Los Gavirias de Sopetrán

lunes, 19 de diciembre de 2011

Cuarto día de la novena

Darío Sevillano Álvarez

Hablemos hoy, de los Reyes Magos que tantas leyendas han ocasionado y que en realidad fueron cosas más o menos normales, en los tiempos de Jesucristo.

Desenredemos, en primer lugar que Melchor, que aunque llevara el nombre que nos parece más feo no es el rey negro, como es la creencia casi unánime del pueblo y que lleva cierto tinte racista.Melchor es el blanco; Gaspar es el rey de raza amarilla y Baltasar es el de raza negra. Otra aclaración es al nombre de Baltasar. Ese nombre originalmente es con ese, pero en nuestro país a alguien se le ocurrió cambiarle de grafía y muchos Baltasares escriben su nombre con zeta. En este blog cuando nos hemos referido a nuestro querido amigo y paisano Baltasar Medina lo hemos escrito con ese y lo seguiremos haciendo hasta que él nos diga que estamos equivocados en su nombre.

Hubo una campesina italiana de principios del siglo XIX, Margarita Ochiena, a la que no le parecía tan feo el nombre de Melchor y bautizó a su hijo menor como Giovanni Melchiorre Bosco (Juan Melchor Bosco, en español), quien se preocupó por la educación de la juventud desamparada del norte de Italia y fundó la Pía Congregación Salesiana que tanto bien ha hecho a los jóvenes del mundo entero durante siglo y medio.

También es bueno aclarar la idea de que los Reyes Magos, no llegaron a Belén, en la misma semana del nacimiento, si aclaro esto es porque la Iglesia, para acomodar su calendario eclesiástico en el año solar, así lo debe hacer, pero recordemos que ellos vieron su estrella, en la semana del nacimiento y como no estaban tan cerca de él, el transporte en camello no era muy rápido y se demoraron algunos meses para llegar.

Una tercera aclaración consiste en que fueron nominados en una forma errónea, porque ni eran reyes ni eran magos, sólo eran jefes tribales que era la usanza de la época y que aún sigue teniendo validez en los países de Oriente medio.

Respecto al número de reyes, la historia está un poco despistada, porque unos dicen que dos, otros que tres, algunos que cuatro y no faltan los que afirman que fueron cuarenta. Todas estas posibilidades, se pudieron haber dado, pero cualquiera comprende, que un suceso de hace veinte siglos no es fácil esclarecerlo con mucha precisión.

Esperamos que algún día aparezca el documento que describa con toda la seriedad este acontecimiento y estaremos prestos a comunicárselo.

Las tradiciones Hebreas, dicen que Zacarías, casado con la prima de la Virgen, tenía una casita en las afueras de Belén y que se la prestó a Nuestra Señora, para que vivieran allí, mientras regresaban a Nazaret.

Estando en está casita, casi a un año de haber nacido el Niño, los visitaron los Reyes Magos.

Dice otra leyenda que cuando el Rey Herodes quiso matar al Niño y tuvieron que viajar a Egipto, Zacarías quemó la casa para que los esbirros de Herodes, supieran que ya no estaban.

Hablemos un poco de los arreglos navideños de nuestro pueblo:

Todas las casas y comercios de la calle de la Cárcel, de la calle José María villa o calle 10 están adornadas con este tipo de lámparas, que imitan a las antiguas arañas, de lágrimas, con que adornábamos nuestras salas de recibo.