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miércoles, 10 de abril de 2013

Manual de capiller


La Semana Santa y sus pasos
Darío Sevillano Álvarez

La palabra paso es un vocablo derivado de la lengua latina y se puede traducir de dos maneras:
Passus, igual ‘escena’ o passus, igual ‘sufrimiento’. 

En el primer caso es una escena representada en un anda o tarimón, que se lleva procesionalmente por las calles de un pueblo, y está relacionada con un pasaje bíblico. Para el caso de la Semana Santa, con un pasaje de la vida pública de Jesucristo, casi siempre extraído de los Evangelios o de los Hechos de los Apóstoles; en el segundo caso, es una representación de los sufrimientos que Jesucristo tuvo, con ocasión de su última semana de vida en la ciudad de Jerusalén.

Hermoso paso de la flagelación

Recordemos que eso de los cinco mil y más azotes que le dieron a Jesucristo es una leyenda, porque en las historias del pueblo hebreo, sólo se habla de unos sesenta o setenta golpes de azote, y eran suficientes para que la persona perdiera el conocimiento y se le podría causar hasta la muerte.
El origen de los pasos de la semana santa, lo debemos buscar en los primeros siglos de la Iglesia, cuando la jerarquía eclesiástica, los diseñó, para poder enseñarles con algo tangible a sus feligreses, el mensaje evangélico.


Pero si un paso no tiene que ver con la Semana Santa, podemos llamarlo un paso de gloria, como la procesión de la Virgen del Carmen o la de la Patrona.
Por el número de imágenes que van en el paso, podemos dividirlos en grupo escultórico, si lleva varias imágenes, o imagen única, cuando solo va una de ellas.

Por las técnicas, con que fue concebida la imagen: talla completa, como nuestro Jesús con la cruz a cuestas; o talla para vestir, como todos los quiteños que sacamos en las semanas santas. Quiteño quiere decir que es una imagen, que para lucirla, es necesario vestirla.
Por la forma como son llevados, los pasos pueden ser: en carroza, cuando son muy pesados y se deben montar en un vehículo con tracción propia o empujado por los cofrades.

Por su peso exagerado este paso
va montado en una carroza.

Es importante decir que en España las carrozas procesionales son de fácil manejo y sus ruedas se pueden poner y quitar fácilmente, porque cuando hay un obstáculo, los cofrades se alzan el paso al hombro y luego vuelven a armar la carroza.

Este paso es carreteado por todos
los cofrades de esa orden.

Cargados en andas, como es nuestra costumbre y para esa modalidad, se necesitan personas con mucha fortaleza, dada la razón de que a veces el paso mayor queda de veinticinco o treinta arrobas de peso.

Este paso es llevado al hombro, por los cofrades,
que se turnan para no sentir cansancio.

Las andas pueden llevar los palos o varales, de adelante hacia atrás o de derecha a izquierda.

En este caso hay varales
de atrás hacia adelante.

También se pueden cargar en forma de parihuela y el peso se reparte proporcionalmente entre los cofrades.

Este paso es de un peso exagerado, pero miren
la facilidad con que lo llevan entre todos los cofrades.

Así es una parihuela por debajo.

Hay una forma muy elegante que se utiliza mucho en las Semanas Santas más antiguas de España y se llama a costal, esto significa que todos los cargueros van por debajo del anda y están cubiertos con una cortina elegante, que bordea el anda, por sus cuatro lados.

Dos pasos a costal.

Precioso paso a costal.

También hay una forma que se llama en buen español a almohá, que consiste en que a los varales o palos se les amarran unas almohadas para amortiguar el peso, del paso, sobre los hombros de los cargueros.


Cuando las calles de un pueblo son muy estrechas en algunos tramos se emplea un sistema que ya lo anuncié y que le decimos mixto, porque a veces la imagen va sobre ruedas y otras veces en los hombros de los cofrades.

A veces a ciertas imágenes como la Virgen, el Señor y algunos santos especiales, se les puede colocar un palio, que es una estructura de tela de terciopelo de un color carmín, para Nuestro Señor; o un color azul oscuro o negro, para Nuestra Señora y esa estructura se arma en cuatro, seis u ocho palos, que van fijados a las esquinas y laterales del anda. El palio se utiliza, para que la imagen se proteja de la lluvia y del sol y es como un distintivo, para darles énfasis a las imágenes.

Pero en las andas van un sinnúmero de accesorios que a continuación voy a definir y a tratar de ilustrar, para que los amigos que están interesados en remodelar la presentación de nuestras procesiones, tengan una guía segura, que no los deje cometer errores que más tarde tengamos que lamentar.


Este palio consta de seis palos a cada lado y esas partes bonitas que cuelga por los lados se llaman briseras o sea las partes que liberan de la brisa a la imagen o a la persona que va debajo; también va muy adornado con unos candelabros; pero si estos van en las esquinas del anda se llama arbotante.
En un anda, se pueden colocar ánforas, a veces de plata o de bonitos metales, otras veces de cerámica o de barro.

Las personas que hacen las composiciones de los pasos, se llaman armadores y el hecho de hacerlo se llama armá.

Si la cofradía u orden tiene un estandarte que la caracteriza, le decimos el bacalao.

Los bastones que llevan las imágenes, se llaman báculos.

Se le dice baquetón, a la moldura que adorna un anda de parihuela.
Las bases de las columnas que se utilizan en las procesiones, como aquella en la en que fue flagelado el Señor, se llaman basamentos y están engalanados con pequeñas figuras alusivas al hecho que estamos representando.

Si en un anda colocamos un candelabro grueso, para sostener un gran cirio, le decimos: blandón, y al cirio, hachón.

Palio con sus briseras.

