Séptimo concierto de la Sinfónica Infantil

Darío Sevillano Álvarez

La Administración Municipal de Sopetrán, tiene el gusto de invitarlos al Séptimo Concierto de su Banda Sinfónica Infantil.

Sopetrán, una etnia sagrada, que se configuró con la sangre de dieciocho civilizaciones del planeta, es un pueblo pujante en donde se encuentran humanos hábiles para manejar cualquier rama de las ciencias, de las artes, de las artesanías o de la tecnología.

Por esta razón, siempre hemos tenido en nuestro pueblo abundancia de músicos empíricos o estructurados que han llevado muy en alto el nombre de nuestra raza.

La Casa de la Cultura Humberto Jiménez Tavera, a través de las distintas Administraciones Municipales, siempre ha fijado los ojos, en los niños y en los adolescentes para configurar distintos grupos y semilleros, en todos los quehaceres humanos y por esa circunstancia, nuestro Alcalde John Wílmar Villa Guerra, ha confiado la tutela de nuestros pequeños músicos, en el profesor John González, licenciado en música de la Universidad de Antioquia, el cual llegó a la Casa de la Cultura, como director de artes musicales, el 22 de julio del 2010.

El profesor González, empezó a seleccionar, a sus alumnos, con todas las normas técnicas, que exige, el programa de bandas sinfónicas municipales y en nueve meses de ardua labor, está mostrando resultados maravillosos, porque nuestros niños dominan el manejo de los instrumentos y la lectura de las partituras.

Hoy, 16 de abril, nuestra sinfónica municipal, nos deleita con este maravilloso concierto, que no tiene nada para envidiarle a la sinfónica de la nación.

El orden de interpretación de los trozos musicales, es el siguiente:

De la autoría del maestro John González, escuchemos la cumbia Salomé.

Pero antes de empezar a interpretarla, recordemos qué significa la palabra «cumbia», que se deriva del vocablo «cumbé», un baile que danzaban los negros africanos y que los caracterizaba por llevar una vela encendida en la mano, tal vez para iluminar las largas noches de sus vigilias populares. 

Seguidamente, interpretarán la danza El solfeo, del maestro: Miguel Pinzón.

Recordemos que la palabra «danza», significa ‘acción y efecto de bailar en parejas o en grupos’. Pero hagamos énfasis en las danzas Españolas, que se bailan con espadas en las manos o las que practicaban las antiguas civilizaciones de la tierra, de carácter religioso o mágico; algunas civilizaciones las utilizaron, de carácter pantomímico, con cuadros escénicos a bordo, para ridiculizar o enseñar, aspectos de la vida social.

Del mismo autor Miguel Pinzón, oigamos esta la danza Velo, qué bonito.

Ahora traemos a colación, uno de los grandes de la música, el maestro: Johan Sebastián Bach, con uno de sus minuetos.

El minueto es una composición puramente instrumental, en compás ternario y movimiento moderado, que se puede intercalar entre los tiempos de una sonata, de un cuarteto o de una sinfonía. Este ritmo, nació en Francia, en la localidad de Poitou y su nombre se debe a los pasos cortos que dan los bailarines, que se llaman menus; luego Beethoven lo convirtió en scherzo y en la actualidad se le dice minuendo.

Del maestro Pinzón, escuchemos ahora el pasillo Chino pasillo. Este baile es uno de nuestros grandes emblemas de la región andina y tiene sus ancestros, en los hermosos bailes Españoles. Es bueno recordar que hay pasillo fiestero y movido que sirve para bailar y pasillo lento, que se utiliza para contar historias de amor; cuadros vivos; eventos nostálgicos; y otros. Este baile tuvo sus ancestros en el entremés o sainete español.

En esta oportunidad, escuchemos el porro El profe, del maestro Victoriano Valencia.

El porro es uno de los grandes aires de la región natural de la costa atlántica y es el ritmo estrella que domina en todos los bailes populares colombianos. Se caracteriza por la alegría y el jolgorio con que lo bailan.

Y para rematar, traigamos a nuestros oídos, El fandango, del maestro John González.

El fandango tuvo su origen en el fadango portugués, que significa ‘canción popular. Es un compás de tres por cuatro, originariamente de seis por ocho, de movimiento vivo y acompañamiento con guitarras y castañuelas; platillos y violines. Hay fandangos malagueños, como Malagueña y Rondeña; levantinos, como Tarantas y Mineras; y onubenses, como Huelva y Santa Bárbara.

Nuestros pequeños músicos se distinguen por la seriedad con que interpretan los trozos musicales.

A pesar de la hora y la poca luz, el público estuvo presente.

Para trasmitir, teníamos un buen equipo de sonido.

El estrado en donde estábamos lucía esplendoroso.

Toda la plaza, estaba colmada de gentes que nos escuchaban, desde las bancas.

Sopetrán, 16 de abril del 2011.

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