La Capilla del Sagrado Corazón
Darío Sevillano Álvarez
Este ha sido el lugar predilecto de los párrocos para tener en ella el
Santo Sepulcro. Este año, estuvo especialmente engalanada, veamos cómo lucía:
La Calle Luciano Carvalho, estaba muy aseada y
engalanada para el paso de la procesión del
Santo Sepulcro.
engalanada para el paso de la procesión del
Santo Sepulcro.
El frente de la capilla lucía de esta forma.
Nuestro Señor descansa suavemente
en un arreglo con muchas galas.
en un arreglo con muchas galas.
El panorama de la composición es éste.
Nuestro cristo, de madera, al que todos adoramos, queremos y suplicamos, luce con toda la belleza, de una imagen bien tallada, no sabemos por qué nos privan de su esplendor durante todo el año.
El cofre funerario, que yo escogí, entre muchos otros, y que el Señor Alberto Peña, donó en la época del mandato del Padre Humberto Torres, luce en medio del arco.
Observen muy bien el telón de fondo.
Debajo del cristo, hay un charco natural
con plantas acuáticas.
con plantas acuáticas.
La composición del arreglo incluye
dos juegos de arcos y el telón de fondo.
dos juegos de arcos y el telón de fondo.
Observen la profundidad de la arquería.
Echémosle la última mirada a nuestro Cristo.
La calle Luciano Carvalho luce preciosa, lástima que
los turistas y los dueños de los vehículos
no respetan los espacios.
los turistas y los dueños de los vehículos
no respetan los espacios.
En cada lado de las tres cuadras, se exhibe un viacrucis,
que muestra los catorce pasos de
Jesucristo en su vía dolorosa.
que muestra los catorce pasos de
Jesucristo en su vía dolorosa.
La calle del Caño, nombre coloquial
que le suena mejor a Gabriel Escobar Gaviria,
luce impecable.
que le suena mejor a Gabriel Escobar Gaviria,
luce impecable.
Gracias, Darío, por expresar mis sentimiento a la calle del Caño, sentimiento del que te has dado cuenta desde que me conoces. No es mi intención demeritar el nombre del gran educador Luciano Carvalho y poner a competir mi calle del Caño con el honor merecido que la autoridades le han otorgado para que mi calle del Caño lleve su nombre. Mi amor a la calle del caño radica en que hace 69 años un Sabado Santo, como hoy, el 20 de abril de 1946, el Señor me dio la largada para que empezara mi vida allí en una de las casas que quedan al frente del edificio que otrora fue la Escuela Luciano Carvalho. Allí nacieron mi amor a la calle del Caño y mi amor a Sopetrán, el que tú me has ayudado a demostrar en estas notas que hacemos para enaltecer el nombre de nuestro pueblo. Gabriel Escobar Gaviria, Editor.
Sopetrán, 4 de abril del 2015
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