Si seguimos como vamos, en el año 2050 estaremos sin
agua potable
Darío Sevillano Álvarez
Uno de los temas más controvertidos de que se pueda
escribir es el hecho de traer a colación el tema de que el agua se está
acabando, porque nos podrían contestar:
«No sea mentiroso: ¿Usted qué va a hacer, con los
océanos, los mares, los lagos, los ríos, las quebradas, los pantanales, las
cañadas, los polos y las nubes?».
Y esa respuesta sería planamente aceptable, por aquello
de que nuestra Tierra, según nos enseñaron desde cuándo cursábamos la primaria,
está cubierta en un setenta por ciento de agua; por algo la llaman el planeta
azul.
Cuando se escribe un artículo relacionado con este tema,
hay que tener la sagacidad suficiente, para ilustrar lo que está ocurriendo en
realidad, que no es que el agua se está acabando; sino que se está extinguiendo
el agua potable.
Para el 2050 casi todos los científicos de la Tierra
están calculando, que el agua potable, que es la que consumimos la mayoría de
los seres vivos, se va a acabar.
Surgiría de inmediato la pregunta:
«¿Qué es el agua potable?».
La respuesta más sencilla sería:
Llamamos agua potable al agua que podemos consumir o
beber sin que exista peligro para nuestra salud. El agua potable no debe
contener sustancias o microorganismos que puedan provocar enfermedades o
perjudicar nuestra salud y debe estar compuesta por agua pura a la cual se le
agregan algunas sales minerales.
Ahora miremos, cómo está distribuida el agua en las
distintas partes del planeta:
Del mínimo porcentaje de agua dulce, 0,3 %, sacamos la
cantidad de agua, para que los siete mil cuatrocientos cincuenta millones
largos de habitantes, puedan consumir un agua potable, que hacemos con el
milagro de los acueductos con tratamiento especial, que disfrutamos algunos
pobladores de la tierra.
Antes de seguir adelante, recordemos que sin agua los
seres vivos, es decir las plantas, los animales y el hombre, no podríamos
sobrevivir, por la principal razón de que nuestros organismos, contienen un 72 %
de ese precioso líquido.
Su majestad, el Hombre
sabio, a pesar de ser el único con inteligencia que hay en el planeta,
nunca ha creído el cuento de que el agua potable se va a acabar y siempre
responde lo mismo: El agua está a montones en la Tierra.
Veamos algunas travesuras inocentes que hace el Homo sapiens, para contaminar el agua:
Cuando en la Tierra, eran ocho o diez millones de
habitantes, las materias fecales que producían, en vez de ser nocivas, servían
de materia orgánica en descomposición, para abonar los terrenos; pero a medida
que la humanidad se fue expandiendo y el número de habitantes empezó a crecer
desproporcionadamente, las materias fecales abundaron y los primeros que
llevaron del bulto, como decimos en antioqueño, fueron los ríos, que dejaron de
ser aguas puras y se convirtieron en un caldo de microbios, imposible de tomar
o consumir.
¿Se imaginan ustedes la cantidad de materias fecales
que producimos siete mil cuatrocientos cincuenta millones de habitantes, más
las fecales de todos los animales que hay en la tierra, el aire, los ríos y los
océanos?
Otra travesura inocente, es contaminar el agua con los
famosos hidrocarburos. Me preguntarían:
—¿Qué es eso y con qué se come?
Los hidrocarburos, son todos los productos derivados de
los petróleos y sus congéneres; la gasolina, el fuel oíl, el petróleo refinado,
la parafina, la vaselina, la gasolina etílica, los aceites pesados para
motores, el ACPM y muchos compuestos que tienen que ver con estos.
Y pensaran ustedes:
—Darío está loco, porque esos productos los utilizamos
para mover los vehículos y para lubricar sus máquinas, pero no son
contaminantes del agua.
Voy a anunciar primero un axioma: Un litro de
hidrocarburos, contamina e impotabiliza 10.000 litros de agua.
Ahora que ya lo saben, hagamos este ejercicio: Cuando
pinto mi casa y utilizo pintura a base de aceite, esta pintura es un colorante
disuelto en un hidrocarburo y al terminar lavo la brocha con petróleo o con
tiner o con disolvente y como las aguas del lavadero, van a la alcantarilla
municipal, irán lógicamente a las quebradas y a los ríos.
Si los nenes de las guerrillas, derraman una mula que
viene con petróleo crudo para una refinería o vuelan un oleoducto, toda esa
cantidad de petróleo irá necesariamente a las quebradas y a los ríos; pero la
cosa no se queda así, porque los ríos van a los lagos o a los mares o a los océanos
y la cadena de impotabilización continuará hasta cuando se pueda sacar la
mancha de hidrocarburo, operaciones que valen millonadas de pesos y no son eficientes
en un ciento por ciento.
Observen como se extingue la vida a las orillas de un
río contaminado:
Cuando en una estación de servicio de hidrocarburos o una
bomba de gasolina, como les decimos los montañeros, se le suministra combustible
a un vehículo o se le cambia el aceite de la máquina, hay derrames de esas
sustancias en el suelo y lógicamente esto va a llegar a los ríos, con las
lluvias o con las aguas de los desagües.
Como ven estas travesuras, no son tan inocentes, porque
a diario estamos contaminando el agua y no sabemos la cantidad de litros que
impotabilizamos en un día.
Tambien su majestad el Hombre sabio, contamina las aguas con residuos agropecuarios, como
herbicidas, plaguicidas, y todas las sustancias que se emplean en la
agricultura y la ganadería para mantener bien controlados los trabajaderos y
las fincas ganaderas.
