Las algas, nuestras mejores aliadas.
Las algas son unos organismos especiales, creados por
la naturaleza, con la posibilidad de efectuar fotosíntesis y, por esa razón,
pueden producir oxígeno. A estos organismos les decimos eucarióticos es decir, formados
por células de un elevado grado de organización, con poderes especiales para
producir oxígeno, como las plantas superiores.
Estas son algas de un acuario doméstico y las bolitas que se ven son burbujas de oxígeno producido por ellas
De ellas decimos que son los organismos más
perfeccionados para capturar la energía solar y producir grandes cantidades del
oxígeno que respiramos.
Hasta hace poco tiempo, creíamos que los grandes
bosques de la tierra, eran los encargados de esta función; pero con los grandes
descubrimientos científicos que el hombre ha logrado, sabemos que son las
algas, las que producen el 70 % del oxigeno que necesitamos; los vegetales
terrestres, solo producen un 30 % de ese oxígeno.
Los científicos modernos, han logrado clasificar unas 45
000 especies de algas, que varían de tamaño, desde una forma microscópica,
hasta un alga gigante, de cien metros de largo, de las que se consiguen en los
océanos.
A esta extensión
del océano Atlántico, le decimos: mar de los Sargazos que son bosques inmensos
de algas y plancton, que están limitados, solo por las corrientes marinas
Es una lástima, que unas cinco mil especies de algas,
han perdido los pigmentos fotosintéticos y solo están como saprofitos, es decir,
consumiendo materia orgánica en descomposición o como plantas parásitas que se
alimentan de otras plantas. Con la pérdida de los pigmentos fotosintéticos,
esas algas se están integrando a las pirámides ecológicas del lugar en donde
viven y han establecido una serie de relaciones interespecies.
Las algas se encuentran en el suelo, en los tanques de
agua limpia, en las piscinas, en las cañadas, en las quebradas, en los ríos, en
los lagos, en los mares, en los océanos, en las fuentes termales y en las
regiones polares.
Las algas, para vivir, utilizan sustratos como piedras,
cortezas de los árboles, paredes de las cavernas, flotando en el agua, sobre
mecanismos especializados a base de aire; otras crecen sobre una planta, a
estas les decimos epifitas y algunas viven dentro de una planta, a estas las
llamamos endófitas.
Hay un grupo de algas microscópicas, que viven flotando
en las aguas oceánicas, y sirven para alimentar a muchas especies de peces, a
estas les decimos fitoplancton.
El estudio científico de las algas se llama Ficología;
algunos lo llaman Algología, teniendo como raíces la palabra latina alga, algæ y la palabra griega logos (logos, ‘tratado’), pero es
un término impropio, porque se presta a confusión con el nombre de la ciencia
de la medicina que trata el dolor, la Algesiología.
Es bueno contarles que las algas, eran tratadas como
plantas inferiores y por esa razón, en la botánica las manejábamos como si
pertenecieran al reino vegetal, pero ese era un criterio erróneo, porque
pertenecen al reino protista, que traduce primerísimo, es decir, seres
unicelulares, de los que aparecieron en las primeras etapas de formación de la
Tierra, pero recordemos que en los océanos hay algas que miden hasta cien
metros.
Las algas se diferencian de los hongos porque estos no
tienen la facilidad de producir oxígeno por medio de la fotosíntesis.
Es bueno resaltar que las algas son seres vivos que
resisten las condiciones más extremas de frío y de calor que se dan en el
planeta.
La última generalidad de las algas puede ser que son la
base de las cadenas tróficas de los medios acuáticos.
Ahora procedamos a clasificarlas:
El primer grupo son los crisófitos o algas amarillas o
crisofíceas, que son algas unicelulares doradas, verdes y amarillas; son unas quinientas
especies, no poseen pared celular definida y se reproducen por medio de
zoosporas, es decir, unas esporas parecidas a las que producen los helechos.
En Sopetrán las llamamos caparosa.
Al grupo de unicelulares le podemos agregar los
euglenófitos o algas flageladas, es decir, con patas o prominencias que se
caracterizan por un proceso especial llamado paramilón, es decir, un
polisacárido de reserva a base de almidón, propio de estas especies.
