Tempranito compre el diario El Espectador porque tenía la corazonada de que el columnista Sófocles le había consultado algo a nuestro camélido compañero acerca de los nombres de los músicos. No me falló la intuición, ni la sabiduría de nuestro reportero gráfico e historiador. Dios conserve a esta lumbrera por muchos años, para bien de nuestro pueblo. No sólo agua guarda un camello en la espalda.
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