Pero no sabemos que esas sustancian por alguna razón
pueden llegar a las quebradas y los ríos y producen en los humanos, algo
terrible: intoxicaciones residuales.
¿Qué es una intoxicación residual?
Primero les voy a contar una historia:
El imperio romano, una de las organizaciones político-militares,
más famosas de la Tierra, utilizaba vasijas de plomo, para almacenar el vino
que se tomaban en todas sus grandes celebraciones, porque no existían otros
metales más seguros para hacerlo, pero ese metal contaminaba los vinos, y fue
envenenando lenta, pero seguramente a todos los grandes dirigentes, hasta que
acabó con ellos, porque los últimos, grandes Césares eras idiotas, por
completo.
Volviendo al cuento de los residuos agropecuarios,
hagamos un pequeño ejercicio:
Un dueño de un sembrado de tomate, decide fumigar con
una sustancia venenosa su cultivo, para evitar que los gusanos y las palomillas
lo destruyan, eso lo hace a las ocho de la mañana, cuando el sol esta radiante;
pero a las dos de la tarde, la meteorología del lugar cambia y cae una lluvia
torrencial; el producto con que habían fumigado la tomatera, es arrastrado por
las aguas de la lluvia y va con absoluta seguridad a una cañada o quebrada o
río y la persona que consuma de esas aguas, se estará envenenando
residualmente, es decir, con pequeñas cantidades de ese veneno.
A esta persona, empiezan a pasarle todo tipo de
problemas de salud, pero los médicos y los exámenes que le practican, nada
arrojan; la persona día a día empeora y muere; muchos dicen:
—Estaba enyerbado, pero la realidad, es otra: Lo mató
una intoxicación residual.
Otro de los grandes males que les estamos causando a
las aguas limpias es la contaminación por metales:
Esta contaminación es una forma fácil para acabar con
el agua potable, porque con solo tirar a una quebrada cualquier pedazo de
metal: Hierro, cobre, aluminio, zinc, estaño, acero, y otros más, las aguas del
arroyo, atacan al metal y le producen óxidos y bióxidos, que todos son altamente
venenosos.
Hay otra contaminación del agua que es fácil de hacer y
que tiene muchos riesgos para la salud de los humanos:
Cuando tiramos a los desagües de las casa pastillas o
remedios que no alcanzamos a gastar en las enfermedades que nos han dado, porque
estos son químicos que producen reacciones en cadena, es decir al mezclarse
entre sí, o con otras sustancias que haya en las aguas contaminadas, pueden
llegar a formar, venenos muy peligrosos como el cianuro.
Uno de los grandes enemigos del suelo y de las aguas,
es el plástico, que en este momento de la historia terrestre, invade los
mercados con todo tipo de envases y bolsas; recuerden que los plásticos a veces
se toman hasta doscientos años para descomponerse.
Observen las fotografías que voy a mostrar, para que se
den cuenta que este problema es algo en serio y que hay que resolverlo a la
mayor brevedad.
Muchas familias pobres del planeta se dedican a
recuperar esos plásticos en los mares y en los océanos, para buscar algunas pequeñas
divisas económicas, con el fin de sobrevivir a su extremada pobreza.
Pero estos contaminantes producen destrucción por donde
pasan, observen en la fotografía siguiente un verdadero desastre:
Con todos estos tropeles, causados por la contaminación,
el hombre moderno, no se inmuta, pero está llegando la hora en que todos vamos
a pagar ese descuido sistemático con el agua y en esa fecha tendremos que
decir: «Después de orinado, para qué coca».
Si cada ser humano no toma conciencia de este grave problema
que se avecina, no habrá nada para hacer.
Solo nos restan unos años.
La Tierra colapsará en treinta años según alertan todos
los científicos; si el cambio climático se mantiene al ritmo que va, todas las
especies incluyendo al hombre desaparecerán en el presente siglo.
Los científicos calculan que la Tierra aumentará tres
grados Celsius en su temperatura normal y eso hará que clima flora y fauna
puedan cambiar drásticamente.
Pero si la Tierra se sube a seis grados Celsius, esa
temperatura desaparecerá todas las especies incluyendo la humanidad.
Todos los científicos especializados en estos temas,
están tratando de no dejar subir la tierra en más de dos grados, porque si se
pasa de esa temperatura, el susto que nos vamos a llevar será de muchas
proporciones.
Miremos este planisferio:
El portal WikiLeaks, en un informe secreto, que filtró,
está anunciando que el agua potable se va a acabar, si no cambiamos la dieta
alimentaria con carne por una dieta vegetariana; para comer carne tenemos que
sacrificar muchos litros de agua, en la alimentación de los animales que
sacrificamos, mientras que en una dieta vegetariana no necesitamos tantas
toneladas de agua, para cultivar esos productos.
Les trascribo dos párrafos que hablan de esos temas:
«El informe señala la dieta de carne porque esta
requiere mucha más agua dulce que una dieta a base de verduras, tan sólo hay
que tener en cuenta que cada animal requiere toneladas de cultivo como maíz y
soja, lo cual requiere al mismo tiempo miles de litros de agua para regar, por
lo tanto, comer directamente de los cultivos hará que disminuya el consumo de
agua potable.
»Estados Unidos es el país con mayor número de consumo
de carne, seguido de los países en desarrollo como India y China, quienes
comienzan aumentar la dieta de carne en su vida diaria. De hecho señalan que si
toda la población humana tuviera una dieta igual que los estadounidenses el
agua potable ya se hubiera agotado en el año 2000».
Sopetrán, 9 de agosto del 2016.
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