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domingo, 29 de mayo de 2011

Yo vivo en Sopetrán,
un paraíso en América
Darío Sevillano Álvarez
Décima tercera unidad.
Aspectos humanos
 Prehistoria

Americanos, no indios. Por la vieja historia que todos conocemos del descubrimiento que hizo Colón, sabemos que él no descubrió las indias orientales, sino un nuevo continente del que, desgraciadamente, nunca supo antes de morir que lo era. Esta razón nos muestra cómo nosotros, que habíamos recibido el apelativo impropio de indios, por lo de las indias orientales, somos el pueblo americano, digno de todo respeto.

Teoría sobre la llegada del hombre a la América. Todos sabemos que hay varias teorías sobre la llegada del hombre a la América entre las cuales están la Melanesia, la Polinesia, la Atlántida, la circunstancia de que los continentes África y América hubieran estado muy juntos, los continuos naufragios de birremes y trirremes de los Fenicios y otros pueblos buenos navegantes y, la más aceptada, la del paso por el estrecho de Bering.

Sí aceptamos la teoría de Bering, la lógica enseña, que el hombre americano fue invadiendo de norte a sur y esta razón nos hace pensar que a Colombia, el hombre llegó por Panamá. Todo esto para decir que los indios de Sopetrán son descendientes de los caribes y no de los chibchas o muiscas, como han afirmado algunos.

Primeros pobladores. Las tribus que los españoles encontraron en nuestros suelos fueron los guamas o guacas, que poblaban los terrenos que hoy ocupa el municipio de Sopetrán; los peques, que ocupaban la región de Liborina y Sabanalarga, y los ebéjicos, que habitaban en los municipios de San Jerónimo y Ebéjico. El cacique de las tres tribus, según Don Manuel Uribe Ángel, era Zuburuco y no Petrán.

El nombre de Zuburuco, no se ha podido saber con absoluta certeza, unos lo llaman Zubsabaruza, otros le dicen de otra manera, pero lo cierto es que fue el gobernante de estas tierras.

Generalidades de los Indios Guamas o Guacas

Descripción. Nuestros indios eran grandes labriegos y su temperamento era pacífico; su físico se puede enmarcar dentro de los siguientes parámetros: baja estatura, espaldas anchas, extremidades cortas y gran fortaleza.

Economía. Vivían de la agricultura, de la producción de sal, de la alfarería, de la pesca y de la cacería. Tenían ferias de intercambio, en lugares especiales, en los cuales había piedras especiales consagradas por su sacerdote, y en ella se hacían las negociaciones. Tenían sistema de crédito, con tasa de interés. Su mayor riqueza era la sal, elemento indispensable para conservar las carnes. No fueron ricos en oro; las pectorales, las narigueras, los aretes y otras joyas que se encuentran en nuestro medio, eran canjeados, con los indios buriticás. Sus únicas industrias eran la alfarería en la cual se defendían muy bien; y la compactación de la sal en Córdoba.


Alimentación. Era casi de régimen vegetariano, pues comían el maíz en todas sus variedades: blanco, colorado, rojo, amarillo, negro y blanco de arroz. Se alimentaban de cuadrúpedos vegetarianos: curíes, conejos, venados. También comían tortugas, perdices y patos de laguna. Las matanzas de venado, era muy restringida y necesitan un permiso especial del cacique. Recordemos que los ganados caballar, vacuno, asnal y mular fueron traídos por los españoles. Los pueblos ribereños también se alimentaban de pescado.

Arquitectura. No fueron buenos arquitectos, sus edificaciones eran de bahareque y techos de iraca. No dejaron grandes monumentos. Solo quedaban los hipogeos que había cerca al puente de la variante, que fueron saqueados y destruidos por personas poco conocedoras de la cultura y solo tenían intereses económicos. En los hipogeos había todo tipo de elemento de cultura, evidencia de arte rupestre, señales de fundición de metales, molares de animales de hace más de 20 siglos y se veía el ingenio con que trabajaban como los topos.

Herramientas. Entre las herramientas que se han encontrado, figuran las hachas de piedra que acompañan a casi todas las culturas precolombinas y los molinos que se encuentran en la Casa de la Cultura, este molino tiene parecido a los molinos que usaban los faraones de Egipto y por esa razón, deben tener más de 20 siglos. Esta misma razón, hace pensar que hubiera presentado una invasión, por el lado de África.


En este mapa de las culturas indígenas actuales,
situé la cultura guama para que conozcamos su ubicación geográfica.

Vestido. Los vestidos eran rústicos, pero bordados a mano y de acuerdo con la clase social a la que se pertenecía. Había las siguientes clases sociales: cacique, zaques, jeques, brujos y vasallos.

