Viernes Santo
Procesión de Once II
Procesión de Once II
Darío Sevillano Álvarez
Ésta es la segunda y última parte de la Procesión de Once. El Editor.
Estos arreglos son flores naturales.
Estamos llegando a la calle Real.
Emblemas de la sexta estación.
La verónica es una preciosa talla. Observen sus ojos.
Su velo recibe el rostro de Jesús.
Entramos en la recta final de la procesión.
Este paso esta en acción.
Segunda caída.
Este es otro Jesús caído.
Nuestros ancianos, disfrutan del paso de la procesión.
Las mujeres lloran a Jesús.
El caído, no apareció.
La procesión llega a la plaza.
Jesús es despojado de sus vestiduras.
La multitud copa los espacios.
Este es el único plano profundo, que pudimos hacer.
Siguen los planos profundos.
Esta es la mejor joya de la corona.
Observen el caudal de asitentes.
Estos son los que se retiraron de la procesión para hacer la fila al frente del atrio.
Última estación de la procesión.
Al fin, después de dos largas horas, llegamos.
Las imágenes están alineadas en el atrio parroquial.
Los músicos se despiden.
Los asistentes, fueron unas cuatro mil personas.
Analícenlo, ustedes mismos.
Es una verdadera lástima que las decisiones de personas que no conocen nuestras tradiciones acaban con ellas.
El carro del equipo, no debe ir adelante porque tapa el plano medio y el plano profundo de la procesión y se vuelve imposible, hacer buenas fotografías o videos. Los bafles colocados en él todo lo obstaculizan.
Pero esa decisión, obligó al sacerdote a ordenar que el público se adelantara a los ciriales, y allí fue Troya, porque el orden de la procesión, se descompuso.
¿Qué paso con el Señor caído, que no apareció en la tercera de sus angustias?
Tal vez los organizadores de la procesión no tienen la experiencia suficiente, para manejarla.
Gracias a Dios, que hoy tuvimos un coro, que supiera cantar, porque en las penitenciales, no ocurrió así.
Supongo que es necesario entrenar un buen coro, para toda la Semana Santa, que es un espectáculo mundial gracias a la tecnología internética adquirida por la Administración Municipal, entidad para la que trabajo con mucho esmero, y a la rápida aceptación pública del blog Los Gavirias de Sopetrán, que dirige un espontáneo y desinteresado hijo de este pueblo, Gabriel Escobar Gaviria. Dos medios de internet por los que nos están observando diariamente hasta en los más apartados lugares de nuestro planeta.
Si hago estas críticas constructivas, es con conocimiento de causa porque, me tocó realizar dieciocho semanas santas y he participado indirectamente en otras once.
Sopetrán, 22 de abril del 2011.
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