Mi querida Rosalbita:
Cuando llegué a Sopetrán, llegamos a una casa de corredores, muy bonita, que quedaba diagonal con el Hospital San Juan de Dios en la calle Real, y te puedo asegurar que en alguna oportunidad nos vimos, o jugamos juntas, pues toda la vida he sido muy sociable. Luego, nos fuimos frente a la plaza, al lado de la cacharrería Ramos, una casa de dos pisos, y antes de la cacharrería, quedaba una de las farmacias de mi padre. Lo divino está, en que nos estamos comunicando. Dios te bendiga. ahí me mando mi mail, espero me mandes el tuyo. Chao.
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