Celebración del Bicentenario
de la Independencia de Colombia
de la Independencia de Colombia
Sopetrán, Antioquia
20 de juliode 2010
Darío Sevillano Álvarez
Una de las bandas marciales del Ejército Nacional preside el desfile del 20 de Julio
En una de las carrozas de la Policía Nacional, el emblema de nuestra celebración
Esta es la otra cara de la carroza: un óleo del Libertador Simón Bolívar.
ÉL es el intendente Jair Alberto Muñoz García, comandante de Estación de Policía de nuestro pueblo, con 23 años de servicio y cinco meses en la comandancia. Es el alma y nervio de la tranquilidad del poblado, la disciplina social en que vivimos y el signo de la seguridad democrática.
He aquí la pesada, nuestro alcalde Wílmar Villa Guerra, con todo su Gabinete.
En la carrera Leguízamo, está toda la primaria, lista para incorporarse al desfile.
Nuestra marcha, empieza a tomar cuerpo.
La calle Uribe Uribe, se colmará con las comparsas.
Nuestra chirimía, interpreta los mejores aires Colombianos.
Los miembros de la tercera edad, nos muestran que no estamos tan agobiados por los años.
Aparece la primera carroza.
Observen la solemnidad con que marchan.
Esta preciosa alegoría, representa a Colombia y su folcror.
Entra en escena el colegio José María Villa.
Esta preciosa bandera, formada con bombas, es exhibida por tres alumnos del colegio.
El símbolo de los minusválidos del colegio.
Los ciudadanos del futuro: El Preescolar, observen su disciplina.
Miren el colorido de estos globos.
Entra en acción la Primaria del Colegio.
La Secundaria
Pancartas y banderas, a diestro y siniestro.
Empiezan los personajes importantes que intervinieron en nuestra independencia.
Observen la disciplina militar de la juventud.
Una hermosa familia
Entra en acción la Normal Santa Teresita.
Aparece el primer personaje.
La pancarta habla sola.
Los niños también sueñan.
Miren el esplendor de la comparsa.
El viento arremete contra la divisa.
En el estrado, están todas las autoridades que participan del desfile.
En el busto del libertador ya están los agentes, rindiendo honores a Simón Bolívar, nuestro Libertador.
Los representantes de las distintas autoridades, observan la marcha de las comparsas.
Nariño y su comparsa pasan por el estrado.
Carbonell y su turbamulta, saludan a las autoridades.
Las mujeres y su participación en la independencia.
Palabras para la celebración del Bicentenario del Grito de Independencia pronunciadas por nuestro alcalde Wílmar Villa Guerra
Al suave vaivén de las brisas mañaneras del Cauca, producidas por el desfase de temperatura, entre nuestras grandes alturas y las ardientes playas, del río Madre; nos hemos reunido, en nuestro parque, después de un suntuoso desfile, protagonizado por nuestra juventud gloriosa, en donde hubo Amor por la Patria, una alta dosis de gusto estético, disciplina militar admirable y buen uso de los conocimientos históricos que acompañaron a nuestros próceres, para proclamar el primer clamor por la independencia que causó innumerables muertes y que solo se cristalizó nueve años después, en las batallas del pantano de Vargas y la del puente de Boyacá, sobre la quebrada Teatinos, para celebrar los acontecimientos que conocemos con el nombre del Bicentenario de nuestra independencia.
Quedaría incompleta nuestra celebración, sin un pequeña remembranza de lo que ocurrió en ese 20 de Julio de 1810, cuando un puñado de patriotas, capitaneados por: Camilo Torres, el Sabio Caldas, Antonio Nariño, José Miguel Pey y otros más, que se tomaron su tiempo, para planear la refriega, en las instalaciones del observatorio astronómico de la Capital.
Era una especie de huelga, en contra del Gobierno Español, pasara o no, el incidente del florero, había que sentar la protesta por todos los atropellos que los españoles, cometían en contra de los criollos, remoquete con que se nos conocía, para la época de la Colonia.
La trifurca empezó a eso de las diez de la mañana, pero como los campesinos, viajaban a sus parcelas, el movimiento, prácticamente se extinguió a las dos de la tarde.
