Con tantos nombramientos durante la semana, ha pasado casí inadvertida la noticia de la renuncia aceptada por S. S. Benedicto al cargo de arzobispo de Manizales de monseñor Fabio Betancourt Tirado, lo que deja al urraeño Gonzalo Restrepo Restrepo en posesión del cargo, pues su nombramiento como arzobispo coadjutor fue con derecho a sucesión.
Conozco a monseñor Gonzalo desde diácono, pues ejerció su diaconía en la parroquia de Nuestra Señora de Fátima, en tiempos del padre Joaquín Campuzano (q. e. p. d.). Allí residí desde los 9 años hasta los 33 y allí está la heredad de mis padres. Sus amigos hemos visto su vertiginosa y productiva carrera eclesiástica, toda vez que ha seguido siendo gran allegado a la gente del barrio y en especial de María Elena, mi hermana. Para los urraeños uno de ellos, y para mí, un amigo de la casa se codea con Benedicto.
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