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viernes, 19 de abril de 2013

Para futuras Semanas Santas


Lo bueno, lo malo y lo feo de la 
Semana Santa en Sopetrán.
Darío Sevillano Álvarez

Recordemos en primer lugar que nuestra semana santa está catalogada como una de las diez mejores de Colombia.

Una de las mejores cosas que nos pudieron haber pasado, es el hecho de que nuestro párroco adquirió seis nuevas imágenes de tamaño natural y esa razón solemnizó mucho las procesiones, porque la calidad de los pasos mejoró notablemente.

Es importante decir que aunque las imágenes son de buena calidad, no logran eclipsar las que teníamos, porque los escultores y talladores del momento no tienen las habilidades que tenían los viejos genios en estas labores.

Estas imágenes entraron a engrosar las filas de las figuras que servirán para hacer los pasos de tipo escultórico o individuales, de nuestras semanas santas.

Veamos algunos aspectos:


Esta es la cara de la nueva virgen que acompañará
las procesiones contentas de nuestra semana mayor.


A continuación, vean otras
de esas nuevas imágenes.





Otro aspecto muy importante de nuestra semana mayor, fue el hecho de que las personas que asistían a las procesiones, se comportaron muy bien y guardaron absoluto silencio, que es la mejor señal, de compromiso.


A pesar de la cantidad de feligreses,
el silencio, nunca falló.



En el Templo, a pesar de la abundancia de feligreses,
nunca nos pudimos quejar de malos comportamientos.


Estas dos fotografías, son prueba de lo que afirmo.



Hay un aspecto que vale la pena resaltar: Las personas que cargan las imágenes, a las que no se les paga por hacerlo, son más de las necesarias, y algunas se ofuscaban porque no les había tocado cargar los pasos.


Cada uno se responsabiliza de su trabajo.

Gracias a Jovany Carrillo y a su grupo de ayudantes, pudimos disfrutar de unos pasos que imitan a las mejores Semanas Santas de nuestra madre España.


Este es Jovany Carrillo a quien llamamos
cariñosamente Chayane.


También es digno de aplaudir el hecho de que las personas que viven en las calles por donde las procesiones pasan, las decoran con mucho esmero.


Así adornaban las casas en
donde se hacían las estaciones.


Cada estación, nos daba una sorpresa.


En la procesión de Once, todas las viviendas fueron decoradas.


La calle del Caño, como le gusta a Gabriel que se le diga, estaba como novia engalanada desde el viernes, hasta el domingo de resurrección.

En las cosas malas, podemos resaltar, que solo la Procesión de Resurrección fue respetada por los dueños de los carros, porque en las otras ocho procesiones, no faltaron los intrusos que dejaran sus vehículos mal atravesados para que dañaran el orden de nuestros desfiles religiosos.
Por normas elementales de cultura, debemos respetar cualquier manifestación religiosa, social o política porque nuestra constitución así lo ordena.
No entendí la labor de los tres agentes de policía que nos acompañaban, la de los dos agentes de tránsito ni la del grupo de apoyo, que eran más o menos unos veinte jovencitos de los colegios, porque cuando yo manejaba las Semanas Santas, ellos me garantizaban la tranquilidad absoluta de las calles y carreras que visitábamos y el grupo de apoyo se encargaba de organizar los feligreses, para que las procesiones fueran elegantemente realizadas.
En las grandes procesiones de España, el público se comporta de una manera muy diferente, porque cada persona toma su rol de participante y colabora con el orden de los desfiles religiosos.

Esto ocurrió el Domingo de Ramos.


Este vehículo se atravesó en la
penitencial del lunes.


Dos automóviles de turistas atravesaron
la procesión, el día miércoles.

Este se atravesó en el callejón más estrecho,
en la procesión de los Cristos.


Otra queja que tengo, respecto al mal comportamiento, es que en los días más importantes, Jueves y Viernes santos, algunos personajes estuvieran escuchando música moderna en sus equipos de sonido o en sus vehículos; ¿cómo quedaríamos de mal, si en un concierto de reggaetón, entonáramos una de las estaciones de Vidal?

Otra de mis quejas: los feligreses sopetraneros, a pesar de que siempre hemos asistido a las Semanas Santas, no nos vamos a acostumbrar a presentar nuestras procesiones, como siempre lo hemos dicho, en hileras dobles, por los laterales de las calles, porque todos queremos ir al pie del paso principal y del sacerdote, así nos estorbemos y nos pisemos y las demás imágenes casi siempre van solas.

Entre las cosas feas de la Semana Santa, encontré un problema, que aparentemente, no va a tener solución: A la banda que solemniza las procesiones, porque aquí tenemos tres o cuatro chirimías de mal sabor, que están conformadas por muy buenos músicos, que de alguna manera pertenecieron a la escuela oficial del Municipio y que por cualquier razón se retiraron y pusieron, como decimos en lenguaje vulgar, rancho aparte, pero como no ensayan, ni consultan, ni quieren matarse, para ganarse esos pesos, le dio por inventar unos trozos musicales, que sabrá Miruz, cómo se llaman, porque esta Semana Santa nos emborracharon con: Tu reinarás, que no es apropiado, para ninguna de las procesiones, porque en las contentas, como Palmas y Resurrección se deben interpretar marchas de solio y en las penitenciales se interpretan marchas fúnebres de muy buena calidad, para que ayuden a mantener el fervor de los asistentes; una pieza que tuve que llamar: La tres en uno, porque su introducción era la de Bercerat, la primera parte parecía de Manojito de claveles y la última era una mescolanza de notas parecidas a los enredos de la alquimia del medio evo; y con dos marchas fúnebres, no muy bien interpretadas, que a las personas que las conocemos, nos producen risa.

¿Si será justo que a estos músicos se les pague bien, por hacer el oso?


También me pareció de mal sabor el hecho de que algunas personas, a sabiendas de que los sábados no pasa el carro recolector de basuras, hubieran sacado sus desperdicios y los hubieran colocado en algunos sitios, por donde iba a pasar una de las grandes procesiones.

Todo lo que digo, es por el bien de nuestro pueblo y para que nuestras fiestas religiosas, sigan siendo de muy buena calidad.



Sopetrán, 8 de abril 8 del 2013.

*

1 comentario:

Anónimo dijo...

los comentarios fueron muy acuerdo con lo sucedido, se cambio la experiencia por la improvisación al ahorrar unos pesos.
Sopetrán merece algo mejor. Nuestra semana santa es de fama y el sacerdote debería hacer lo posible por conservar esta tradición y no empañarla.