

Así comentó El Colombiano, el diario leer de los antioqueños, la presencia de doña Julie Sopetrán en nuestro departamento de Antioquia y en nuestro municipio de Sopetrán:




Y así terminó su columna sabatina el columnista Raúl Tamayo Gaviria, uno de los Gavirias de Sopetrán:


Gabriel Escobar Gaviria, editor
Gracias, Julie, por tu visita.

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