La procesión del Lunes
Santo
Darío Sevillano
Álvarez
Con mucha alegría, he
observado que la cantidad de feligreses en la procesiones, ha aumentado,
posiblemente esta circunstancia es ocasionada porque, el equipo de sacerdotes
que gobierna la parroquia es del beneplácito de todos.
Con este precioso
arrebol, se cubrió la tarde para mostrar que el cielo también simpatiza con
nuestra celebración.
El paso principal de
la procesión es el lavatorio que le hizo una mujer pecadora a Nuestro Señor
cuando estaba cenando en la casa de unos amigos. Recordemos que esta
arrepentida dama, quebró un frasco de alabastro y con el perfume que contenía,
bañó los pies del Maestro.
El señor rector de la
Basílica, acompañado del Padre Fernando y uno de los seminaristas que ayudan en
la Semana Santa, proclaman el principio del viacrucis.
Los niños fueron los
protagonistas, de la procesión penitencial. Algunos de ellos, los mejores
lectores, hicieron las consideraciones de cada una de las estaciones del
viacrucis.
Para solemnizar las
semanas santas, la única alternativa que tenemos es contratar una banda
papayera, porque la banda infantil, en estas oportunidades, está descansando.
Nuestra Señora,
vestida de luces, va a la vanguardia de los quiteños, tal vez para iluminar el
camino de este doloroso viacrucis.
Estos niños
exhiben las escenas de cada estación, montadas en unas cruces. Recordemos que
la cruz, que era un signo de ignominia, Jesucristo la convirtió en la poderosa
señal de los cristianos.
Un grupo de
jóvenes, muy alegres, estuvo en la procesión. Acompañado de su grupo musical y
de los Sacerdotes y religiosas, que los dirigen.
Este niño hace una
lectura de la consideración de una de las estaciones en forma admirable.
Uno de los sacerdotes
de la parroquia estuvo muy atento a las lecturas que hacían los niños.
Nuestro párroco y uno
de los seminaristas se confunden con la feligresía que los acompaña con mucho
cariño.
En esta compostura,
cruzamos por la plaza de Bolívar.
Nuestra Señora,
montada en un anda, muy bien decorada, al igual que lo hacen los reyes y los
miliares, parece una reina, que pasa revista a sus hijos.
El padre Fernando,
concluye el viacrucis y agradece a la feligresía, su buena asistencia y
comportamiento.
Sopetrán. 8 de abril del
2017.
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