Orfebrería. Aunque en las sepulturas de nuestros indios se encontraban a veces objetos de oro, no podemos afirmar que era un pueblo de buenos orfebres; esa circunstancia se debe a que los indios guamas, hacían truques de sal por objetos de oro con los indios de Buriticá.

Arte lítico. Los guamas no alcanzaron a dominar este arte, pues eran un pueblo dedicado a las labores del agro, por esta razón, no quedan objetos tallados en piedra en algunas de estas tribus.
*Buenos tejedores. Estas tribus habían perfeccionado el arte de tejer y según algunos historiadores tenían telares, en los que tejían sus prendas de vestir.

Metalurgia. La única metalurgia que se ha encontrado son tunjos, con figuras antropomorfas y piezas circulares sin ningún gravado, al parecer para ser usadas como moneda.

Armas. Las armas casi todas eran de madera con punta metálica y a veces de aleaciones metálicas. Las principales armas eran: La lanzadera o tiradora que era algo así como una honda; la pica que utilizaban para picar y para pelear; la macana que parecía un bolillo y las hachas que también servían para los oficios domésticos. El pertrecho que utilizaban eran dardos, que a veces iban con veneno, que sacaban de revoltura de plantas y animales venenosos como el sapo y las serpientes y que las cocían en pailas. La persona que hacía estas revolturas, casi siempre moría, víctima de los olores venenosos que producía la ebullición.

Armas de los Guamas.

Religión. Era una mezcla incierta de brujería, ritos, danzas rituales, costumbres, culto a los muertos y otros. Su religión fue muy incierta y los historiadores, casi todos están de acuerdo, que se puede decir por extensión, que era parecida a la de los muiscas.

Artes. Una de las artes más preciosas, fuera de la alfarería y las costuras, era la música, con sus danzas acompasadas, tocadas con ocarinas, maracas, flautas, tambores y timbales, instrumentos que hacían de barro o de madera y de hierro.

Cultura. Su cultura era muy rudimentaria, toda vez que la educación solo era propias de las clases sociales altas, a las cuales se les podría llamar aristocracia. El común del pueblo sólo debía trabajar, por eso no necesitaban estudiar.

Cazador primitivo.

Ciencias. Manejaban la Astrología, en la cual tenían cantidad de agüeros, aplicables a los vivos y a los muertos (la colocación de sus muertos en el sarcófago, debían ser de oriente a occidente y el muerto debía quedar colocado de modo que al despertar para el viaje a la eternidad, con la mano derecha pudiera señalar la estrella polar). La Hechicería era una de sus ciencias fuertes, pues en ella basaban la Meteorología, la agricultura, la pesca, las costumbres sociales (matrimonios, consagración de sacerdotes, elección de brujos y otros). La Meteorología era la ciencia que decidía cómo se manejaban las cosechas, cuándo se hacían los viajes, entre otras actividades. Su aritmética era muy rudimentaria, en ella tenían medidas de longitud, como el palmo y el pie y medidas de capacidad como: El aba.

Recordemos que a nuestros aborígenes se les llamó de dos formas: guamas y guacas, creo que la mejor forma de llamarlos es guacas; pero en eso de nombres los historiadores no se han puesto de acuerdo, porque la prehistoria no dejó escritos y su nombre se ha sacado de jeroglíficos y dibujos de arte rupestre.

Valle del río Cauca,
en donde vivieron los guamas o guacas.

Este es el valle del río cauca en donde vivió la gran familia americana que pobló nuestras tierras, en la actualidad el valle está ocupado por el condominio de La Florida.

Se preguntarán porque el valle esta en jurisdicción del municipio de Olaya. En esa época, no existía la barrera de los límites territoriales, que ahora tienen los municipios.

Recuerden una vez más que la jurisdicción del cacique Zuburuco, comprendía las tierras de Peque, Sabanalarga, Olaya, Sopetrán, San Jerónimo y Ebéjico.
La gran ciudad del cacique, era en este valle y ahí fue donde le buscaron pleito, el día que lo iban a matar, con la ayuda de los perros especiales, que el Rey de España, había mandado.

Un buen relato de prehistoria sopetranera.

Hubo una vez, un lugar de la tierra, a orillas del Río cauca, en las vegas que hoy conocemos con el nombre de los salados de Córdoba, una gran familia de americanos, que se estableció en ese lugar, para vivir cómodamente, por espacio de unos mil años, antes de la llegada de Cristóbal Colón a Estos lares.

Desfile de Guamas.

