Segundo día de la Novena
Darío sevillano álvarez.
Las velas, los frutos redondos, las estrellas y las hojas, siempre han acompañado la Navidad.
La promesa del redentor, en la religión católica, es uno de los pilares fundamentales del credo religioso y se remonta al libro del Génesis, que en su primer capítulo, según dicen los exégetas: «Pongo perpetua enemistad entre ti y la mujer y entre tu linaje y el suyo, éste te aplastará la cabeza y tú le morderás a él el calcañal» Gen 3, 15.
Recordemos que la persona elegida por Dios para este magno evento fue Nuestra Señora La Virgen María, a la que, según el evangelio, visitó el Arcángel Gabriel, para anunciarle el nacimiento del Niño.
También es bueno decir que la Virgen, se unió a un varón justo. Como dicen las escrituras, para que le sirviera de compañía y sabemos que su nombre, fue José.
La travesía de Nazaret a Belén, era algo peligroso para el estado de la Virgen, pero según las tradiciones hebreas, un ángel los acompañó y les sirvió de guía.
Al llegar a Belén, acudieron a un posadero, pero como habían llegado tantos ciudadanos para empadronarse, el que cuidaba la posada les dijo que ya no había espacio para más gente
Las tradiciones dicen que a pesar de la familiaridad de ellos, con todos los que allí vivían, no fue fácil que les dieran alojamiento y tuvieron que refugiarse en una pequeña cueva, a la que llamaban Cueva de David.
Sin embargo, los investigadores modernos dicen otra cosa: Que llegaron a una casa normal de la época, una catalyma, casa que consistía en una sala grande donde todos dormían y una pesebrera empotrada en la roca, para mantener los animales y que como Nuestra señora estaba a punto de dar a luz, la llevaron a la pesebrera, porque la ley Mosaica, no permitía que una parturienta contaminara la sala común.
En los países del hemisferio norte, el invierno caracteriza los paisajes, en la época de Navidad.
Algunos afirman que el nacimiento del Niño Dios, en una gruta, lo aportó la tradición, porque todos los grandes personajes, como Buda y otros dioses, deben ser de nacimiento humilde, para significar que no se aferraron a los mundanales placeres.
Como ya dije la jornada de Nazaret a Belén, era larga y muy fatigante, pues la travesía se hacía en esos tiempos en cuatro días, José se valió de dos burros, que era un medio de trasporte muy barato y de esta manera la Virgen, no tenía que caminar.
La ciudad de Belén, que había surgido en el lugar en donde antiguamente había una panadería y precisamente esta palabra le dio su nombre , estaba situada en un lugar alto y era en forma de media luna, con sus casas situadas en mucho desorden y sus callejones estrechos y empinados.
También dicen las tradiciones hebreas, que Sara, la compañera de la familia, que al parecer, había viajado con ellos, fue a un pequeño mercado y compró unos víveres para pasar la noche y dos o tres manojos de heno, para juntar el fuego, en la oscuridad de la cueva.
Ahora veamos el pesebre del día:
Pesebre que exhibe la estación de Policía.
Es una composición muy rústica, muy sobria
y elegantemente dispuesta.
y elegantemente dispuesta.
Este es el árbol de Navidad del comando.
Así luce la oficina de guardia permanente.
La imagen de Nuestra Señora del Carmen también fue decorada.
La entrada al edificio, luce de esta forma.
Sopetrán, 17 de diciembre del 2011.
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