La penitencial del Martes Santo
Darío Sevillano Álvarez
La tarde nos regaló este
hermoso espectáculo.
La imagen alegre de
Nuestra Señora es espectacular.
El paso principal de hoy
representa
la traición de Judas.
Miremos con detenimiento
cada una de las imágenes:
La cara de Jesucristo se
ajusta a la descripción del poeta:
«El dulce, el triste, el
pálido, Rabí de Galilea».
La cara de San Juan,
además de ser muy bonita,
refleja la espiritualidad y la grandeza de corazón.
La cara de Tadeo muestra
la belleza de la raza hebrea.
La cara de Pedro hace un
llamado al principio
de autoridad y muestra que tiene bríos para hacerlo.
La cara de Marcos nos
muestra la
de un filósofo, con todo su poderío.
La cara de Judas,
demuestra
tragedia, desesperación, miedo, arrepentimiento…
La cena está muy bien
dispuesta.
Nuestro capiller es un
hombre muy versado en las labores de la Semana Mayor y sabe de memoria los componentes
que se ponen en los pasos.
La procesión va a
empezar.
Se canta la primera
estación.
El grupo de religiosos
acompaña
al paso principal.
La procesión asciende por
la calle Uribe Uribe o calle Real.
La Luna nos escoltó por
todo el recorrido
y nos llevó hasta el templo parroquial.
En este altar, la Biblia
está abierta en
el pasaje del evangelio del día de hoy.
Observen este
espectáculo; es una lástima
que el paisaje científico, eclipse al paisaje
natural.
Nuestros ancianos
también nos acompañan.
Recordemos que ellos son
nuestros espejos,
que recuerdan el paso de los años y como terminamos todos los
humanos.
Estamos casi en la plaza.
Nos desplazamos por el
costado occidental
de la plaza de Bolívar.
Los alógenos iluminan
las figuras
del paso principal y nos dejan reconocer su belleza.
Sopetrán, 27 de marzo
del 2018
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