También hay unas especies a las que llamamos: pyrrofíseas,
que son de colores rojos y producen una toxina, capaz de matar los peces que se
les arriman.
Las algas multicelulares o grandes algas, son los rhodophytos
o algas rojas, a las que también les decimos rodofíceas. Son muy comunes en las
aguas marinas y son las que causan las mareas rojas, porque con su color hacen
aparecer el agua de color rojo.
Pero en las algas pluricelulares, se consiguen unas de
tonos rojos muy hermosos, sobre todo en las aguas marinas; pero hay unas de
agua dulce, que pudiéramos decir son unas doscientas especies, las que
pertenecen a este grupo son de colores rojos o rosados y acumulan carbonato de
calcio que las muestra de una forma rígida como las rocas.
Las algas pardas o marrones a las que llamamos feofíceas,
se encuentran en muchos medios, como quebradas, charcas, ríos, paredes rocosas,
mares y océanos.
También conseguimos algas de color verde o
verdeazuladas, a las que llamamos clorofíceas, por la cantidad de clorofila que
contienen, este grupo está compuesto por unas diez mil o doce mil especies; es
bueno decir que estas son las más comunes y que en Sopetrán, están en todas las
cañadas, quebradas y ríos; también las encontramos en los tanques de las casas
y en los acuarios domésticos.
Aunque a los clasificadores modernos, no les gusta
mucho la idea de hablar de las algas de color azul o cianofíceas, como a mí me
las enseñaron cuando cursé los estudios de biología, les quiero hablar de
ellas, porque me parece que son las más hermosas de color.
Ahora veamos la importancia ecológica que tienen estos
seres vivos:
Son las responsables de la fotosíntesis en las aguas
marinas y en las dulces, Es decir, son los vegetales de las aguas, porque hacen
las veces de los bosques terrestres.
En ellas viven cómodamente los microorganismos, los
invertebrados y los peces.
Son los productores de energía de todas las pirámides
ecológicas que hay en las aguas.
Las algas gigantes, se utilizan para hacer
fertilizantes y sirven de alimento a muchas especies acuáticas.
También las algas nos prestan servicios especiales a
los humanos:
Sirven como alimentos muy especiales en la China y en
Japón.
Se pueden hacer alimentos concentrados para los
animales, en especial para los peces.
Muchos países las utilizan para hacer abonos químicos,
porque en sus organismos tienen grandes proporciones de elementos mayores y
menores.
También podemos utilizarlas para producir metano.
Las algas gigantes de los océanos, a las que llamamos kelps,
tienen altas concentraciones de yodo, que se puede extraer y sirve para usos
comerciales.
De las algas podemos extraer algunos productos químicos
como agar, algina y carrageno.
El agar que se saca de las algas rojas, sirve para
preparar caldo de cultivos biológicos; también se usa para endurecer pescados,
preparar yogures, mayonesa, pudines, cremas y quesos.
La algina que se deriva de las algas marrones, se
utiliza en la industria de los helados, las gomas de masticar, mantecados y en repostería.
Los principales aportes de las algas a la salud humana:
Estimular la eliminación de toxinas en el aparato
urinario.
El betacaroteno de las algas previene al organismo de
las enfermedades degenerativas, como el cáncer.
Alivian los dolores reumáticos y artríticos.
Por su alto contenido de clorofila, ayudan a la
formación de la sangre y favorecen la formación de los tejidos.
La ficocianina de las algas, estimula las funciones del
sistema inmunológico, previniendo al organismo de enfermedades degenerativas.
Son los mejores auxiliares en el tratamiento de las
úlceras, en cualquier parte del sistema digestivo.
Las algas benefician la flora intestinal.
Reducen el colesterol y ayudan a bajar de peso en forma
normal.
Las algas, dan energía, aumentan la concentración
cerebral, benefician la piel, mejoran el cabello, son los mejores tónicos de la
vida sexual y retardan el envejecimiento.
Sopetrán,
Septiembre 22 del 2012.
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