Comentario especial
Darío Sevillano Álvarez
Cuando se contrata a alguien para que venga
a hacer cualquier tipo de decoración al templo parroquial de Nuestra Señora de
la Asunción, es importante saber el grado de conocimiento que tiene la persona
contratada, porque para manejar un templo de las dimensiones del nuestro no
basta con tener buena voluntad, sino que hay que tener una alta dosis de
experiencia, para que las cosas resulten bien.
En el mes de diciembre pasado, por ejemplo,
contrataron a un pesebrista famoso para que hiciera el pesebre, pero como el señor,
lo que sabe es hacer buenas figuras y casas para pesebres, de acuerdo con las
tradiciones hebreas de la época de Jesús, sabiduría especial que admiro, el
pesebre que diseñó no quedó de buena calidad, porque el hombre, que es un sabio
para hacer buenos pesebres, para dictar cursos en la enseñanza de esa hermosa
disciplina, y para pintar preciosos telones, no supo manejar el especio, ni las
dimensiones del templo y el pesebre resultó de igual o peor calidad que los
diseños de nuestros pesebristas montañeros.
Hoy se nos presenta un circunstancia igual
porque seguramente las personas que le colaboran al sacerdote en los gastos que
una Semana Santa demanda, queriendo hacer una cosa muy buena, trajeron a una
persona forastera para que haga un monumento de buena calidad, que corresponda
a las exigencias de una Semana Santa de corte español como es la nuestra. Creo
que no acertaron, porque la experiencia que manejo en estos temas, pues
recuerden que mi padre manejó las semanas santas por espacio de once años, uno
de mis hermanos las manejó, por espacio de cuatro años y a mí me correspondió
manejarlas por espacio de dieciocho años, tiempo suficiente para acumular un
sin número de experiencias, en el manejo de diseños, arreglos y encortinadas
del templo, que como es de proporciones exageradas, exige unas normas
especiales para que las cosas resulten de buena calidad.
Con el fin de que vean que lo que estoy
afirmando es cierto les hago una pequeña didáctica de cómo se debe hacer un
monumento:
Como la altura de las naves laterales es de
ocho metros, el telón de fondo y los juegos de cenefas, deben elevarse a esa
altura, para que cuando le tomen un plano profundo al arreglo, resulte de buena
calidad; pero aquí viene el lío más peligroso que es definir el color del telón
de fondo y la norma general puede ser: Si el motivo que vamos a exhibir, es de
color claro, el telón debe ser de color oscuro (rojo, verde, azul oscuro o
fucsia) para que el motivo resalte; pero si el motivo es oscuro, el telón tiene
que ser claro(blanco, amarillo azul claro, verde claro o cualquier tono pastel)
con el fin de no eclipsar, los colores del motivo.
Los juegos de cenefas que por lo regular
utilizamos tres, también tienen sus normas:
El primer juego profundo, debe enmarcar el telón
de fondo y no puede dejar ver partes del altar, ni cosas distintas al motivo y
el fondo, y el color debe jugar de tal manera que si el fondo es oscuro, las
cenefas deben ser claras y si el fondo es claro, las cenefas deben ser oscuras,
con el fin de lograr el efecto de enmarcar; el segundo juego de cenefas, tiene
que ser de un color contrario a las del primer juego, para que pueda
enmarcarlas bien y logre el efecto de profundidad; el tercer juego de cenefas,
que es el que hace de frente del arreglo, debe ser un color parecido al de las
primeras, con el fin de que enmarque todo el arreglo y la composición resulte perfecta. Hacer cenefas no es cosa
fácil, porque la primera en profundidad debe ser muy ancha, la segunda debe
tener un poco menos en el ancho y la tercera debe ser muy delgada, para que
cada juego deje ver lo que está en la parte de atrás. A las cenefas es bueno hacerles
ciertas morisquetas, como repujados, amarres especiales en el centro y en los
lados, remates altos contra la cortina, etc. para que el arte y la capacidad de
decoración se vean bien combinados.
En la elaboración de un arreglo de estos
hay que estar pendientes con una mirada muy perspicaz, para que las cenefas no
queden torcidas o para que no dejen ver partes del altar, en donde estamos
trabajando, recuerden que la idea de profundidad es muy importante, para que
estos arreglos luzcan en forma.
Esta crítica es de carácter constructivo y,
por esa razón, les recomiendo que se queden con los decoradores nativos que
tenemos que son de buena calidad, porque ellos, recibieron de nosotros, todas
las enseñanzas que habíamos acumulado, para que las tradiciones de nuestra
etnia se conserven en forma pura y sin riesgos de perder el hilo conductor que
siempre nos ha guiado.
También es bueno recordar que aunque
tengamos el dinero suficiente para buscar personas foráneas, no es justo
despilfarrarlo, por el mero capricho de decir trajimos sangre nueva.
Sopetrán, 27 marzo del 2013.
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