Antioqueñidad

Oh libertad que perfumas las montañas de mi tierra
deja que aspiren mis hijos tus olorosas esencias

Charla didáctica virtual sobre la Antioqueñidad

Darío Sevillano Álvarez

La Antioqueñidad, tiene su asiento en el Acto de Independencia, que se proclamó el 11 de agosto de 1813, tres años más tarde del Grito de independencia, que todos sabemos por la historia se quedó en grito, porque todos aquellos que participaren en él, fueron fusilados cruelmente por el Ejército Pacificador Español.

El acto de Independencia de Antioquia, como se llamó el documento que fue leído en la ciudad de, Santa Fe de Antioquia, consta de tres partes: En la primera, los forjadores de la Antioqueñidad hacen una exposición de motivos para independizarse de España.

En la segunda dicen textualmente:

«Por tanto el ciudadano dictador de ella, revestido con este carácter por la unánime voluntad de la representación nacional, en presencia del soberano autor de los Derechos del Hombre y de la justicia de su causa declara: Que el estado de Antioquia desconoce a su Rey Fernando VII y a toda otra autoridad que no emane directamente del pueblo o sus representantes, rompiendo enteramente la unión política de dependencia de la Metrópoli y quedando separado para siempre de la Corona y del Gobierno Español».

A continuación el acto anuncia que debe fijarse en lugares públicos de los pueblos y ciudades y el que no esté de acuerdo, será desterrado o condenado a muerte.

Juan del Corral

Al final del documento, aparece un juramento y las firmas de don Juan del Corral como presidente dictador, don José María Hortiz como secretario de Guerra y Hacienda y don José Manuel Restrepo como secretario de Gracia y Justicia.

Los forjadores de la Antioqueñidad fueron: don José Manuel Mon y Velarde, don Liborio Mejía, don Juan del Corral, don José Félix de Restrepo, don Juan de Aranzazu, don Alejandro Vélez Barrientos, don Antonio José de Sucre y don José María Córdova, que en todo momento estuvieron pendientes de formar al pueblo Antioqueño.

Para respaldar la Antioqueñidad podemos evocar cuatro fechas:

a. 20 de julio de 1810: Grito de Independencia.

b. 11 de agosto de 1813: Fecha en que se leyó el Acto de Independencia de Antioquia.

c. 7 de agosto de 1819: Fecha en que el Ejército de Bolívar derrotó a los españoles.

d. 12 de febrero de 1820: Cuando don José María Córdova se ganó el título de Libertador de Antioquia en la batalla de Chorros Blancos.

José María Córdova

Militar colombiano, nacido en Ríonegro, que participó en la batalla de Ayacucho, al pie de Sucre. Recibió el título de Libertador de Antioquia, cuando ganó la batalla de Chorros Blancos. Se alzó contra Bolívar, en defensa de la constitución de Cúcuta y fue derrotado y muerto, por O’ Leary, en 1829.

No fue una coincidencia que el 23 de agosto de 1812 la Cámara del Senado como se llamó la Asamblea de Antioquia en sus principios, decretó que nuestro escudo de armas y sellos se concibiera así: Una Matrona vestida y adornada a la indiana sentada entre una mata de plátano y una palmera y recostada al pie de un cerro de oro con un río caudaloso a sus pies y el casco de la libertad en su cabeza.

Recordemos que la palabra Antioquia en el lenguaje antiguo significaba Montaña de Oro.

Tampoco fue coincidencia que nuestro himno fuera una epopeya a la libertad cuando don Epifanio Mejía dijo:

«Yo que nací activo y libre sobre una sierra Antioqueña llevo el hierro entre las manos porque en el pecho me pesa».

Queridos conciudadanos, una vez más dejamos constancia de nuestro liderazgo, en el contexto nacional, fiel reflejo de la raza Antioqueña, pues los hechos que se han registrado desde el momento en que Colón pisó estas tierras hasta nuestros días, presentan un balance digno en avances y realizaciones, acorde con la Antioquia que forjaron y quisieron nuestros abuelos.

Sigamos sosteniendo lo que siempre hemos dicho:

«Oh libertad que perfumas las montañas de mi tierra
deja que aspiran mis hijos tus olorosas esencias».

Este fue el primer escudo que se diseñó, para el departamento de antioquia.

Nótese bien, que el apellido Hortiz, no es un error de ortografía.

Sopetrán, agosto 11 del 2010