Los Gavirias de Sopetrán

sábado, 24 de diciembre de 2011

Día final de la Novena

Darío Sevillano Álvarez

Hoy a la media noche nacerá el Niño Dios.

Feliz Navidad y próspero año 2012, les deseamos en Gobierno en línea y Los Gavirias de Sopetrán

Hoy vamos a hablar de las estrellas porque el Universo entero se pone a nuestras manos, en las navidades, cuando decoramos nuestros muros con estrellas.

Analicemos que las estrellas nos están recordando las maravillas del Universo y qué cosa más hermosa, que saber cómo esos pequeños puntitos brillantes de luz, que adornan las noches de nuestra tierra, son grandes monstruos del Saber Divino que vagan por espacio infinito, a velocidades fantásticas, para cumplir con los designios de la Creación.

Ahora miremos el papel de las velas en la navidad:

Las primeras velas que utilizamos en la navidad, son las que prendemos el día 7 de diciembre para honrar la memoria de la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción de Nuestra Señora, la Virgen María.

Pero recordemos que en las navidades, en aquellas largas noches de invierno, se encendían velas, a falta del fluido eléctrico, para suavizar la oscuridad de las noches, para ahuyentar los demonios y para pedirle al sol que volviera a iluminar la tierra.

Esto es un símil de que en Navidad nació Jesucristo que es la luz que a partir de su nacimiento iluminó la tierra.

También nos recuerdan las hermosas luminarias que le colocaban a los primeros árboles de navidad, para lucieran encendidos en las noches de diciembre.

También es bueno que miremos las campanas, que tan alegres lucen en los arreglos y en los árboles navideños, porque suenan alegres para llamar a la oración, tañen para ahuyentar los malos espíritus y son el llamado de Dios a los hombres, para el recogimiento espiritual en los lugares de oración.

Otro motivo muy significativo de la Navidad son las coronas que tanta vida le dan a nuestra celebración, porque son el signo del poder y la dignidad.

Originalmente se hacían de ramas de pino y abetos, pero en la actualidad las hay de todos los materiales.

En un principio se les colocaban cuatro velas, que se utilizaban para encender una cada uno de los domingos del tiempo de Adviento. Recuerden que la palabra «adviento» significa ‘advenimiento’ o nacimiento y que son las cuatro semanas que en el calendario eclesiástico, anteceden al nacimiento del Mesías.

Este precioso Serafín, uno de los rangos más elevados en las milicias celestiales, será el encargado de cerrar el ciclo de los programas que tienen que ver con la navidad.

Dionisio el Areopagita dividió los coros angelicales jerárquicamente en nueve órdenes y en grupos de tres, a los que llamó «tríadas».

La primera eran los serafines, los querubines y los tronos; la segunda eran las dominaciones, las virtudes y las potestades; la tercera eran los principados, los arcángeles y los ángeles.

El IV concilio de Letrán, definió como dogma de fe, la existencia de los ángeles y desde el siglo cuarto, los representamos con alas.

Miremos algunos aspectos relacionados con navidad
en el templo de Córdoba: