Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

sábado, 6 de agosto de 2011

Yo vivo en Sopetrán,
un paraíso de América
Darío Sevillano Álvarez


Monográfica de Sopetrán.
Décima séptima unidad

Fotografía del templo de nuestra señora.

El actual municipio de Sopetrán, que antes de la llegada de los españoles se llamara Las Guamas, fue fundado el día 22 de febrero de 1616, por don Francisco Herrera Campuzano, oriundo de la Alcarria española, en donde se veneraba, con mucha devoción la imagen de Nuestra Señora de Sopetrán; en la Villa de Hita, en un monasterio regentado por los padres benedictinos. La palabra Sopetrán, significa sobre piedras, del latín ‘Super petran’. Si hacemos un acróstico con ese nombre coincidencialmente aparecen ocho piedras preciosas:

                                           Sardónico,
                                           Ópalo,
                                           Perla,
                                           Esmeralda,
                                           Topacio,
                                           Rubí,
                                           Amatista,
                                           Ninfeo.

La Virgen fue llamada así porque se apareció sobre un árbol, que había nacido en un árbol de brevas que había nacido sobre unas piedras.

A lo largo de su historia, se le ha conocido con varios nombres:

Las Guamas, Viceparroquia de Nuestra Señora del Saladito de Córdoba, Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción y Sopetrán.

La razón histórica de su fundación, se debió al hecho de que en sus tierras, se habían radicado, muchos siglos atrás, los indios: guamas, para unos, y guacas, para otros; que se dedicaban a la agricultura, a la caza, a la pesca y a la explotación de unas minas de sal; circunstancia que llamó la atención de los españoles, que traían la sal desde el mar, para el uso doméstico y para el ganado vacuno, que acababan de importar.

El caserío se fue aglutinando alrededor de su preciosa Ermita, en donde hoy es el corregimiento de Córdoba, y sus gentes vivían en ranchos de iraca con muros de bahareque.

Ermita de la placita de Córdoba.

Es importante resaltar, que por un descuido de una mala Administración Apostólica, una pequeña humedad hubiera acabado con una de las joyas más preciosas, que nos habían regalado la religión católica y los Reyes de España: el templo de Córdoba.

Los lectores de este relato, podrán preguntarse: ¿Cuáles son las razones, para qué un pueblo que nació de familias indígenas, en la actualidad, no conserve ni la muestra de ellas?

Hay dos razones históricas, para que esto hubiera sucedido:

a). El 24 de enero de 1757, el virrey Solís, ordenó que se trasladaran nuestros aborígenes, al resguardo de Buriticá; que sus tierras fueran vendidas y que los dineros pasaran a la Hacienda Real. Los indios del resguardo de Buriticá, eran antropófagos y se comieron a casi todos los nuestros. Al año siguiente, el virrey reconoció su error y el día 11 de febrero de 1758, ordenó su regreso, pero solo llegaron 34 indígenas.

Reconstrucción del templo de Córdoba.

b). Como Sopetrán era un verdadero paraíso, por aquello de que tenía una agricultura silvestre, fácil de manejar; abundancia de caza y pesca; valles con pastos naturales en las orillas de sus dos ríos; y las minas de sal; fue blanco de muchas invasiones de familias europeas que vinieron a radicarse en sus tierras y sometieron a los nativos a la más cruel de las esclavitudes: el maltrato a nuestros aborígenes, los fue exterminando; y el traslado al resguardo de Buriticá y la llegada de muchos extranjeros, acabaron por completo a los americanos, como se les debe decir a nuestros nativos, ya que Colón tuvo una imprecisión geográfica. A raíz de estas circunstancias, empezaron a surgir las familias ilustres que ahora nos acompañan.

El templo de Nuestra Señora, es uno de los monumentos más preciosos que los españoles dejaron en estas tierras y según afirman Andrés Pastrana y Ocariz, dos historiadores Españoles, fue diseñado por don Juan Buesso de Valdez, ilustre gobernante de la época. Su construcción empezó en el año de 1678 y fue terminado en los finales del siglo XIX.

Templo parroquial de nuestra Señora de la Asunción.

Este templo es de arte romano toscano o simple y muestra a sus constructores en todo su apogeo.

El primer censo que se hizo de Sopetrán, fue levantado por don José Manuel Fernández, alcalde de la época de la Colonia. La población fue clasificada así:260 blancos; 449 mestizos; 510 indios; 150 mulatos y negros; 190 esclavos; para un total de: 2.179 habitantes.

Veamos seguidamente los tres templos que configuraban la parroquia de Sopetrán, en tiempos de la colonia.

La Parroquia, como se le decía en esa época, se componía del caserío de Sopetrán, la Viceparroquia de Córdoba y la Viceparroquia de San Nicolás, que le había sido agregada de las tierras de Ebéjico.

Ermita del caserío de San Nicolás.

Ermita del caserío de Córdoba.

Templo parroquial de
Nuestra señora de la Asunción de Sopetrán.

El nombre de Municipio o Partido, le fue otorgado, el 31 de diciembre de 1657 por don José Varón de Chávez, gobernante de la época.

Cuando las tierras de Sopetrán fueron compradas para su fundación, valieron 100 pesos oro; cuando el Virrey Solís ordenó venderlas, valieron: 4.350 pesos oro; en la actualidad, el avaluó catastral, es de tres billones de pesos.

Sopetrán también tuvo una manifestación de comuneros, que se originó en el hecho de que la Hacienda Real le vendió a un terrateniente los derechos de comercializar tabaco y licores, privando de esas ventas a los pobres que vivían de ellas. El terrateniente se llamaba Domingo Antonio Viana. Las personas amotinadas, fueron unas 800 y la fecha fue el 20 de septiembre de 1781.Después del armisticio fueron fusilados por la Corona española.

Movimiento de comuneros de Sopetrán.

Según Don Manuel Uribe Ángel, Sopetrán tuvo vida activa cuando fue decretado cabecera de cantón, lo que equivalía a capital de provincia, en el Gobierno Federal de Don Mariano Ospina Rodríguez, por una Ley del 15 de mayo de 1851.

Cuando fue cabecera de provincia, Sopetrán, manejó los municipios de Belmira, Ebéjico, Liborina, San Jerónimo, Sucre, Olaya y Sabanalarga.
El mapa de ese departamento o Cantón, era éste:

Cantón de Sopetrán, en el gobierno federal de
don Mariano Ospina Rodríguez.

Hubo algunos aborígenes destacados en el gobierno de nuestro pueblo, entre ellos están: Luís Ortega, que fue protector de los indios; Francisco Amazará, que fue gobernador en 1635; Diego Cisquiarcoo, que gobernó en 1756; Basilio, que gobernó en 1797; el indio Yotagrí y Rafael Oquendo, también gobernaron unos días.

En el año de 1832 se erigió el Distrito de Córdoba, unos dicen que en honor del prócer José María Córdova, opinión que no contrasta, por la grafía del apellido; otros dicen que por la expresión de los españoles, que llamaban esas tierras Fúrbura, que para ellos significaba Tierra de los panes de sal.

Entre los años de 1845 y 1885, la población creció y se enriqueció y fue el pueblo más pujante de occidente medio.

En 1875 la ciudad fue conectada telegráficamente con la capital: Medellín.

En 1913, fue instalada la primera planta de fluido eléctrico.

En la actualidad, Sopetrán es un polo de desarrollo económico, basado en la agricultura, la ganadería, la industria textil, la industria piscícola, la construcción y el turismo.

Geografía: Sopetrán, está situado en el corazón del departamento de Antioquia, en el valle Occidental de la cordillera Central, de Colombia; casi sobre la margen derecha del río Cauca; a 750 metros sobre el nivel del mar; con una promedio de temperatura de 27 ºC 8grados Celsius); y a una distancia de la ciudad de Medellín de 38 kilómetros. Las precipitaciones anuales, son del orden de 950 milímetros.

Las quebradas de Sopetrán tienen buena cantidad de agua.

Sus límites son: Por el norte con Olaya, por el sur con San Jerónimo y Ebéjico, por el este con Belmira y por el oeste con Santa Fe de Antioquia.
Esta situación, nos concede algunas ventajas sobre otros municipios; porque no nos afectan las alteraciones climatológicas, causadas por los vientos y otros meteoros; la repartición de los pisos térmicos, es más o menos equilibrada; y las reservas forestales, son adecuadas, porque no hay selvas, pero tampoco terrenos destapados por completo.

El relieve del municipio está conformado así: cuatro grandes serranías, hijas de la cordillera Central; dos valles fluviales; seis cañones profundos por donde se deslizan las quebradas; dos zonas llenas de pequeñas colinas, casi desérticas.

Los nombres de las serranías son: la de Palogrande, la más larga; la de Santa Rita, la más alta; la de Montegrande, la más ancha, y la de Guayabal, la más estrecha.

Los valles han sido formados por los sedimentos que mueven las quebradas y ríos en sus crecientes y por esta razón son muy fértiles para la agricultura y para la ganadería.

Mapa orográfico de Sopetrán.

Las aguas del municipio, todas confluyen al río Cauca, que sirve de límite con Santa Fe de Antioquia, en una longitud de 11 kilómetros aproximadamente.
Los nombres de las quebradas son: la Nuarque, la Yuná, la Mirandita, la Sopetrana, la Tafetanes, y la Sucia. Fuera del Cauca, también el río Auras, corre por nuestra tierra.

Hay dos lagunas artificiales, en las cuales se cultivan peces y babillas. La de La Puerta se llama la Bramadora y la de la Orilla de la Variante, se llama Colfrutas.

En la actualidad hay dos grandes emporios de producción de peces: la vereda La Puerta y los dos lugares que conocemos como el imperio de la Tilapia (en el Rodeo y en La Culebra).

Nuestra climatología, es algo caliente, porque pertenecemos al sinclinorio del Cauca y por esta razón, el clima cálido, va hasta los 1.500 metros sobre el nivel del mar; el clima templado, va hasta los 2.500 metros sobre el nivel del mar; y el clima frío se arrima a los 3.500 metros sobre el nivel mar.
Es una de las ventajas nuestras poseer los tres pisos térmicos y poder contar con variedad de vegetales y animales.


A pesar de que el Instituto Agustín Codazzi los tiene clasificados nuestros suelos como poco hábiles para la agricultura; el hombre sopetranero ha movido el caudal de las grandes quebradas, por acequias de riego y los ha habilitado para la agropecuaria.

Nuestra fauna, a pesar de que el hombre ha acabado con algunas especies, todavía es abundante y corresponde a las especies tropicales de climas cálido, templado y frío.

Nuestra flora, a más de los árboles maderables, es abundante en frutas, circunstancia que en otras épocas nos mereció el nombre de: Capital Frutera de Colombia, título que tal vez no merecemos.

En los aspectos ecológicos, podemos citar los siguientes elementos:

a. Tenemos grandes problemas de Erosión, producidos por el descuido sistemático de talar los bosques y quemarlos.

b. Estamos produciendo una gran contaminación agropecuaria, sedimentación, basuras, hidrocarburos, fecales, materia orgánica en descomposición y ruido.



c. En los aspectos técnico-administrativos ambientales, aunque existen leyes, ordenanzas y acuerdos, no convence la forma de manejarlos y aplicarlos.

d. Aunque el administrador dice que el acueducto es potable y hábil para el consumo humano, las estadísticas y las constantes consultas al médico por enfermedades hídricas, dicen otra cosa.

e. El Alcantarillado no cubre toda la población y sus aguas confluyen a las quebradas sin ningún tipo de descontaminación.

f. Parece que el relleno sanitario de sanitario sólo tiene el nombre, pues su construcción, no fue la más adecuada. En la actualidad fue cerrado, porque se le cumplió su tiempo de vida útil.

Tala de bosques.
g.
La flora es ultrajada por los dueños de motosierras, para aprovechar la madera en las construcciones, en los estacones para los alambrados, en combustible, para aquellos que aún no gozan del servicio de energía eléctrica y en los árboles de navidad.

h. En la fauna, han desaparecido predadores y superpredadores, que son los controladores más efectivos para que las especies menores dañinas no abunden en la naturaleza.

Uno de los superpredadores que acabamos en Sopetrán
fue el perro lobo

También hemos acabado con los ocelotes
en la pirámide ecológica de nuestro pueblo.

i. El área cultivada es de 6.340 hectáreas que, en términos de porcentaje, equivaldría al 28,43 %.

j. El área dedicada a pastos es 11.050 hectáreas, con un porcentaje del 49.56%.

k. El área de bosques naturales, de los cuales depende el agua, hasta 1995 era de 622 hectyáreas, pero si tenemos en cuenta, que los matabosques, a veces talan una hectárea por mes, ya no sería esta cantidad. Esto equivale al 2,78%.

No hay comentarios: