Solemne Vigilia Pascual I

Darío Sevillano Álvarez

Bendición del Fuego, Bendición del Cirio Pascual, Procesión con el Cirio, Pregón Pascual,
Liturgia de la Palabra, Letanías de los Santos

La vigilia pascual siempre empieza con la fogata para encender el Fuego nuevo.

Los sacerdotes salen al atrio para dar inicio a la ceremonia de la bendición del Cirio Pascual.

El padre Jesús María sostiene el cirio que ha donado la familia Carvallo-Hoyos. 

Proceden a bendecirlo.

La  ceremonia es muybonita y nuestro parroco habla con voz clara y pausada.

 

Los tres sacerdotes intervienen.

Se colocan las cinco bolas de incienso y se invoca el número del año 2011.

El cirio está listo para ser encendido.

Proceden a incensarlo.

Recuerden que el Cirio Pascual es el signo de la resurrección de Jesucristo y por esa razón el padre Jesús María lo enciende. Esto significa que ha resucitado.

Entramos procesionalmente al templo y en tres veces el sacerdote que preside, anuncia: Luz de Cristo y respondemos; Demos gracias a Dios.

Así se desenvolvió la procesión.

El sacerdote baja el cirio para que los feligreses puedan encender los suyos.

Llegamos al altar de las celebraciones.

Nuestro párroco da algunas instrucciones.

Encienden los últimos cirios.

Lo colocan en el candelabro, diseñado para él se canta el Pregón Pascual o Exultet, por la primera palabra de su texto en latín.

Exultet en latín (clic).

Exultet en español (clic).

Empieza la Liturgia de la palabra.

El coro interviene con un hermoso trozo musical.

Los cantantes lo hacen a primo y dúo.

El pianista nos deleita con sus acordes.

Y el violinista acompaña con una elegantísima segunda voz.

  

Este es el grupo de damas que harán las lecturas.

  

Esta imagen preside las ceremonias.

Los arreglos florales son muy convincentes.

El Cirio Pascual ilumina los corazones.

El sacerdote ordena que todos alcen sus cirios y así registramos el momento.

El seminarista empieza las lecturas, con la de la Creación del Génesis.

Los concelebrantes escuchan las lecturas.

Esta es la cruz que preside.

A continuación mostramos los aspectos más importantes de las lecturas.

 Pasada la última lectura, dos de los celebrantes tienden el altar y colocan las luminarias.