Las causas más probables de su ubicación en este espacio, fueron la belleza del paisaje; la facilidad para compactar la sal por medio de la evaporación del agua; la fruticultura silvestre, que se veía fácil de administrar; la cacería en abundancia, dada la gran cantidad de bosques naturales que pertenecían a la categoría de bosque seco tropical; el emporio de la pesca, por la cantidad de grandes quebradas y ríos, y la tranquilidad propia del lugar por la falta de competencia con otras familias, que garantizaba la ausencia total de los enfrentamientos y las guerras.

Músicos dando una serenata.

Todo parecía sonreír a estos humanos y empezaron a progresar aceleradamente: Su economía era muy próspera y en ella manejaban el sistema de trueque, con las tasas de interés incorporadas; cifraban su alimentación en la parte vegetariana, pero incorporaban las carnes de monte y el pescado a sus dietas, que los hacían hombres con mucha fortaleza y una gran capacidad para montar las ciencias y la tecnología de la época; su agricultura, montada en el cultivo del maíz con sus siete especies blanco, negro, amarillo, de leche, de arroz, pira y pintado, la yuca, el plátano, el tomate, las frutas, las calabazas y las plantas de aliño; sus ganados, los venados eran manejados con mucha cautela, para que la especie, no se extinguiera y solo el cacique, concedía los permisos especiales a cada familia, respecto al sacrificio de estos animales; sus armas, las más sofisticadas del momento, eran concepciones perfectas para mantener el cacicazgo entre las tribus vecinas: hondas, jabalinas, macanas, hachas de piedra y de madera; los venenos se fabricaban a base de plantas y animales y su punto de ebullición se constataba, cuando la persona anciana que los cocía, moría por efectos de los gases tóxicos; medidas a la altura de las circunstancias, como el palmo, el pie, la mano, la pulgada, la cuarta, el jeme, la vara, la yarda, el brazo, la braza, y una medida de capacidad importantísima, el aba, algo así como una pucha o medio litro; sus herramientas, a base de piedra, eran modelos de trabajo, como el garabato que servía de arado, las tarabitas para hilar, las ruecas, las lascas o bisturíes del momento, las ollas de piedra y de cerámica y una cantidad de elementos que hacían las delicias de toda la tribu.

 Caserío de nuestros ancestros.
Su religión, una mezcla de muchas culturas, por aquello de que descendían de invasiones, naufragios y todo tipo de peripecias prehistóricas, la cual fue exterminada por los españoles a sangre y fuego, dizque para montar una mejor, la católica, llena de defectos y adversidades; sus creencias en la eternidad del alma, la existencia de un Dios, que cuidaba de sus hijos y los quería, la ley natural normal, en donde se prohibía matar, robar, hablar mal del prójimo, no desear sus bienes y todas aquellas cosas que un ciudadano de bien debe cumplir, cuando vive en sociedad; su idioma, un dialecto con todas las de la ley, que fue desaparecido de la faz de la tierra, porque el español, según decían, era más bonito; sus artes, que fuera de la alfarería y la costura, tenían la música y la construcción de instrumentos, como: los tambores, las maracas, los timbales y las flautas y ocarinas que hacían de barro, de madera y otros materiales; sus viviendas subterráneas, construidas con la mejor tecnología, a las que nosotros llamamos hipogeos; sus ciencias más avanzadas, como la astrología, la meteorología y una aritmética rudimentaria; y su cultura, llena de vivencias de todo tipo, que deslumbraron a Colón y a su equipo de maleantes.

Ocupación en sus hogares.

En esta etapa de la prehistoria, la educación estructurada, solo se daba a los hijos varones de las familias importantes, porque según ellos, las mujeres solo eran hábiles para las labores domésticas y la crianza de sus hijos. Recuerden que había cinco rangos o grupos en esas sociedades: caciques, zaques, jeques, brujos y vasallos.

Cultivo de maíz.

Si hablamos del cacique, que de ninguna forma se llamaba Petrán, porque no existen registros históricos que así lo ameriten, era Zuburuco o Zubsabaruza, como otros lo registran en los libros de historia, era un hombre increíble, por su fortaleza y por su amor a sus vasallos, capaz de cuidar con celo, toda su jurisdicción que comprendía Peque, Sabanalarga, Olaya, Sopetrán, San Jerónimo y Ebéjico. De este cacique dice la historia, que era tan aguerrido, que ningún español se atrevía a pisar sus dominios, circunstancia que motivó al rey de España, a adiestrar cinco perros bravos, que luego mandó con esta orden: «Búsquenle pleito y déjenlo que pelee con los perros», los perros se lo comieron a mordiscos.

