Una belleza natural
de los bosques sopetraneros
de los bosques sopetraneros
Darío Sevillano
Álvarez
La ardilla es uno de
los animales más comunes en los bosques sopetraneros y se caracteriza por su
agilidad para saltar de árbol en árbol.
Esta joya de nuestra
fauna, se deja domesticar fácilmente y cuando está domesticada, duerme en los
bolsillos de las camisas y pantalones de sus dueños y llega a tal estado de
domesticación que parece un gato o un perro, buscando a las personas que la acarician.
Linneo, uno de los
grandes clasificadores del reino animal, en el año de 1758 le puso el nombre
científico de Sciurus vulgaris, que
traduce ‘marmota común’.
Principales
características de este hermoso ejemplar son
Tienen un cuerpo
pequeño, entre 38 y 45 centímetros.
Sus patitas son cortas
pero muy fortalecidas y equipadas de uñas encorvadas y muy afiladas.
Sus patas delanteras
son más cortas y terminan en una mano que tiene cuatro dedos provistos de uñas
muy finas y afiladas; las patas traseras, son más largas y terminan en un pie
con cinco dedos, también equipados de uñas, estos en la parte inferior, tienen
una pequeña callosidad.
Su cola tiene el pelo
en forma de penacho de los que además de embellecerlas, les sirve de equilibrio,
cuando salta entre los árboles, la longitud de ella es, hasta de 25 centímetros.
Sus sentidos el oído,
el olfato y la vista, están muy bien desarrollados y se cree que en el de la
vista, saben distinguir los colores.
El peso de una
ardilla, en su edad adulta, es más o menos unos 350 gramos, pero cuando están
en cautiverio, como su alimentación es más estable pueden llegar a los 400
gramos.
Su cuerpo es alargado
y su cabeza es relativamente grande en comparación con el cuerpo.
Su dentadura, consta
de 22 piezas dentales distribuidos en la mandíbula superior, dos incisivos de
crecimiento continuo, como todos los roedores; cuatro premolares y seis muelas
y en la mandíbula inferior dos incisivos, dos premolares y seis muelas; es
bueno decir que estos animales carecen de colmillos o caninos.
Los incisivos de
crecimiento constante, deben ser limados todos los días, rompiendo cuezcos de
corozos y chascarazas, de lo contrario, crecerían tanto que el animal quedaría
privado de poder cerrar la boca y no podría alimentarse.
Las hembras están
dotadas de dos pares de glándulas mamarias, pero recordemos que sus camadas
casi siempre son de tres o cuatro crías.
Las ardillas de los
bosques, pueden llegar a vivir siete años, por todas las adversidades que deben
pasar para defenderse de sus enemigos y buscar sus alimentos; pero en
cautiverio, llegan perfectamente a los diez y doce años.
Sus nidos son de forma
redondeada y siempre tienen dos entradas, para poder huir en caso de una emergencia,
casi siempre uno más grande que el otro; el tamaño de los nidos es de unos veitidós
centímetros y en la parte de adentro, están tapizados con musgo, hojas,
líquenes y ramitas; trabajan muy bien las fibras de las palmas y las convierten
en una especie de borla de hilos, que les sirven para protegerse del frio.
Las ardillas están
presentes en los bosques de Europa, Asía y América tropical.
En Sopetrán, son una
especie muy abundante, porque no tiene muchos controles biológicos que la
persigan y se la coman; recordemos que en nuestro terruño, acabamos con los
superpredadores y los predadores son muy escasos.
En nuestro medio las
ardillas, han colonizado todos los espacios y las vemos con mucha frecuencia
hasta en los terrenos cultivados por el hombre.
La alimentación de las
ardillas es a base de frutas, frutos secos, semillas, aves, insectos, cortezas
de árboles y huevos.
Dejo la constancia de
que eso de alimentarse de aves, es una costumbre evolutiva de las ardillas,
porque como el hombre le está destruyendo sus hábitats, (los bosques, las
palmas de corozos, las palmas de chascarazas), ella se está especializando en
comerse las aves, para poder limar sus incisivos, en los cráneos de sus
víctimas.
La gestación de las
ardillas, dura 38 días, los meses de apareamiento son ntre febrero y abril y
entre junio y agosto, casi siempre las camadas son de tres o cuatro crías.
Las crías nacen
indefensas, ciegas y desnudas de pelo, pero a los cuarenta días de nacidas
abandonan los nidos y se valen por sí mismas.
Cuando era un
adolescente, uno de mis hobbies favoritos era, buscar nidos de ardillas y me
llevaba uno de los pequeños, para acabarlo de criar y domesticarlo; se volvían
supermansos y los llevaba hasta el colegio, en los bolsillos de mis camisas.
Entre las curiosidades
de este hermoso animal podríamos citar
Son animales
solitarios y de hábitos diurnos; excelentes trepadores; pueden hacer saltos
hasta de cinco y seis metros; para marcar sus territorios, utilizan como muchos
animales, La orina.
Con mucha frecuencia,
guardan los alimentos secos en huecos y los entierran, para venir en épocas de
poca abundancia a buscarlos; pero hay veces que se olvidan de ellos y por esta
razón, son buenas amigas de los bosques, porque esas semillas enterradas,
generan nuevas plantas para que la comunidad vegetal salga adelante.
Con alguna frecuencia
bajan a la tierra, para buscar semillas y para tomar agua.
Las ardillas son polígamas,
es decir, que no tienen una pareja estable.
Estos animales sufren
una mortandad colectiva en sus primeras semanas de vida y se podría decir que
un 70 u 80 % de los nacimientos mueren en esa primera etapa de desarrollo.
La amenaza más
potencial que tienen para ponerse en vía de extinción, son las quemas y talas
de los bosques; pero hay que recordarles a los cazadores, que no se debe
perseguir este animal, porque es un adorno especial de nuestra fauna.
Su clasificación
científica podría ser,
Reino, animal.
Philum, cordata.
Subphilum, vertebrados.
Clase, mamíferos.
Orden, roedores.
Familia, esciúridos.
Género, Sciurus.
Especie, vulgaris.
Sopetrán, Marzo 18 del
2015.
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