Baile afrocolombiano

Darío Sevillano Álvarez

El baile con que cerraron el desfile del afrocolombianismo, fue espectacular y los reporteros gráficos que lo estábamos cubriendo, nos quedamos sin palabras para anunciarlo.

 

Este joven fue el personaje central de la coreografía, observen como se desenvuelve de bien.

 

 

Continúan los movimientos rítmicos muy bien controlados de nuestro personaje.

 

 

Entran en escena otros personajes que cual muzas del Olimpo hacen las delicias del público.

 

¿Y qué decir de esta preciosa dama?

En este instante aparecen otras preciosas mujeres, parecidas personajes de cuentos de hadas.

En acción unos jovencitos con cuerpos muy ágiles y movimientos bien coordinados.

Por lo que estoy observando, esto se parece a una película bien documentada de Hollywood.

Analicen sus vestidos y se pondrán de acuerdo con mi pensamiento.

Habría que emplear el eslogan de Cocorico: este baile no tiene pase malo.

La dama central del cuento de hada, es preciosa.

Sus acompañantes, no están tan mal.

Entra en escena el varón que hace las veces de personaje central.

Con el respaldo del templo, esto se parece a ciertos acontecimientos históricos que hacen gala de la humanidad.

Aparece la figura más joven.

Si estuviéramos en una corrida de toros, le llamaríamos esta pose una chicuelina.

Se ve que todos estos jóvenes tienen dominio del arte de bailar.

Esta fotografía muestra a los dos coprotagonistas del baile.

 

Aprecien un acercamiento de algunos de los personajes.

 

Esta posición me recuerda las Cariátides de Grecia.

La niñita se defiende muy bien.

Esta pose muestra la danza ritual en todo su esplendor.

 

A pesar de lo largo del baile, los personajes se bien muy relajados.

 

El público merece admirar, con todo su esplendor, a la coprotagonista.

Por la rapidez de los movimientos y la cantidad de público circundante, solo pude tomar este acercamiento del protagonista, en donde están combinados arte, belleza, sabiduría para bailar y una buena utilería para vestirlo.

 

Estas son las escenas finales.

 

Empiezan a perderse entre los cortinajes.

Esta escena despide el baile.

El público, los aclama.

Sopetrán, 21 de julio  del 2011

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