También es importante decir que somos americanos, no indios, por aquello de que Cristóbal Colón, tuvo un pequeño error, cuando llegó a las Antillas menores y creyó que estaba en la India y por eso nos bautizó con el nombre de Indios, que de ninguna manera se puede aplicar a nuestra raza.

Salado de Córdoba, cavado por los aborígenes.

Con la llegada de los españoles a nuestras tierras de Córdoba, terminó la prehistoria y nos metemos en el cuento de la historia universal. El Primero en llegar parece que fue el señor Francisco Herrera Campuzano que venía con las funciones de gobernador de Antioquia y Oidor de la Real Audiencia, el máximo organismo de control, de las actividades de la colonia española.

Para llegar al caserío de los guamas, atravesó la cordillera central, por el cerro del Padre Amaya, descendió al valle de Ebéjico y luego llegó al corregimiento de Córdoba, en donde fundó a Sopetrán.


Salado construido por los españoles.

Cuál sería su sorpresa, cuando pisó las tierras de Córdoba y se encontró con una población pujante, organizada, pacífica y receptiva. Era la coartada precisa, para montar allí un pueblito español y apoderarse del emporio de riquezas, que estos nativos poseían y de inmediato, procedió a fundar aquello que conocemos en los libros de historia, como Viceparroquia de nuestra Señora del Saladito de Córdoba, acto que se realizó el 22 de Febrero de 1616, a las ocho de la mañana, en medio de una misa muy solemne y luego viajó a las tierras del sur y fundó la ciudad de San Jerónimo, en las horas de la tarde.
No sobra decir que con la fundación, se montaba una viceparroquia, un cura doctrinero,  como se les decía en la época, el padre Rodrigo de Santander, unas familias españolas, que se posesionaran como dueños absolutos de todo lo que había, incluyendo a los aborígenes, como propiedad de los grandes señores.

A pesar de todas estas adversidades, el pueblito funcionaba en buenas condiciones, pero los aborígenes esclavos, no daban  la medida en el trabajo, por aquello de que los españoles, tenían la falsa creencia de que sus esclavos eran mulas de carga y no necesitaban el descanso. Esta circunstancia, originó el suceso más escandaloso de la historia medieval: La traída de los negros del África, para ser vendidos como esclavos a sus majestades, los españoles.

Complemento fotográfico del artículo de prehistoria sopetranera.


Estas eran las ollas que hacían en cerámica y alfarería
y las imágenes de sus deidades.


Así era el tráfico vehicular por el río Cauca. Recordemos que eran grandes comerciantes y que hacían ferias de trueque.

¡Que espectáculo!

En el cementerio principal de la tribu, encontramos estas rocas, que fueron cargadas de partes muy lejanas y con ellas marcaban las tumbas de sus muertos, a menera de lápida.

Creemos que la mayoría de sus viviendas, fueron así.
Recuerden que eran casas con aire acondicionado natural y sus construcciones eran muy rústicas.

Este es el sendero, que todavía existe, por donde subían a la parte alta, en donde estaban sus muertos.
Este cementerio era en una finca que hay en el disvío de la carretera de Liborina, cuando estamos llegando al puente de occidente que construyera don José María Villa.

A lo largo y ancho de la montaña, encontramos estas bóbedas profundas y muy bien trabajadas, para poder entrar en ellas. Suponemos que eran los escondites, para librarse de las invasiones.

Observen la perfección con que las trabajaban. En algunas de ellas entramos con muchas dificultades y no les encontramos el final.

Cada entrada, estaba debidamente camuflada, con árboles y malezas.

En algunas de estas cuevas, tratamos de entrar, amarrados con sogas y lazos y no alcanzamos a llegar al fondo.

 En toda la extensión de la llanura y la montaña, encontramos cantidad de pedazos de alfarería y hachas de piedra.


Sopetrán, 10 mayo del 2011.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es contradictorio pedir que a los nativos les llamen americanos en vez de indios--
vaya estupidez, como si el termino americano fuera propio de estas tierras..
ese termino tambien viene del otro lado del charco.. indios con orgullo.. que de malo tiene, orgulloso me siento de ser indio..
va saber uno como llamaban nuestros abuelos a estas tierras, no creo que la llamaran america y menos que se catalogaran a si mismos como americanos..

Anónimo dijo...

Es contradictorio pedir que a los nativos les llamen americanos en vez de indios--
vaya estupidez, como si el termino americano fuera propio de estas tierras..
ese termino tambien viene del otro lado del charco.. indios con orgullo.. que de malo tiene, orgulloso me siento de ser indio..
va saber uno como llamaban nuestros abuelos a estas tierras, no creo que la llamaran america y menos que se catalogaran a si mismos como americanos..