Se le dice borla, al adorno hecho con un alma de madera recubierto de hilos de seda, plata y oro del cual penden algunos zarcillos que le dan elegancia  al conjunto; se utilizan en los cíngulos o ceñidores de los nazarenos y en los remates de las bambalinas de los palios; cuando la composición es de varios cíngulos a esas borlas les decimos conjunto de borlones.

Le decimos cabeza de procesión, al principio del cotejo procesional, al cual se le da mucha importancia en España, porque todos los cofrades van bien vestidos y en un orden meticuloso, que el público que asiste a la procesión respeta.

Ojalá algún día, aprendamos a caminar en hileras laterales por las calles para que la parte del centro de ellas quede desocupada y las procesiones se vean más elegantes; esto lo hemos intentado en las procesión de Prendimiento y en la de Soledad, pero no faltan los indisciplinados que introducen el desorden.

Cabeza de procesión en España.

La palabra caídas, es un término que se refiere a las bambalinas del palio; si son rectas se llaman bambalinas de cajón y si son en puntas se les dice palio de figuras. También se les dice caídas del manto a las dos orlas o filos naturales del manto de la virgen, que caen desde la cabeza hasta los hombros y de estos hasta la peana.

Cuando la Virgen está en un anda muy bien decorada y hay un espacio libre de velas y adornos que la deja ver de lejos, a ese espacio le decimos calle.

Se le dice candelaria a la serie de candelabros que lleva la Virgen en su anda y la forma cómo se amarran al anda es llamada replanteo.

El pedazo de madera que se adhiere a las flores para hacer los ramos que van en las andas se llama caña y el oficio de hacerlo se llama encañar.

Se le dice: capiller a la persona que se encarga de cuidar y mantener en orden las imágenes de una Semana Santa.

Los techos de los palios se adornan con unos medallones a los que llamamos cielo.

Se les dice cíngulos a los pequeños lazos bien concebidos con que ceñimos las imágenes en la cintura.

El farol es uno de los accesorios de las andas de la Semana Santa.

A los lados del paso se les dice costeros; hay costero derecho y costero izquierdo.

Se le dice crucero, al personaje que siempre lleva el estandarte de una cofradía y este cargo se hereda de generación en generación.

La cruz que preside una procesión de Semana Santa tiene el nombre de cruz de guía y debe ir acompañada de cuatro nazarenos. Estos nazarenos son personas que van vestidas de túnica morada; también la acompañan dos ceroferarios es decir dos acólitos con cirios en soportes especiales que se llaman ciriales y un turiferario, es decir el acólito que lleva el incensario y un acompañante que lleva la naveta con el incienso.

Túnicas de los nazarenos.

Santo Ecce Homo es el Jesús, cuando Pilatos lo muestra al pueblo, después de la flagelación y de la coronación de espinas.

Esta es una buena presentación del
Santo Ecce Homo.

Enseres son todos los objetos que poseemos para la buena presentación de una Semana Santa, como el velo de la Verónica, las insignias de la pasión, etc.

Estación es una parada que hace una procesión, para hacer un rezo especial, como las consideraciones de las catorce estaciones, que conmemoramos en los Viernes Santos.

Estandarte es una insignia especial, lujosamente decorada, para llevarla en las procesiones, colgada a un soporte de madera o metálico.

Estandartes de semana santa.

A las andas les podemos poner un trapo o telón protector, para que luzcan, más bien presentadas y este también sirve, para proteger a los costaleros, cuando el anda es adornada en esa forma; a esta prenda le decimos faldón.
Cuando las andas llevan palio, se acostumbra colocar en las partes traseras dos faroles especialmente diseñados, que sirven para resaltar el manto del santo, a estos faroles les decimos faroles de cola. Este accesorio le da mucho caché al paso.

Cuando el estandarte es en las procesiones con el Santísimo o con los prelados de la iglesias, toma el nombre de guion.

Los cuatro cirios gruesos que se colocan en las esquinas del anda de Nuestro Señor muerto, toman el nombre de hachones.

Cielo de un palio.

A estos medallones también se les dice glorias.

Faroles de cola de un palio.

Se le llama horquilla al palo con una trampa especial en la punta, para levantar los cables del fluido eléctrico, cuando los pasos, no pueden pasar.
Manto es el accesorio de la túnica para que las imágenes se vean bien presentadas.

Peana es la base en donde se colocan los santos quiteños o para vestir, con el fin de que queden bien asegurados a las andas. Hay peanas largas para los santos pardos, peanas cortas para los que están sentados y se pueden diseñar al gusto de acuerdo con las necesidades del paso que estamos armando.

Pollero es el armazón metálico que se le coloca a Nuestra Señora, entre la túnica y el manto, para darle énfasis a la textura del manto.

Priostía, es el lugar en donde se guardan las imágenes y los objetos, con que realizamos la semana santa.

Se llama pureza al pequeño manto con que cubrimos la desnudez de Jesucristo, en el Señor de la Peña.

Hermoso palio de Nuestra Señora.

La toca es un pequeño accesorio que lleva la Virgen bojo la corona y que termina en los hombros.

Se llama túnica al vestido con que lucimos las imágenes, esta tiene unos accesorios que son el capirote, que es el cono que se colocan en la cabeza; el cinturón o cíngulo que es el amarre de la cintura; zapatos o sandalias; escudos para decorar el pecho; y botonaduras.

La persona que viste las imágenes, toma el nombre de vestidor.
Para descansar en las paradas, los cargadores de las andas llevan unos palos con una horqueta en la parte superior a la que llamamos alcayata.

Las tres especies de llamas que lleva el Nazareno se llaman potencias.




Sopetrán, Abril 6 del 2013.

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