Novena de Aguinaldo
Darío Sevillano Álvarez
Quinto día
Nuestras cámaras visitaron el pesebre del Comando de Policía, y la novena que allí se reza, disfruten estas imágenes:
Un pesebre sencillo, pero de lleno de la alegría navideña.
Las figuras bien esculpidas hacen de sus escenas un todo perfecto.
No faltaron los patos, elementos propios de todo pesebre.
Esta mujer es acompañada por su pequeño niño.
En las tierras desérticas abundan los pastores y las ovejas.
Este joven acaricia un becerrito.
Este otro joven lleva una oveja para el Niño Dios.
En el portal, todo es tranquilidad.
El Comandante prepara a su público.
Los niños están muy disciplinados.
Los asistentes siguen llegando.
Consideración
Los reyes que visitaron al Niño Jesús, eran jefes de las tribus cercanas y sus nombres, fueron puestos por laIglesia Católica, buscando representar las tres grandes razas de la tierra: blanca, con Melchor; amarilla, con Gaspar, y negra, con Baltasar.
Los reyes que visitaron al Niño Jesús, eran jefes de las tribus cercanas y sus nombres, fueron puestos por laIglesia Católica, buscando representar las tres grandes razas de la tierra: blanca, con Melchor; amarilla, con Gaspar, y negra, con Baltasar.
Los regalos que posiblemente le llevaron, fueron: oro, incienso y mirra, porque el oro es propio de los reyes; el incienso, de los dioses, y la mirra, de los hombres,
Como ven, estas ofrendas, son más bien significativas, para poder decir que el Niño Jesús, era Dios, era Rey y era Hombre.
Como los soldados de Herodes, no encontraron al Niño, éste, ordenó que en todo su reino, mataran a los niños varones, menores de tres años, para poder matar entre ellos al Niño Jesús y así se cumplió en todas la ciudades cercanas a Belén.
Esta matanza se conoce en la historia, como la muerte de los Santos Inocentes y es la fiesta que celebra la Iglesia Católica, el día 28 de diciembre.
Aunque algunos dicen que murieron cinco mil niños, los historiadores más serios afirman que solo murieron veintisiete. Esta teoría, es muy acertada, porque en esas pequeñas ciudades, no había muchos habitantes.
En el pesebre de la Administración, la novena se desenvuelve en perfecta normalidad.
Nuestra periodista, en nombre de los grupos juveniles, lee la consideración.
Todos están muy juiciosos.
Consideración para adultos.
El nacimiento no fue acompañado por una mula y un buey.
“Fueron a toda prisa y encontraron a María, a José y al niño”. Lc. 2 16.
Los evangelistas San Mateo, San Lucas y San Juan no mencionan la mula ni el buey en el nacimiento de Jesucristo.
Los historiadores nos imaginamos que esos dos animales, fueron incorporados por la tradición oral. Pero para tomarnos una idea de cómo llegaron éstos humildes animales, al nacimiento, veamos algunas hipótesis: El Evangelio apócrifo de Mateo, dice que “al tercero o cuarto día, la Virgen trasladó al niño de la cueva hasta una pesebrera y que le pusieron una mula y un buey, para que le calentaran y, cosa sublime, los dos animales se arrodillaron, para reconocer la grandeza del Mesías”. Hay unos textos antiguos, que narran lo de la mula y el buey, para que los animales, que no tienen las capacidades humanas, reconozcan la grandeza de su Dios.
También el apócrifo de Mateo sitúa su historieta entre citas bíblicas del antiguo testamento, como ésta: “Conoce el buey a su dueño y el asno del pesebre a su amo”. Is 1, 3. O ésta otra de la versión griega del profeta Habacuc: “Te darás a conocer en medio de animales”. El libro de los números, narra un acontecimiento, de la burra de Balaán, que reconoció a Dios, primero que su amo. Hab 22, 22-34.
En efecto, la mula y el buey son elementos importantes en un pesebre, porque hacen un reconocimiento de Dios.
Algunos sabios de la Iglesia, les han dado cierta importancia, como: San Jerónimo, que fue el que tradujo la biblia al idioma latino, cuando dice que la mula es el Antiguo Testamento, y el buey, el nuevo.
San Bernardo dice: “La borrica es la imagen de la soberana paciencia”. Ricardo de San Vittore, dice: “La mula es la humildad evangélica”.
En esencia, sabemos que San Francisco de Asís el que representó por primera vez un pesebre en el siglo XII, incluyó en él una mula y un buey y ahí siguen tan campantes ocho siglos después.
Los aguinaldos nacieron en las antiguas culturas, durante las festividades de fin de año, con la costumbre de intercalas regalos, conocidos con el nombre de aguinaldos. Aquellos regalos eran costosos, como caballos finos, dinero y oro. En la actualidad los aguinaldos se identifican, con los juegos que se hacen en familia y con los amigos, en los cuales el perdedor, paga un aguinaldo al que gana. Los juegos más conocidos, son el sí y el no; al preguntar y no responder; al dar y no recibir; pajita en boca; el beso robado y tres pies.
Sopetrán, 20 de Diciembre de 2010
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