Historias
Nuestra Señora de Sopetrán
Nuestra Señora de Sopetrán
Darío Sevillano Álvarez
¿CÓMO SE EXTINGUIÓ EL SOPETRÁN DE ESPAÑA?
Ruinas del Monasterio de la Villa de Hita |
Desgraciadamente el Monasterio de Sopetrán, no estaba destinado para llegar hasta nuestros tiempos; pues en el año 1.808, una guerra entre España y Nápoles, semidestruyó sus instalaciones y aunque fueron organizadas en la medida de las capacidades económicas de los Benedictinos, 20 años más tarde una ley promulgada por hombres poco creyentes, ordena la exclaustración de todos los monjes y se desata una verdadera persecución contra todos los monasterios.
Los monjes al ver esto, lograron pasar algunas de las riquezas que el Monasterio poseía, a varias ciudades vecinas así:
A Torre del Burgo, fueron llevadas la imagen de Nuestra Señora de Sopetrán tallada por un flamenco; las imágenes de San José y San Joaquín, obras de Juan de Juni; un San Juan Bautista de Pedro de Mena; el Tabernáculo y el órgano; algunos de los cuadros de Juan Ricci y Alonso Cano, pintores esclarecidos de la época y el archivo del Monasterio que contenía datos muy antiguos. A Hita fueron llevados todos los objetos del culto, los ornamentos sagrados, el altar y algunas tallas de escultores famosos. A Heras fueron llevados todos los objetos de orfebrería; un San Benito de Juan Juni y una
Santa Escolástica de la Escuela Castellana.
Hay otros pueblos que también recibieron patrimonio del Monasterio tales como: Ulceda, Humanes, Cogollado, Málaga del Fresno, Brihueña, Beleña y Mohemando.
Se dice que los monjes tuvieron que partir para la América y allí formaron monasterios y colegios para la enseñanza.
¿QUÉ QUEDA DEL SOPETRÁN DE ESPAÑA?
Entre las cosas valiosas que quedan de Sopetrán, nos restan tal vez como único testimonio, cuatro tablas que fueron pintadas por un autor anónimo que por fortuna se salvaron de la cruel destrucción y que pasaron al museo de Madrid, allí fueron restauradas se conservan en perfecto estado. Tres de ellas son temas marianos y la última representa al marqués de Santillana que fue el protector más importante que tuvo el Monasterio de Sopetrán.
La primera tabla, representa la Anunciación que el Arcángel Gabriel hizo a María Santísima; la segunda es el nacimiento del niño Jesús con la adoración de los Ángeles y los pastores; la tercera representa la Muerte de la Virgen con San Pedro oficiando y los demás apóstoles haciéndole compañía y la cuarta muestra una gran iglesia en cuyo altar está la Virgen con el niño y el Marqués de Santillana orando en un reclinatorio, al pie del cual está su paje que es un adolescente.
A nuestra Patrona, le decimos cariñosamente, la Negra; esto se puede apoyar en dos circunstancias:
En los salmos que se rezan en el oficio parvo de nuestra señora, hay una antífona que a la letra dice: “Nigra sum, sed Formosa”. Que traduce. Negra soy, pero hermosa. Recordemos que la virgen era una mujer común y corriente de la etnia Israelita y los rayos solares de esas tierras, semidesérticas, hacen que la piel sea oscura.
Cuadro de nuestra señora de la Anunciación |
También es importante decir: Que al personaje que pintó el óleo de nuestra señora, se le fue la mano, en el color que llamamos tierra de sombra tostada y, por esa razón, el rostro le quedó, como si fuera de raza negra.
Creemos haber cumplido, con Nuestra Señora, en su gran fiesta y con todos los Sopetraneros de buena voluntad que visitan nuestras páginas, gracias por hacerlo.
Darío Sevillano Álvarez
No hay comentarios:
Publicar un comentario