Pero según los testimonios del famoso historiador, Abelardo Forero Benavides, un hombre del pueblo de raza negra, José María Carbonell, se fue a los suburbios de la Capital y convenció a todos los descontentos con el régimen español, para que ayudaran a protestar y a las ocho de la noche irrumpió en la plaza central, con una masa de dos mil hombres bien armados, justamente frente al palacio de la Real Audiencia y esta actitud, hizo que el Virrey, entrara en pánico y se escondiera en el retrete y desde ese lugar concedió el famoso cabildo abierto, que las masas pedían.
Vale la pena anotar, que los grandes próceres, no permitieron la presencia de Carbonell, en el cabildo, porque era de un bajo estrato social.
Pero es bueno, útil y provechoso, traer a la memoria, algunos acontecimientos que acompañaron en simultáneo a este hermoso clamor por la libertad: Recordemos que nuestro pueblo, estaba humillado profundamente, por los gobernantes españoles y que por esa razón, se originaron los movimientos de comuneros, de los cuales, Sopetrán protagonizó el de los productores de tabaco y aguardiente y que nos costó ochocientas vidas, porque todos los que protestaron, fueron muriendo uno a uno, bajo el pertrecho de las armas extranjeras.
También es bueno traer a colación, otros acontecimientos históricos, que ayudaron a fortalecer la independencia y que se fueron dando unos años después del incidente de Santa Fe.
El primero y más significativo, fue la declaración de la independencia del Departamento de Antioquia, proclamada por don Juan del Corral, desde el balcón de su vivienda, que aún existe, el 11 de agosto de 1813; la batalla del puente de Boyacá, cuando Bolívar y su ejército, sin derramar una sola gota de sangre, capturaron a todos los soldados españoles, incluyendo armas, caballos, material de intendencia y banderas, que se dio el 7 de agosto de 1819; la batalla de Chorros Blancos, entre Yarumal y Angostura, librada por José María Córdova, el día 12 de febrero de 1820, que consumó la libertad de nuestro departamento y la creación de Antioquia libre, que promulgara el congreso de Cúcuta el día 11 de mayo de 1830.
Hay unos escritos famosos, que predispusieron a los colombianos, para buscar su independencia, como la traducción de Los derechos del hombre, realizada por Antonio Nariño, que habían inspirado la filosofía de la revolución francesa; la publicación del Memorial de agravios, escrita por Camilo Torres, en donde se hacía mención de los atropellos, que los españoles cometían con los criollos; las continuas arengas que nuestros patriotas proclamaban, en los lugares públicos, como la de José Acevedo Gómez cuando dijo: “Si perdéis estos momentos de efervescencia y de calor, mirad los grillos y las cadenas que os esperan”. O la no menos importante de Camilo Torres, cuando dijo:”La razón y las costumbres, son en un pueblo libre, lo que las cadenas y los calabozos, son en un pueblo esclavo”.
Hago público reconocimiento a las Fuerzas Militares y de Policía por el profesionalismo y por la lucha incansable para recuperar y mantener la estabilidad de nuestra Patria.
Hoy tenemos una gran revolución en Colombia, la educativa y de las telecomunicaciones, sin duda alguna nos acerca al concepto de globalización mundial.
También quiero resaltar la adopción de la Cátedra Municipal de educación en nuestra localidad, no solamente por el clamor nacional de los estudiosos, sino por convicción, con un excelente contenido histórico, entre otros temas porque si un pueblo no conoce su origen, su historia, sus grandes acontecimientos, vive en el limbo, sin identidad y sin sentido de pertenencia
Para terminar, recordemos que entre el grito de independencia del 20 de julio de 1810 y la batalla de Boyacá, el 7 de agosto de 1819, nuestra Patria vivió, grandes momentos de angustia y por eso la recordamos con un nombre poco cordial: La Patria Boba.
Los invito a que sigamos celebrando el gran acontecimiento de nuestra independencia, con la celebración de los doscientos años de haberse dado y les deseo a todos una feliz tarde.
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