La Virgen del Carmen

Celebración de la fiesta Nuestra Señora del Carmen, patrona de los conductores.

16 de julio de 2010

Éste el cubrimiento del reportero gráfico del municipio, para las páginas de internet.

Darío Sevillano Álvarez

A las 4:00 a. m. fuimos despertados con una preciosa alborada, al son de los voladores.

Cuando sonaron las campanas, para anunciar el ángelus del medio día, también sonaron los acordes de nuestra banda juvenil, para hacer una retreta, que acompañaron de chorrillos y cohetes de tronamenta.

Los jóvenes se divierten, elevando la cohetería artificial, que es el preanuncio de la hermosa procesión de Nuestra Señora del Carmen.

Así luce nuestro templo, para el evento vespertino.

La alegría de las barras juveniles, empieza a verse.

Las escaleras y las volquetas, trasportan a los devotos de Nuestra Señora, en forma gratuita, hasta la placita del Llano de Montaña, para que asistan a la solemne procesión.

He aquí, la carroza, con la imagen de la Virgen del Carmen, tallada en madera, a finales del siglo XVIII.

El jolgorio invade los corazones y empieza la gran procesión.

La algarabía, es impresionante, suenan todos los pitos de más de 100 motos, 50 mototaxis y unos 40 vehículos pesados.

La luz solar se extingue, el aguacero arrecia, pero nadie se arrepiente de estar honrando a Nuestra Reina.

Pasa el primer tropel de mototaxis.

Lo sigue el segundo.

La regia carroza, acompañada de la Policía Nacional, que siempre está disponible para todo tipo de eventos.

Aparece la regia carroza y detrás va el gentío.

Son más o menos 2.000 personas, las que acompañan a Nuestra querida Madre del Carmelo.

Miren la gran cantidad que atraviesa el espacio, son dos o tres cuadras de fieles honrando a su Madre querida del Cielo.

Continúa la muchedumbre, nadie le teme al aguacero.

Aparece la inmensa fila de vehículos, cuyas sirenas ensordecen a unos y alegran a otros.

Llegamos a la plaza principal a las 7:00 p. m., aprecien el tropel de fervientes devotos.

Los destellos de la cohetería artificial, deslumbran la lente de mi cámara y parece una fotografía mal tomada.

Por el espacio infinito, se desplazan los cohetes y voladores.

Esto es espectacular, en medio dl manto negro de la noche, la procesión luce, con todo su esplendor.

Cuando Nuestra Reina toma la recta final, las bases de cohetes artificiales disparan a diestro y siniestro, todo su pertrecho.

Cuando la regia carroza, se aproxima al templo, el humo de la cohetería enrarece los espacios.

Hela aquí, es ella que llega triunfante, para entrar en el templo que luce con todo el esplendor, para la celebración de la Misa.

Los músicos, la reciben, con una marcha de solio, como a una verdadera Reina.

El templo, hierve de fieles, que vinieron con tiempo, para poder tomar los asientos, que hoy van a escasear.

En este lugar la desmontan de la carroza y la entran al templo, en medio de los aplausos.

Regina cœli, lætare, alleluya