El turpial, un cantante mañanero muy especial
Darío Sevillano Álvarez
El turpial, es uno de los integrantes del orden de los
paseriformes, es decir, parecidos a pájaros; y de la familia de los ictéridos,
es decir, los pájaros de color amarillo; que vive en zonas secas
principalmente en bosques de rastrojo, zonas de cultivo y plantaciones
forestales; que se alimenta principalmente de insectos que captura saltando y
explorando sobre el follaje y complementa su dieta con frutos y néctar de las
flores.
Su nombre científico es Icterus nigergularis, se deriva
de una palabra griega ίκτερο ‘amarrilento’; la palabra latina niger que
significa ‘negro’; y la palabra latina ‘gularis’. que traduce 'cuello'; es decir
el pájaro amarillento con cuello negro.
Este animal, que es oriundo de América y es uno de los
buenos cantores del mundo animal, tiene un canto sonoro, melodioso y variado,
que suele escucharse al amanecer, aunque emite sus llamados y fraseos a
cualquier hora del día.
Los machos suelen cantar más que las hembras.
Prefieren los lugares cálidos como los llanos, los
cardonales, los matorrales espinosos, los bosques que pierden las hojas y los
bosques en los márgenes de los ríos.
En Sopetrán lo encontramos en los tres pisos térmicos y
se adapta perfectamente a la alimentación por frutas principalmente el plátano.
Estas aves son pájaros pequeños o medianos de picos
robustos y puntiagudos.
En muchas de sus especies predomina en los machos el
plumaje negro, frecuentemente en contraste con zonas amarillas, naranjas o
rojas.
Las hembras suelen ser de menor tamaño.
A esta familia pertenecen los turpiales o bolseros de
América (Icterus), los caciques o
conotos, los rabiamarillos o mochileros, los zanates y los tordos americanos.
Para su reproducción que casi siempre es entre los meses
de marzo a septiembre, los turpiales raras veces construyen sus propios nidos,
más bien suelen utilizar los que hayan sido abandonados, o en algunos casos
expulsan de manera agresiva a los ocupantes.
Después de que tienen el nido en su poder lo defienden ferozmente
de cualquier intruso; la puesta es de tres a cuatro huevos; la incubación la
hace sólo la hembra, por espacio de dos semanas; los pichones son alimentados
por ambos padres durante aproximadamente quince días; intentan anidar hasta dos
y tres veces durante su período reproductivo.
Son pájaros muy fecundos y con esta característica, a
pesar de su extensa cacería, para tenerlos enjaulados, aún es una especie
abundante.
Fue introducido al Caribe hace más de dos siglos,
probablemente como ave ornamental, y se ha dispersado naturalmente a las islas
cercanas. Es nativo de
la cuenca del río Amazonas y habita en la mitad norte de
Sudamérica.
En Sopetrán, tenemos muchos turpiales en la parte
correspondiente al piso térmico cálido, en las veredas de La Miranda, Córdoba, El
Llano, El Palmar, y en las partes de las confluencias de las quebradas con los
ríos; en la zona templada y en la zona fría, abundan en las plataneras y en
ellas fabrican sus nidos.
Conocí una familia que tenía un turpial, que vivía en el
patio de la casa y que a veces llegaba a las manos de los miembros de ella,
para recibir sus caricias; también existen campesinos que los manejan en estado
de semicautiverio, es decir duermen en sus casas, pero en el día salen a buscar
alimentación en el bosque.
No es recomendable tenerlos en jaulas permanentemente
porque, ya lo anuncié cuando traté el sinsonte, si cantan, no es de alegría,
sino pidiendo ayuda a sus congéneres, para que los liberen de la esclavitud.
El 23 de mayo de 1958, tras un concurso promovido por la
Sociedad Venezolana de Ciencias Naturales, se nombró una comisión de
científicos y naturalistas para decidir, cuál sería el ave más representativa
de Venezuela, entre las especies candidatas estaban:
El gallito de las rocas, el cucarachero común, la paraulata llanera, el zamuro, la guacharaca, y el turpial; este último ganó el concurso y junto a una orquídea
especial, son los símbolos más representativos de esa nación.
Para darle el nombre de turpial, en Venezuela existen dos
teorías: La primera sostiene que proviene de raíces indígenas; y la segunda, en
voz del estudioso de la flora y fauna venezolana, Bruno Manara, indica que se debe
a la forma onomatopéyica de su canto, que puede escucharse como turu-pio, turu
pio.
La palabra turupio, es un modismo venezolano, que traduce
turpial.
Ahora, describamos el animal, como se presenta en la
naturaleza:
Su plumaje es negro en la cabeza, encima del pecho y en
la parte superior del cuerpo y las alas, mientras que el resto del cuerpo es
amarillo oscuro, casi anaranjado.
En sus alas tienen una fina franja de color blanco.
Los ojos son de color amarillo con un contorno de piel
azul clara.
Su pico es de forma cónica, agudizado y comprimido.
Mide aproximadamente 24 cm.
Los tonos de su plumaje van con la edad, los turpiales
amarillos son los más jóvenes, y los adultos son anaranjados.
Como punto final lo podemos clasificar:
Reino: Animal.
Filum: Cordados.
Clase. Aves.
Orden: Paseriformes.
Familia: Ictéridos.
Género: Icterus.
Especie: nigrogularis.
Es importante aclarar que hay una especie, muy común, que
es la que abunda en Venezuela, que se llama Icterus
icterus.
Recuerden que cuando un animal, tiene su nombre con dos
palabras iguales, es porque esa especie, es el prototipo de los de su grupo.
Ejemplos:
Canis canis, Felis felis,
Icterus icterus.
Mi hermano Jairo, que sabía hacer unas jaulas muy cómodas
para las aves, era muy aficionado a tener sinsontes y turpiales y mi casa,
parecía una sala de concierto animal, pero en esa época vivíamos en una casita
muy humilde de propiedad de la parroquia, que colindaba con uno de los muros de
la capilla del Sagrado Corazón y por los ventanales se metía el canto de las
aves y el sacerdote, que allí celebraba, pidió el favor de solucionar el
problema del canto de los animales, mientras estaban en las funciones del culto
y mi padre que era de temple militar, ordenó que soltaran esas aves y así se
hizo.
Los dejo en la grata compañía de esta hermosa fotografía.
Sopetrán, 26 de juniodel 2018.
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